¿Plan cine? Ese no era un buen Plan

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Alan Muller…
Nunca se había detenido a pensar en él de esa manera ¿Por qué se cruzaría una idea como esa por su cabeza? Para ella era absurdo, seguía siendo absurdo, Aunque Ahora que lo observaba con más detenimiento, era un hombre… Apuesto. Mucho, Le gustaba su nariz Fileña y sus ojos, el color negro de sus ojos. Siempre parecían sinceros. Tan Alan. 
Pero que habría querido decir exactamente con eso, es decir ¿Es normal que un chico te diga que le gustas y luego actúe como si nada pasara? No era normal.
Ni siquiera le había prestado la atención debida a la película por estar mirándolo de reojo. Y es que no se esperaba unas palabras así, A lo mejor él solo estaba… Bromeando ¿No? Después de todo si algo había aprendido era a no creer en todo lo que le decían. Pero Alan no parecía un mentiroso… Cerró sus ojos y luego los abrió. Tenía que concentrarse en la película, ya luego pensaría en algo más, además, él ya se la había pillado mirándolo varias veces e incluso le había sonreído en una de esas veces que se la pilló ¿Podría ser más vergonzoso? Seguramente no.




*** 


Justin No se había detenido a pensar mucho en lo que había pasado el día anterior, con Jane, en su casa y las cámaras, Solo podía recordar los besos que le dio y la ligereza de sus labios cuando, una vez sobre los suyos, empezaron a moverse en un vaivén en el que ambos se parecían entenderse perfectamente bien.
Le era difícil no acordarse de eso al ver la copia que la revista le obsequió de la entrevista. Estaba en casa, solo, Y no estaba haciendo más que ver la grabación. Se suponía que la entrevista se estrenaría en dos semanas, pero a él no le importaba. Le gustaba ver a Jane, le gustaba ver que aunque fuera una chica sencilla, hermosa siendo ella misma, le gustaba verla cuando lo besaba… aunque fuera falso.
No lo tenía claro del todo.
Pero tampoco lo quería aclarar. 
Se preguntaba si era normal querer a una persona y sentir cierta simpatía por otra, Porque él estaba seguro de lo que sentía por Alice, su amiga enamorada de Alan, pero por Jane… Dios, por ella… seguramente estaba entrando en un momento de locura pero Jane… Jane era lo que ocupaba su cabeza últimamente la mayor parte del tiempo.

Seguramente algo estaba mal con su cabeza. De todos modos, él nunca estuvo bien del todo allí arriba, cuando estaba pequeño lo descubrió. No es normal en un niño cambiar repentinamente de humor ¿Verdad? Aunque podría atribuírselo a la muerte de su hermana Avalanna, Después de eso él había cambiado mucho, pero eso no era el hecho. El hecho es que algo andaba mal con él.

Claro que sí.

Debería de estar leyendo y estudiando el guión que le había mandado su manager para una nueva película (o por lo menos considerando la idea) pero no, estaba moviendo su pierna derecha desesperado mientras pensaba en Jane. ¡Debería estar leyendo su guión, no pensando en Jane! O en su defecto, debería pensar en Alice, no en su loca castaña de ojos marrón. Un momento. “Su castaña…” no era suya.
Pero ¿Por qué pensar en Alice? Bajo la mira y dejó escapar un suspiro. Ella estaba muy enamorada de Alan ¿Por qué seguir luchando por eso? La verdad, ya se estaba cansando y finalmente, era muy probable que Jane si tuviera en cuanto a “Las especulaciones de la gente” 

Dejaría de ver a Alice por un tiempo. Estaba decidido. 

Repitió la cinta por tercera vez y sonrió para sí mismo. Era definitivo, le gustaba como se veía al besarse con Jane. Quien diría que una chica sucia, terca y desastrosa para la cocina podría verse bien Junto a él. Pero ¿porque no? Después de todo, era Jane. 
Se dejó caer en el sillón y pasó las manos por detrás de su cuello con soltura mientras miraba el televisor. 
Él ya estaba aprendiendo a conocer a su castaña “No, no era su castaña” ¿Qué pensaría cuando viera la entrevista? Seguramente se moriría de pena y sus mejillas se colocarían rojas como tomates ya que no soporta el afecto en público, eso le quedó claro desde su luna de miel, cuando le hizo la bromita de “La mancha de pureza con la sabana” estaba como loca porque sería el blanco de todas las miradas, Sonrió otra vez con quedo por el recuerdo que cruzaba por su cabeza y de pronto recordó algo. Algo que en su momento, pensó no le echaría ningún otro vistazo. Llevó la mano al bolsillo trasero de su pantalón y sacó su cartera. 
No podía creerse que aun estuviera Justo donde la había puesto desde el día en que la guardo. 
¡Que locura!,
Jane estaba con el sombrerito fucsia (Que encontró en la cabina de fotos) sonriendo mientras él, junto a ella, la miraba. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se tomaron esa foto en su luna miel? Tres meses. Tres meses de matrimonio. Su luna de miel. Jane, La foto. No recordaba que había decidido agarrar esa foto porque era la única en la que él estaba sonriendo y no quería que ella la viera, ya que el motivo de su sonrisa, era ella. Para ese entonces le era muy difícil comprender porque podía sonreír sinceramente cuando estaba junto a Jane, ahora ya era más fácil, Jane tenía ese don, ella lo hacía sentir bien, aun cuando tuviera ese carácter. Otra sonrisa partió de la comisura de sus labios mientras con el dedo índice recorría el contorno de la foto de la parte en donde se encontraba la imagen de La castaña. Se veía tan Feliz. ¿Ella sería feliz? 

La foto se le escapó de las manos, el timbre sonó. ¿Sería feliz? La pregunta quedó en el aire y luego en el pasado Debido a la sorpresa que encontró cuando fue abrir la puerta ¿Que… Hacia él allí?

-Hola Justin… - el rubio alzó una ceja frunciendo el ceño y Neal le sonrió. - ¿Puedo pasar? 

“No puedes” Le hubiera gustado responder, pero seguramente estaba allí por algún asunto de su manager,
Lo que le recordaba que debía de estar leyendo el guion y no viendo esa entrevista y pensando en Jane.
Demonios.

-Espera un momento – Le respondió con seriedad y se dirigió rápidamente hacía la sala. Primero recogió la pequeña foto de cartera en la que estaban él y Jane en la luna de miel y la volvió a meter en la cartera y luego apago la televisión. Lo menos que quería era que Neal pensara que él estaba loco por Jane. Porque no lo estaba, aun cuando su imagen pasara todo el día por la cabeza, no lo estaba.

-¿Me vas a decir a que has venido? – Justin se cruzó de brazos y le permitió la entrada a la casa al chico - ¿Fue por algo que mando Aly? 

-¿Aly? – Repitió Neal con sarcasmo y una sonrisa de mentiras – He venido para hacer un favor 

Justin rió con cinismo también.

-¿Qué favor me podrías hacer tú si no necesito nada? ¿Te golpeaste la cabeza o qué? – pero Neal seguía muy serio.

-¿Sabes dónde está Jane en este momento? – le preguntó

-¿Jane? – Justin frunció el ceño ¿Qué tenía que ver ella en esto? - entregando sus sinopsis ¿Por qué?

-Es increíble que no sepas Donde está tu esposa.

-¿tu si lo sabes? 

-Claro que lo sé – espetó - ¿Por qué crees que he venido? La vi en cine, con otro tipo.

C O N – O TRO - TIPO … Las palabras se escucharon como se escucharía una película en cámara lenta y se quedaron perfectamente metidas en su cabeza. 

-¿! Qué!? - Espetó impactado por la última frase que no se iba de su cabeza y sus ojos se convirtieron en fuego. Tal como sucedió el día del estacionamiento, cuando la vio con Alan, la sangre se le estaba subiendo a la cabeza ¿otro tipo? ¿Quién carajos era y porque tenía que ir a cine con ella? - ¿Qué es lo que dices?

-Lo que escuchaste, Justin – replicó Neal casi molesto, no, tampoco le gustaba que Jane, La chica que era casi como su hermana, saliera con otro hombre que no fuera Justin. Además, no le gustaba Alan. Era muy “Tengo dinero y clase” para su gusto – Y Ese hombre está realmente interesado en ella, podría jurarlo por como la miraba y le sonreía, parece que va enserio con ella. El muy atrevido parece que va enserio.

¿Cómo se suponía que debía reaccionar a esto? Justin miró a Neal y respiró hondo tratando de aguantarse las ganas de gritar que tenía. Dios ¿Por qué la sangre seguía bombeando tan fuertemente a su cabeza?

-¿Quién es ese hombre? – Preguntó – ¿Quién es? – 

Neal se pasó la mano por la barbilla. 

-Alan algo… – le respondió – no recuerdo su apellido pero sé que se llama Alan - y no necesitó más. La información estaba completa para él, de hecho, de no haber estado bien firme en sus dos piernas, se hubiera ido de espaldas por semejante sorpresa, aunque ¿debería sorprenderse? ¿Alan? Se estaba refiriendo a Alan… No podía ser cierto ¿verdad? ¿Por qué Alan querría salir con Jane, con su esposa? No, no podría salir con ella. NO PODIA. Porque, aunque el matrimonio fuera mentira. Él no lo sabía. – Estaban juntos en el cine. – Continuó Neal - Y Parecían llevarse bastante bien - Justin dejó escapar un suspiro y trago gordo mirando a Neal, tenía ganas de golpear a alguien, y ese alguien quizás, tuviera nombre y apellido. – No te lo estoy diciendo como amigo de Jane – J la voz de Neal lo sacó de su loco pensamiento de “golpear a alguien” y Paró oreja otra vez - te lo digo como se lo diría un hombre a otro, Jane es una buena chica, La mejor aparte de Lee que conozco y sería una lástima que la dejaras ir, por contrato o no, matrimonio es matrimonio y ustedes están casados, tan solo cuídala, Justin, cuídala mientras la tienes para que después no te lamentes. 

“No te lamentes por perderla” Justin sonrió irónico ¿No era estúpido? ¿Qué le hacía pensar a Neal que él se lamentaría por perderla?

-¿Quién te dijo que me importa lo que ella hace? – replicó molesto, el castaño arrugó la frente - No me importa con quien se ve o que hace, ese es su problema.

-Pero Jus...

-¡No me importa, dije! – gritó exaltado – así que no me vengas a decir esas tonterías, anda y ve al trabajo yo aquí estoy muy ocupado. 

-Cómo quieras... – Murmuró Neal encogiéndose de hombros - Ya será tu problema después - y salió por la puerta.

Y claro, a él no le importaba en lo más mínimo lo que fuera que estuviera haciendo Jane con Alan en el cine. Eso no tenía nada que ver con él o con el hecho de que no dejara de pensarla, ni con el hecho de que no se cansara de verla en la entrevista mientras se besaban. No. No le importaba.
¿Por qué lo haría?
“Porque sí” – grito su consciencia – “¡porque quieras o no te importa!” Justin la mandó a callar. 
Esto de andar con el apellido al revés y de mal genio (por culpa de cierta persona) lo estaba hartando. Mas porque no sabía cómo deshacerse de esa molesta emoción.

Una hora.

Dos horas.

¿Por qué no había regresado a casa? ¿Cuánto duraba una película? 
Miró la hora de nuevo. Ya eran casi las 12 del mediodía. ¡Doce! 
No lo pensó. No tendría porque, era su esposa y Ese era él. Tomó su celular y la llamó.



***


Jane estaba hablando con Alan de lo buena que había estado la película y de lo buena que eran las hamburguesas en el “Ketchup” (El sitio en donde irían a comerlas) cuando su teléfono sonó.
Se la había pasado tan bien que se había olvidado por completo de él ¿Por qué la llamaba? No era que él lo hiciera mucho. Alan volteó a verla mientras conducía y notó su cambio de expresión, no le tomó ni un minuto averiguar que era Justin quien llamaba y debía admitir que parte de él no toleraba esa idea. Pero ¿Qué podía hacer? No podía hacer nada todavía, porque Jane era suya. Era su esposa. 

-¿Qué Pasa? – Le contestó Jane con quedo. Justin tartamudeó del otro lado de la línea y se mordió el labio. ¿Qué carajos le iba a decir? La había llamado solo por puro impulso. 

-¿Dónde estás? – eso fue lo primero que su mente hizo llegar a su boca… no era una mala pregunta, pero viniendo de él, tampoco era una buena.

-¿Es importante?

-Si – afirmó ahora con más seriedad de la que hubiese querido.

-Estoy con Alan, Acabó de salir de cine. Ahora voy a comer hamburguesas con él.

-¿!Que!? – dejó escapar un chirrido mucho más desesperante en ese momento. Mierda. Tenía que controlarse, pero… la sangre en su cabeza, palpitante y caudalosa como un rio no, lo dejaba.

-No vayas – le dijo – Comeremos hamburguesas mañana, regresa ahora a la casa.

Jane rió, como si le hubiera dicho un chiste.

-¿Por qué debería? – él trago gordo y se quedó mudo detrás de la línea más sorprendido con él mismo que con ella. No se había dado cuenta de lo dominante que había sonado lo que le había dicho.

-Porque… - Tartamudeo algo inseguro, dándose tiempo para inventarse una excusa hasta que lo consiguió– Porque hay algo importante que tengo que hacer y te necesito, aquí en la casa.

-¿Algo importante? – Repitió Jane y le dedicó una mirada rápida a Alan ¿Qué podría ser eso “importante” como para merecerse una llamada suya?

-¿Sucede algo? – Intervino Alan con el ceño fruncido, pero Justin no le permitió seguir hablando.

-Si – le soltó - es muy importante, Jane, ven a casa ahora mismo. – y le colgó. 

Le colgó, simple. Como tomar agua, Como si ella fuera una… ¿Quién se creía que era?
Dejó escapar un poco de aire y miró al chico de ojos negros en frente del volante.

-Tendremos que aplazar nuevamente esta invitación – le dijo. La castaña bajó la mirada – surgió algo importante, Con Justin. 

Alan apretó la mandíbula y le sonrió, de mentiras. 

-No te preocupes ¿Quieres que te lleve a casa? 

-Si, por favor – le dijo y luego miró por la ventana, pensando otra vez en lo que Alan le había dicho antes, no era que le importara mucho porque la verdad es que nunca había considerado eso como una opción pero ¿Realmente él estaba interesado en ella? Es que… no era normal que alguien te dijera “Es verdad, me gustas” y luego actuara como si nada. No le cabía en la cabeza, él no lo había vuelto a mencionar, Pero bueno, había conocido hombres tan raros (Justin) antes, que no debería de extrañarse. Aunque si le causaba curiosidad. Pero curiosidad de la buena, porque ella sabía que sus palabras no podrían ser ciertas en un sentido literal, es decir, ella podía tomar ese “Me gustas” como un sinónimo de “Me caes bien” o “Me agradas” ya que ¿De qué otra manera lo podría relacionar? Ella no estaba entre sus posibilidades. No es que fuera muy bonita y él bueno… seguramente tenía muchas mujeres rondándolo. Otra cosa. Ella era la esposa de su amigo. 


10 minutos después estaban en casa.

Jane frunció el ceño cuando vio a Justin esperándola fuera. Había perdido su orgullo por estar allí, pero ya que. No importaba y tampoco podía dejar de pensar cosas como que el cine era muy romántico y que no era muy usual ver a dos amigos yendo a cine juntos, es decir, por lo general siempre son parejas las que van juntas y si no son parejas, siempre es un grupo grande de amigos. Dos amigos, solos, eso realmente no estaba bien visto para él, La idea le revoloteaba en la cabeza. 
Le revoloteaba de una manera tan grande e insistente, que lo hizo recordar que la última vez que él y Jane estuvieron juntos en cine, terminaron en una cama juntos, desnudos y… entregándose el uno al otro.
Apartó rápido ese pensamiento de su cabeza. No estaba en sus planes mezclar aquel recuerdo con Alan. No. 

La castaña le sonrió a Alan dentro del coche y agarró la manija de su bolso. Aun no entendía que hacía Justin afuera. Debía ser muy importante eso por la que la hizo regresar.

-Lamento lo de hoy – Le dijo a Alan - pero te prometo que pronto iremos por esas hamburguesas ¿Vale? – el ojos negros sonrió.

- Estaré esperándolo - aludió suavemente y luego agregó mirándola – Impacientemente, Jane. 

Jane sonrió, pero algo en la mirada de Alan la descolocó completamente, aunque era absurda la situación. 

Justin se acercó a la ventana del auto de Alan rápidamente y pensó en mirarlo, pero cambió de parecer y evitó ponerle los ojos encima. Estaba tan molesto que si lo miraba probablemente él se daría cuenta y lo que menos que quería era que él lo notara. 

-Hola Justin - el tono de Alan fue sutil - ¿Todo bien por aquí?

-Más que bien – Le respondió en tono sutil también sin mirarlo y dirigió la vista luego a ella – Vamos Jane – la castaña bajó del auto y Lo miró extrañada por cómo se veía su expresión (Mandíbula apretada, ojos firmes y mentón levantado) ¿Qué bicho le picaría? Luego se volvió hacía Alan 

-Nos vemos luego - Le dijo con una sonrisa y luego él se fue.

Justin estaba con la boca abierta ¿Una sonrisa? ¡Una sonrisa! ¿Cuándo le había sonreído a él? Muy pocas veces. Se preguntaba qué tan seguido Jane le sonreía a Alan y la sola idea empezó a enloquecerlo, 
Pero luego cerró su boca en una sonrisa de victoria Para si mismo, Había conseguido que ella no fuera a comer esas tan mencionadas “hamburguesas” con él, Así que estaba bien. Dejó escapar un poco de aire con alivio y entonces la silueta de Jane en la entrada de la casa, con los brazos cruzados al pecho y frente a él, lo pillaron desprevenido. 
Esa mirada…. 

-Así que – aludió con seriedad - ¿Qué es eso importante? – Los ojos de Justin se abrieron más de lo normal y recordó la excusa que le había dado a Jane. Mierda. No tenía nada. Y nada pasaba por su cabeza.

-Mi comida – le dijo y le dio la espalda para no lucir tan poco convincente, la puerta estaba en sus narices – es casi mediodía ¿Qué se supone que voy a comer? – Agarró la perrilla de la puerta y la abrió.

Jane se quedó con la boca abierta. No podía creerlo.

-¿Estas bromeando? – Justin se giró para verla.

-¿Tengo cara de estar haciéndolo?

Amor Por Accidente-Justin Bieber {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora