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La campana había sonado indicando a todos los estudiantes que debían dirigirse a sus respectivos salones, una Akira de doce años caminaba nerviosa por los pasillos del instituto, hoy era su primer día de clases en su nuevo instituto por lo que tenía que revisar su horario para poder saber que clase le tocaba.

La castaña suspiro sintiéndose nerviosa, hace tiempo que había perdido el gusto por socializar con los demás. Desde que su abuela se había ido a otro país Akira se había percatado de lo sola que se sentía, Asuka solía ser la persona con la que ella conversaba, con la que jugaba y quien le ayudaba en todo momento, sin ella todo eso se había desvanecido. Sin su abuela, Akira no conversaba, Aika nunca estaba en casa y sus compañeros de primaria no se le acercaban debido a que ella era "rarita" según sus palabras, al no conversar no jugaba con nadie en su niñez por lo que su entretenimiento estaban en los libros, la tele y en los juegos básicos que traían las mini laptops que les regalaba el inútil del gobierno y para nada, el sistema operativo era tan pirata que al final la laptop se quemo y gracias al de arriba lo único que pudo conservar fue sus buenas notas aunque esta parte se le dificultara por la falta de ayuda.

Akira no le gustaba pedir ayuda a sus maestros, la pequeña era tan tímida que ni siquiera se atrevía a acercárseles, sentía que si lo hacia la verían como una persona incapaz de realizar sus tareas por lo que con el pasar de los años esa "timidez" no fue más que resultado de orgullo. Sujetando la correa de su mochila con su mano y su horario escolar en la otra, la joven se encamino en búsqueda de su salón, tanto se concentro en buscar su dicho salón que no se percato cuando se choco contra alguien teniendo por consecuencia que las cosas que llevaba la otra persona terminasen en el suelo y fue ahí que reacciono cuando observo a una chica de cabello castaño y ojos azules quien se hallaba en el suelo recogiendo sus útiles escolares y la mente de Akira hizo clic por lo que inmediatamente se agacho y termino por ayudar a la chica a recoger sus cosas.

―Discúlpame... ―murmuro un poco avergonzada la castaña, hablar era algo que ya no se le hacía familiar.

―D-descuida... no fue nada ―contesto la chica levantándose una vez ya todo ordenado― andaba algo perdida, ya sabes primer día de clases jejeje ―rio nerviosa desviando la mirada.

Mas incomodas no podían estar ambas adolescentes.

››y... ¿Cuál es tu nombre? ―inquirió tomando por sorpresa a Sakurai quien dudo en si hablar o no.

―Akira Sakurai.

― ¿eres extranjera?

―Algo así... ¿y tú? ¿Cómo te...?

― ¡Emily! ―vocifero otra voz a lo lejos y la mencionada abrazo sus útiles bajando la mirada murmurando un "lo siento" a Akira.

A los pocos segundos llegaron otras dos adolescentes de la misma edad de Akira, una rubia y otra pelinegra esta última frunció el ceño mirando a Sakurai de arriba abajo como si estuviese evaluándola.

― ¿Qué haces con esta china rarita? ¿Acaso quieres arruinar tu reputación desde el primer día de clases? ―le reprocho con enojo a la de ojos de azules quien no se atrevió a responderle.

―Ella no hizo nada malo, solo hablábamos ―susurro Akira tratando de ayudar la otra chica.

― ¿y quién está hablando contigo china? ―hablo la rubia― esto es un problema entre esta plebeya y nosotras así que mejor metete en tus asuntos.

―Si vete y comete un perro por ahí, apuesto a que eres buena en eso ―fue lo último que dijo antes de que ambas rieran mientras se alejaban siendo perseguida por Emily quien iba cabizbaja tras las otras dos.

Love Yourself || JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora