Capítulo 20: "¿Pretendes fumarte al perro?"

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Habíamos subido al auto exactamente a las 13:30. Fue realmente extraño cuando salí del sotano, y bueno, aun más extraño cómo reaccionó Niall... 

/Flashback/

Corrí tan rápido como pude de vuelta a la casa. Por suerte, al ser Londres un lugar seguro en el cual vivir, no habíamos dejado con llave la puerta, lo que me facilitó la entrada. 

Corrí escaleras arriba, entré deprisa a mi antigua habitación y allí vi a Niall sentado, 'esperando' algo. Al verme, se levantó. 

-¡Harry!  ¿Qué ha pas...?-

Me aproximé hacia él, lo tomé por los hombros y lo besé como nunca antes lo había hecho.

Bien, quizá la charla con Gemma había "disparado" mi lado tierno, dejando atrás al hombre "fuerte". ¿A quién pretendía engañar? Mataría por Niall. 

Sin dejar espacio a sus preguntas, lo tomé de la mano y lo lleve de vuelta abajo. Salí practicamente como un rayo por la puerta, mientras Niall trataba de seguir mi ritmo. Al encontrar mi auto, lo obligué a subirse.

/Fin flashback/

Y así es cómo habíamos terminado dentro del auto, camino al centro comercial. Realmente no sabía qué íbamos a hacer ahí dentro, quizá se me había ocurrido por Niall, porque quizá, tan solo quizá, quería que le comprara algo. 

Al estacionar el carro, Niall divisó sin ningún problema dónde estabamos y se apresuró a bajar del auto y salir corriendo hacia las grandes puertas. Claro, allí estaba la veterinaria. Y claro, Niall, como todo hombre de más de dieciocho años, tenía actitud de un chico de cinco. Bah, pero si él quería un perrito...

-¡Harry, apúrate! -Gritó desde lejos. Ah, Niall...- ¡Vamos! ¡Mirá este cachorro! ¡Es precioso! -Se dio vuelta un segundo, y luego volvió a mirarme. -¡Apúrate!

Apure el paso hasta quedar a su lado. Sin que él notará que me encontraba a su derecha, le rodee la cintura y le besé debajo de su cabello. 

-Es precioso, ¿no crees?- Señaló a un cachorrito completamente blanco que estaba durmiendo tranquilamente mientras que éste raro gritaba que era precioso. Ambos lo eran en realidad. - 

-¿Lo quieres? -Pregunté directamente mirando al bichon frisé. Como había dicho anteriormente, no tenía problema en comprarle lo que él quisiera.

-¿E-En serio? -Me miró dudoso y luego me llenó de besos.- ¡Sí, sí, sí! 

-Bien, tú espera aquí afuera. No quiero que te muevas, ¿me escuchaste?- Tome sus mejillas con ambas manos mientras lo miraba serio.- Iré por él. Repito, tú... aquí...quieto.

Lo vi pegar un saltito en su lugar mientras que con sus manos "aplaudía" rápidamente, sin hacer sonido. 

Media hora más tarde, ya estaba saliendo con el perrito entre mis manos. Oh era tan lindo y suave. Se podría decir que era una bolita de algodon. Busque a Niall con la mirada y lo encontré mirando hacia bajo, con su celular en sus manos tecleando a la velocidad de luz...No sé a quién le hablaba.

-Ni.- Pronuncié apenas. El chico levantó su mirada y me sonrió demasiado cuando vio al "algodoncito" en mis manos. 

-¡Oh, paco! .- Fruncí el ceño en cuanto escuche aquel "paco".

-¿Paco?- Pregunté extrañado.

-¡Sí, Haz, Paco! Se llamará así.

-¿Pretendes fumarte al perro? -Seguí extrañado. Él ni siquiera me miró, siguió metido en su mundo, con su ahora perro.- Bah. Cielo, te acabó de decir algo.

-Disculpa, ¿qué has dicho? - Dirigió aquellos ojos azulados hacia mí. Mierda, Niall. Estás buenísimo. 

-Olvídate. No tiene importancia alguna. 

Tomé su mano libre y comenzamos a caminar por el centro comercial. Muchas personas se habían acercado a nosotros, alguna que otra para pedirnos fotografías y mencionarnos que extrañaban la banda, mientras que las otras solo querían acariciar a "algodoncito".  Yo, al contrario, quería acariciar a Niall, no al perro.

-Haz.- Murmuró el rubio detrás mio. Me voltee y lo vi tratando de mantenerse en pie. Oh, el pequeño tenía sueño ya.- ¿Podemos volver a la casa? Quiero dormir.- Hizo puchero haciendome sonreír.

Rodee sus hombros con mi brazo izquierdo y caminamos juntos hacia el lugar por el cual habíamos entrado tres horas antes. Miré nuevamente a Niall y al perro, este último había caído dormido en los brazos del irlandés rato atrás, mientras que el mayor estaba por caerse dormido en mis brazos. 

Destrabé las puertas del auto y el chico pegó un salto al asiento del copiloto. Bien, realmente el centro comercial lo cansó demasiado. 

A mitad del camino había cerrado sus perfectos ojitos y no los había vuelto a abrir. El pobre había luchado todo lo que podía por no caerse dormido, pero lo venció el sueño.

Nuestras manos aun estaban entrelazadas, y en medio del sueño, las llevo hacia su pecho, permitiendome tocar a "algodoncito"

-Niall- Susurré en su oído ni bien estacioné el auto en la puerta de la casa.- Cielo, despierta. Ya llegamos. 

-Mhn.-Volteó su cabeza hacia el otro lado.

-Vamos, bebé. Puedes dormir en la cama. Aquí es realmente incomodo. 

-Llévame.- Murmuró aún sin abrir los ojos. 

-Si será posible, Niall. -Baje del auto y lo rodee, quedando en frente de la puerta del copiloto. La abrí rapidamente, obligando a Niall a que baje. El pobre chico se quedo allí parado esperando que cerrara el auto y finalmente, habíendo terminado, lo cargue hacia mi habitación. Bueno, en realidad, a él y al perro (el cual había recibido, pobre, varios gritos por parte de Gemma diciendo que era una verdadera "ternurita") 

Me voltee ni bien lo deje recostado sobre la cama, con un par de mantas tapando su cuerpo, e iba a salir por la puerta pero su mano, en mi muñeca, me lo impidió. Oh mierda, las pulseras.

Niall pareció no notarlo, por lo que me sonrió. Forcejee para que me soltara, pero eso realmente me delató. El chico se percató de lo que realmente pretendía y, con la mayor cara de preocupación, volteo mi brazo, encontrándose con los viejos cortes que había hecho cerca de la mano. 

No sé cuándo había aparecido a mi lado, pero sé que no había soltado mi brazo en ningún momento y que su vista siempre estuvo dirigida a él. 

-Y-Yo...- Traté de formular algo coherente.

-¿Por qué no me dijiste?.- Finalmente me miró.- Podrías haberlo hecho y podría haberte ayudado. 

-Niall, entiéndeme. No los conocía a ustedes, estaba muy dolido y...

-¿Por qué lo has hecho? -Me atreví a mirar sus ojos. Estaban más azules de lo normal, y rojos alrededor. 

-No sé. 

Me miró por unos largos minutos, hasta que relajó su postura y me abrazó con fuerza. 

-Te amo, Harry. No quiero que lo vuelvas a hacer, ¿entiendes? Yo lo deje por ti, espero que tú lo hagas por mí.

-Ya no lo haré, Niall...

-Prometelo.

-No. 

-¡Harry! 

-No. 

Heart |NARRY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora