Errores <<Parte 1>>

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-Vine a verte, por supuesto - El aire alrededor de Justin se sintió pesado a la mención de las palabras de Alice. Como una mezcla de helio entrando por sus fosas nasales y perturbando la poca tranquilidad, si era que tenía, que había conseguido. Por primera vez se preguntó si era que estaba pagando todo lo malo que había hecho antes con las circunstancias que lo asechaban. Para que Alice estuviera allí, ese no era un buen momento. Y lo sabía muy bien.- Ayer me colgaste el teléfono ¿Recuerdas? - finalizó la rubia y ojeó a Marie de pies a cabeza levantando una ceja. La chica de cabello café y estatura media que estaba a su lado. Bonita, si tenía que reconocerlo y también, parecida a Jane. Qué casualidad. Se preguntaba que hacía Justin con ella. Es decir. Los había encontrado demasiado cerca como para ser normal y demasiado divertidos para no pensar mal ¿Qué no? ¿Por qué él no estaba con Jane? Estaba bastante segura de haber escuchado su voz a través del celular cuando había llamado a Justin. Y estaba bastante segura de que eso podría significar una posible reconciliación después de todo lo que ella había observado en las noticias sobre ellos dos. Eso pensaba. ¿Se equivocaba? 
-Bueno – Aludió Justin, dejando escapar un poco de aire – Ya me estás viendo. 
-Sí, te veo.- Alice sonrió. – Estás bastante cambiado. ¿Te cortaste el cabello? 
Justin negó con la cabeza. Y ahogó un grito.
Demonios. Las cosas no se podían poner más feas. Solo faltaba que Jane lo viera con Alice para que todo terminara por irse al jodido demonio. Y con la suerte que cargaba últimamente, sería raro que no pasara. No podía creer que Alice estuviera allí. No, después de todo lo sucedido. Y no es que no quisiera verla. Era solo que quería evitarse problemas. No quería que la castaña malentendiera las cosas como siempre las malentendía. Alice le brindó una sonrisa a Justin después de quitar sus ojos de Marie y cruzó los brazos en el pecho con delicadeza, arrugando un poco la blusa rosa pálido que estaba usando. Justin también le sonrió. Aunque no muy feliz. Marie en cambio, no apartó sus ojos de la rubia. La misma que ahora la ignoraba como si fuera invisible o una pared a la que no debía mirar. Y se sorprendió ante el tono de voz confiando y cercano que utilizaba hacía Justin. ¿Quién era? Era una completa odiosa, de eso podía dar fe. Pero ¿Quién era y quién se creía para hablarle de ese modo y con qué autoridad? Es que no se lo creía y lo que le había dicho de Justin. Como si a ella le importara que Justin ya tuviera a alguien que le gustaba. Era ridículo, mirase por donde mirase, que esa mujer dijera algo así. Esa mujer toda estirada y desteñida. Diciendo tonterías. Podría jurar que esa chica, esa que según ella, a él le gustaba, era ella misma. ¿Por qué quién más? Con todo ese genio del demonio que él se cargaba y esa personalidad ¿Qué otro tipo de mujer iba a salir con él? solo del tipo de la rubia que tenía parada en frente.
Aclaró su garganta haciendo ruido y miró de mala gana a Alice, ignorando la presencia del rubio.
-Está claro que yo no soy esa mujer que le gusta - le dijo entre dientes – Y Los dejó solos. No vaya hacer que me saques los ojos – Soltó una risita burlesca y levantó una ceja – Son tal para cual.
Alice la miró de reojo.
-¿Es qué todavía estás aquí? – Le dijo. Mostrándole de un modo irónico, su perfecta dentadura - Pensé que ya te habías ido.
Ese fue un golpe bajo para la actriz.
-Lastima decepcionarte – Atacó ella con la misma actitud de Alice - Pero tranquila, no pienso meterme con tu… - Miró a Justin - ¿Hombre?
¿Hombre? Hasta a Justin el comentario le provocó risa. ¿Es que acaso las mujeres se habían vuelto locas ese día? Las miró a ambos de pie a cabeza y frunció el ceño un poco confuso. ¿Qué exactamente estaba pasando frente a sus narices con Alice y Marie? ¿Eran ideas suyas o se estaban lazando ironías? Observó a la rubia sonreír falsamente.
-Creo que te equivocas, chica – Le dijo a Marie y dio un paso con su fino tacón de punta para acercarse un poco – Justin no es mi “Hombre” como tú dices, él está casado y dudo mucho que alguien le guste más que su mujer. 
¿Ca – sa - do? Las silabas sonaron poco creíble en los oídos de Marie, quien se quedó con la boca abierta y volteó a mirarlo al instante. ¿Justin Bieber estaba casado y ella no sabía? 
-¿Qué? – Agregó Alice divertida al verle la expresión de impávida en el rostro - ¿No sabías?
La castaña rápidamente se compuso de la sorpresa. 
-Es igual para mí – Reconoció - ¿No eres tú su esposa? Vaya que me sorprende ¿Que otra loca podría fijarse en él?
Justin frunció el ceño de inmediato y volteó a ver a Marie por el estúpido comentario. 
-¿Les importaría dejar de hablar de mi vida privada en mi presencia, Por favor? – El rubio se cruzó brazos mirándolas fijamente – Es bastante molesto escuchar que hablan de mi ¿Saben? Marie – se dirigió a ella con la mirada - si estoy casado. Y ella – Miró a Alice - no es mi mujer. 
-Su mujer es ella – Terminó Alice y señaló con el dedo hacía la puerta de la entrada a la chica con cabello café alborotado y pantalones azul oscuro que entraba por ella. Jane parecía inmersa en su misma cabeza y no paró un momento a fijarse por el lugar. El bolso pequeño que le colgaba del hombro y hacía juego con sus zapatos color crema la hacía lucir más bajita de lo que era, pero su esencia seguía siendo la misma. La típica chica despreocupada a la que no le importaba lo que se pensara de ella. 
No había cambiado mucho – Pensó Alice – Seguía igual.
Bonita, sí. Debía admitirlo. Ahora ya podía hacerlo.
-Ella es la guionista de la película – Murmuró Marie con expresión incrédula en su rostro – Y también es la novia del director Muller ¿Cómo puede ser su esposa?
-Son cosas que no entenderías, Marie – Aludió Justin –Pero es mi mujer ¿Linda, verdad? 
-Si – afirmó - Y al parecer, también infiel – Justin se mordió la lengua y volteó a ver a Marie de mala gana. ¿Qué había dicho? 
-Si no estás enterada – siseó – Por favor, solo no hables. - el rubio frunció los labios y volteó ahora a ver a Alice. Si Jane llegaba a saber que estaba allí… - Tengo que hablar con Jane, Alice. – Le dijo - Nos vemos luego ¿Vale?
-Pero Justin…
Cuando ella quiso decir la frase “De verdad tenemos que hablar” él ya se había alejado unos pasos en dirección a Jane. 
-Y por cierto – ella lo escuchó decirle a esa corta distancia – De momento, no es algo bueno para mí que ella te vea aquí. Me traería problemas – él siguió su camino y Alice dejó escapar un poco de aire. La verdad era que a ese punto, lo menos que quería era causarle problemas. Suponía que ya les había causado muchos. Aunque…
Marie seguía allí con una sonrisa burlona. Ella la percibió porque hizo un movimiento estúpido con su mano.
-Tal parece que tampoco quiere hablar contigo ¿Verdad? – Le dijo a Alice satisfecha - ¿Por qué mejor no te va…
-¿Alice?
Marie se quedó sorprendida al escuchar la voz del hombre que había hablado al mismo tiempo en que la rubia se daba la vuelta hacía él. De Nuevo Marie se sintió perdida.
-¡Alan! 
¿Acaso todos la conocían? 
--¿Qué estás haciendo aquí?
Le preguntó él a Alice, sin fijarse a reparar siquiera un poco en ella. En Marie. 
-Visito – Contestó la rubia.
-No sabía que estabas en los Ángeles.
Marie se cruzó de brazos incrédula de lo maleducados que podía ser los hombres ricos. Primero Justin, el estúpido, al que todavía le costaba creer que estuviera casado, y luego el aparecido, era decir, el director Muller. Que salía con la mujer del estúpido ¿Acaso la vida de unas personas podían ser tan complicadas como para llegar a ese punto? Aunque eso no le importaba. Lo que le parecía terrible eran los modales de ambos. Puede que ella no fuera nadie. Y lo sabía, Pero ¿Acaso no se saluda a todos cuando se llegaba a un lugar?
-Típico – dijo en voz alta sin darse cuenta – Otro maleducado. 
Alan pasó la vista de Alice hacía la castaña al escucharla hablar y se quedó callado al instante. Esa chica… 
-¿Dijiste algo? – Le preguntó con un tono de voz suave. Casi incómodo. Marie abrió los ojos como platos al instante y quiso pegarse en la cabeza. Solo ella se pasaba de boqui suelta. 
-Nada - Dijo serena. – Solo que… Me voy – Alan se quedó observando la figura de la chica al alejarse y se rió. Por alguna razón, ella le recordaba a alguien. A alguien tan descuidada y problemática. 
-¿Y esa quién es? – Preguntó Alice. Alan regresó su atención a la rubia.
-Es una actriz. – Le respondió - La Actriz principal de la película que Zayn está dirigiendo. 


***


Jane se metió al ascensor rápidamente, sintiendo el alivio de la soledad allí dentro. Protegida y fuera de la vista de alguno. Prácticamente había corrido hacía allí cuando cruzó las puertas del edificio. Y solo porque quería evitar encontrarse con Alan o con Justin. O con cualquiera. Dejó salir aire de sus pulmones un poco perturbada por todo lo que había pasado y se preguntó qué era lo que debía hacer. Estaba allí, en las oficinas de Alan, propensa a encontrarse con él. Y todavía no tenía idea exactamente de qué haría si llegaba a verlo. No después de lo que había pasado en su departamento y con ella. No después de haber terminado. ¿Había causado ella esa clase de actitud en él por su rechazo? Se preguntó ¿Ella lo había vuelto de ese modo? La sensación de culpa logró marearla y su mente se quedó en blanco por un momento. Fue difícil sacar de su cabeza la imagen de Alan besándola con brusquedad y luego aquella mirada de

Amor Por Accidente-Justin Bieber {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora