Hoy la reencarnación del mal alias Aika, alias mi madre, finalmente se irá debido a que su estadía en la empresa ha finalizado. El otro día me vi obligada a dar un pequeño resumen de mi vida sólo para satisfacer los instintos cotillas de los chicos para que me dejasen en paz, claro, obviamente no conté lo de mi abuela porque no, eso sería revelar que tengo sentimientos y no gracias, mi fachada de chica fría se iría por el retrete además, no necesito que sepan esa parte de mi.
Se supone que soy una chica fría sin sentimientos ¿de qué sirve ser emo si ellos saben que soy un ser sensible en el fondo? Aunque confieso que últimamente los chicos de bangtan no sé que me la ponen difícil... En fin.
El día de hoy no me siento del todo bien, y no, no es emocionalmente, que asco, me refiero a lo que en salud se refiere. Es una pequeña sospecha que poseo debido a que no es normal que tenga tanto frío y que la temperatura de mi cuerpo sea alta pero no lo suficiente como para sentir debilidad en el cuerpo aparte de contar de compañero con un dolor de cabeza que no juega carritos.
Ah... La vida es horrible.
De repente escuche la puerta de mi oficina ser abierta una vez más sin mi permiso seguido de percibir los taconazos en el suelo delatando al único ser que es capaz de usar esas bestias salvajes las veinticuatro horas del día aumentando mi malestar.
Hablando de dolores de cabeza...
— ¿que se te ofrece? —indague con frialdad sin molestarme en siquiera reparar en su presencia.
He dicho que soy educada pero no tanto.
—me gustaría hablar contigo, Akira... De madre a hija.
Reí internamente ¿De madre a hija? ¿Cuántas veces no me negó frente a los demás? Hasta el sol de hoy mi existencia sigue siendo desconocida para el resto del mundo.
—Ya estamos hablando, Aika —conteste sin apartar la mirada de la pantalla.
Nunca creí que los memes pudiesen ser tan entretenidos, son como yo, crueles y sarcásticos. Solté un quejido de molestia al ver que mi madre apago la pantalla impidiéndome seguir en lo mismo.
— ¡Oye! Estaba en algo importante.
—Hablo en serio —hablo causando que yo virara los ojos cruzándome de brazos de mala gana seguido de mirarle con fastidio.
—Bien... ¿qué quieres?
Observé como la pelirroja suspiro pesadamente colocando su espalda derecha para después cruzarse de brazos imitando mi posición.
—He estado pensando en estos últimos días —comenzó con su monólogo— me preguntaba a mi misma el porqué mis problemas y que fue lo que nos llevó a todo esto y... Creo que Kook tenía razón y al final me di cuenta que... No todo es tu culpa —yo alce una ceja.
¿No todo es mi culpa? Espera...
— ¿Te estás disculpando? —inquirí incrédula a lo que ella miro a otra parte evitando mi mirada.
—No... Si... Algo así —concluyo—en fin... Lo que quería decir es que... Creo que no te merecías tan mal trato y aunque unas simples palabras no arreglaran el daño me gustaría que aunque sea, llegáramos a una tregua así que ¿quieres empezar desde cero? —pregunto ofreciéndome su mano.
Yo le mire recelosa intentando buscar la mentira en sus palabras esperando a que cuando le vaya a tomar la mano no me diga "¡ah! ¿Te la creíste?" Pero al ver sinceridad en su mirada decidí ceder. Siempre he dicho que odiar es una palabra muy fuerte y tampoco me considero una persona rencorosa por muy antipática que sea así que, suspirando extendí mi mano dándole un apretón en señal de que aceptaba su trato.
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Love Yourself || JungKook
Fiksi PenggemarLa paz era todo para Akira, la fotografía su gran alivio, la música su mundo y socializar... bueno... eso es otro tema... y JungKook lo sabe cuando el primer día de trabajo esta le observa con una mirada de "vete, tu existencia me da igual _________...