Love Yourself || JungKook

27

“Feliz año nuevo”

31/12/2017

—Ya llegamos —Cerré la puerta para luego proceder a quitarme los  zapatos.
—No me siento bien —Se quejo mientras se acostaba en el suelo mirando en dirección al techo.
—¿Cuánto bebiste Akira?
—D-dos botellas... —Joder, no la vuelvo a dejar con Yoongi nunca más.

Akira no tiene ni el más mínimo aguante al alcohol, no puedes dejar ni que respire cerca de este porque se embriaga.

—Ultima vez que te dejo sola en una fiesta —Me siento a su lado y ella no duda en colocar sus piernas sobre las mías con el propósito de que sea yo el que se encargue de sus botines, viro los ojos ante su osadía y proceso a retirar estos.
—P-pues la última fiesta a la que fuimos t-también termine ebria por tu culpa —dice antes de hipar— t-tú fuiste el que me ofreció esa bebida r-rara —Me apunto con su tembloroso dedo índice acusándome de tales actos.
—No te lo voy a negar —Acepto que fue mi culpa esa vez— pero por lo menos tu y yo no terminamos en el estado en el que están Yoongi y tú, estas irreconocible, no has dejado de sonreir en todo el rato.
—Sonreir es divertido —Que irónico que lo diga alguien que lo que menos hace es sonreir— ¿Me llevas a tu habitación? —pregunta como una niña pequeña y alzo mi ceja al ver su actitud.

Repito, es raro verla comportarse de manera infantil y que sonría mucho, aunque no negare que se ve linda cuando sonríe.

—Primero ¿desde cuándo tantas confianzas? Tú no eres así y segundo ¿Por qué mi habitación? Tienes la tuya propia.
—así como tú te comportas conmigo, yo lo hare contigo y tengo que ir a tu habitación a buscar una pijama.
—¿Pijama?
—Sí, me gusta tu ropa, es grande y calentita, usarla es de lo más cómodo y huele a ti, y tú hueles muy rico —Explico causando que mis mejillas se sonrojaran por esa confesión— así que ve, llévame a tu habitación.

Si, creo que prefiero a la Akira sobria.

Al final por petición de Akira termine llevándola si, no logre hacer que caminara hasta mi habitación por lo que lo primero que hizo fue perderse dentro del armario buscando algo que le gustase y que capaz no planea devolver tal y como lo hizo con la última prenda que le preste.

—¡Listo! —Mire en su dirección para ver como ella salía del armario sosteniendo en sus manos una camisa de pijama color negra, le quedara enorme, probablemente hasta las rodillas— me quedare con esta —La vi girarse dándome la espalda para luego quitarse el suéter.
—Akira ¿Qué diantres haces? —Pregunte dándome la vuelta y así no poder verla.
—¿Quitarme la ropa? —pregunto como si eso fuera algo obvio.
—Eso lo sé, no soy estúpido pero lo que me intriga es ¿Por qué aquí?

Frente a mi precisamente.

—Eh… ¿porque si? No es la primera vez que me has visto semidesnuda, tengo el leve recuerdo de que lo has hecho —murmura pensativa mirando al cielo como si se cuestionara que tan verídicas eran sus palabras. En eso tiene razón, pero igual, no debería hacer eso— ¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso te pones nervioso?
—Nervioso no sería la palabra… —Dije más para mí mismo.
—¿Ah sí? —Por la forma en que lo dijo se podía notar que le divertía la situación.

El estado de ebriedad de Akira era algo por así decirlo... Interesante de ver, es un poco más extrovertida y no se cohibe mucho al decir lo que piensa, es como si una niña pequeña y alegre tomara el lugar de la aburrida y amargada adulta que suele ser, tiene su encanto. Vi de reojo como se posiciono detrás mio para luego rodear mi cuello dejándome sentir su respiración en mi nuca provocando que los pelos se me pusieran de punta.

Desteto ser hombre en estos momentos.

Dije que su niña interior tomaba el control pero eso no quita que se siga comportando como la misma desgraciada que disfruta de ver a los demás sufrir solo que ebria esto se multiplica por diez.