Almuerzo con amigos.

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Han pasado ya tres días desde que trajimos a Martha. Paul insistió en invitar a los chicos a casa. Él quería contarles lo nuestro y además presentar a nuestra nueva integrante de la familia. Invité a Anna y a Betty, Rebecca estaba de viaje así que no podría venir.

Preparé una tarta de manzana. Pero al saber que George vendría decidí hacer dos, por si acaso. Estaba terminándola cuando sentí que me abrazaron por la espalda.

—Que bien huele —dijo Paul y luego besó mi mejilla.

—Es mi especialidad —sonreí. —Hice dos. —Miré a Paul.

—Una para George y la otra para el resto...—dijo como si fuera obvio, yo reí y asentí.

Paul tomó mi mano y comenzó a depositar pequeños besos mientras ascendía por mi brazo, yo reía, pasó por mi hombro, subió por mi cuello, besó mi mejilla hasta llegar a mi boca.

Tocaron la puerta fuertemente.

—Debe ser John —dijo Paul entre besos.

—Ve...a...abrir. —Hice una pausa en cada palabra ya que Paul me interrumpía con besos, luego reí.

Paul me dio el último beso y se fue sonriente a abrir. Saqué la tarta del horno y fui a saludar.

John y Paul estaban dándose empujones mientras reían. Cynthia tenía al pequeño Julian en brazos.

—Hola Cynthia —Me acerqué y la saludé.

—Caroline ¿qué tal? —preguntó la rubia.

—Bien ¿y tú? ¿Como está el bebé?—dije mientras miraba a Julian.

—El cara de bebé está por acá —bromeó John mientras apuntaba a Paul con su dedo. Nosotras reímos. Paul le dio un empujón.

—Hola John. Por favor tomen asiento mientras.

—Los demás aún no llegan —dijo Paul.

—¿En serio? Juraría que estaba sentado al lado de Ringo y que George estaba en la cocina —dijo John en tono irónico y con una sonrisa burlesca.

Paul lo miró con cara de odio, John hizo una cara muy graciosa y todos reímos.

Llamaron a la puerta. Abrí y me encontré con Anna y Betty.

—¡Caroline! —Betty me abrazó. —Tanto tiempo.

—Hola, Betty —sonreí. —Pasa, adelante.

—¡Hola, Carol! —me saludó Anna.

—¡Anna! Pasa.

Las dos entraron y saludaron al resto.

—Qué lastima que Rebecca no haya podido venir —se lamentó Betty.

Betty se sentó al lado de Cynthia y comenzaron a hablar como si se conocieran hace años.

Julian comenzó a llorar. Me acerqué a Cynthia.

—¿Quieres que lo cargue yo? —le pregunté.

—No te molestes, Caroline —dijo ella con una sonrisa cansada.

—Sabes que no es molestia —puse mis brazos—, tú descansa.

Cynthia sonrió y me pasó a Julian. Comencé a caminar con él en brazos mientras acariciaba su rostro, comencé a susurrarle una canción de cuna hasta que se durmió.

—Es un angelito —dije despacio mientras lo observaba.

—Sí, pero es mío. Así que no le hagas ojitos —dijo John mientras bromeando me señalaba amenazante. —Búscate el tuyo. Dile a McCartney que te de uno —bromeó John.

Words of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora