Heart |NARRY|

Capítulo 45: "Esperaba que maduraras"

tan, tan cerca del final...¡Quiero muchos comentarios!

Había amanecido helado. A través de las sábanas que me cubrían y de las cortinas que le tapaban la ventana a la gente chismosa, observé cómo los pequeños copos de nieve caían sobre todo Londres.

Podía imaginar, entonces, que quienes iban a trabajar llevaban puesto sus mejores tapados y paralelamente, había niños en la calle haciendo los típicos muñecos de nieve.

-¡Arriba, bebé! - Asustado, me voltee. Harry estaba parando en la puerta de la habitación, sosteniendo una bandeja con lo que suponía que eran galletas, mientras que me miraba sonriente.- Ya sabes que hoy vendrá tu hermano. Así que preciso que levantes tu lindo cuerpo de la cama y que me ayudes a acomodar la casa.

-Harry.- Protesté, haciendo un pequeño mohín. Rodee los ojos al notar que el chico no había dejado de sonreír.

El rizado con su notoria paciencia se acercó a la cama, y luego de dejar la bandeja en la mesa de luz, se metió entre las mantas y me rodeo con los brazos.

-Ni, por favor.- Murmuró antes de besar mi cuello repetidas veces.- Hay un montón de ropa nuestra y de Liz en la sala, al menos tíralas en el cesto de ropa sucia.

-No quiero.- Me cruce de brazos, aunque no me podía ver.- Si salgo, me congelare. Está nevando afuera. Tráeme a Liz, compartiré calor con mi bebé mientras tú limpias. - Le sonreí.

-Niall, contare hasta tres para que salgas de la cama o te sacare yo.

Me aferre con ganas a las mantas, tratando de evitar el que me sacara de la cama. Lo escuché contar, hasta que llegó al famoso "tres".

Minutos después, luego de haber perdido la 'batalla', me encontraba siendo cargado por él. Me percate de que Liz estaba allí hace rato ya que, claro, no podía salir de su cuna sola y además, se encontraba ya con su ropa puesta.

En cuanto pude poner mis pies en el piso, me acerque a la pequeña.

-Mírate, si te estás congelando, Liz.- Ajuste al máximo su pequeña campera. - ¿Quieres un gorrito? Apuesto a que sí. Harry es malo y no se da cuenta cuando las personas sufren, ¿sabes, Liz?- Sabía que no me había entendido, pero igualmente me estaba sonriendo.

Después de devolverle la sonrisa, me levanté y me fui por donde había venido. Escuché el leve gruñido del chico pero lo ignoré olímpicamente. Ni bien salí del cuarto de la bebé, con un gorrito lila en mano, me choque con Harry y ambos caímos al suelo.

-Mierda.- Maldije mientras me volvía a poner de pie. Mi vista seguía centrada en el chico que estaba en el piso.

-Creí que te habías ido a dormir de nuevo, por eso iba para allá.

-Lo supuse, sí. -Salte sus piernas y cuando estaba por mover mis piernas hasta el otro extremo, sentí su mano tomar la mía.- ¿Qué ocurre?

-Estás congelado, Niall.- Incremento la fuerza en el agarre, mirándome serio. - ¿Te sientes bien? ¿Quieres un abrazo? ¿Un beso? ¿Una mantita?

-Bueno, me siento bien, pero en realidad quiero todas.

Dicho y hecho, cuando tenía la manta de pájaros sobre mis hombros, el castaño me levantó del suelo y rodeándome completamente, me besó con gran lentitud. Sus labios encajaban perfectamente con los míos, como si hubiesen sido hechos así apropósito.

Oí un pequeño quejido por alguna parte pero lo ignoré. La segunda vez, aquel quejido también se convirtió en un llanto y ahí reaccione: Le estaba ofreciendo, más o menos, a Harry que me cogiera ahí mismo cuando había una bebe mirándonos, exigiendo atención.