La boda.

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24 de mayo. 06:45 am.

Había llegado el día. Aún no podía creerlo. Me encontraba en pijama dando vueltas por la habitación. Estaba en casa de Anna. Necesitaba hablar con Paul, así que , ahora que ella dormía, era el momento indicado para hablar con él.

Bajé las escaleras sigilosamente. Eché un vistazo a la habitación de Anna, la puerta estaba cerrada. Seguí mi camino. Marqué intentando hacer el menor ruido posible.

"Por favor, contesta" pensé. Se sintió que levantaron la linea del otro lado. Era George.

—George, rápido, por favor déjame hablar con Paul —supliqué hablando bajito mientras miraba las escaleras.

—Jajajja, ni que estuvieras cometiendo un delito —dijo George, yo guardé silencio—. Aah, que ellas tampoco te dejan hablar con él —comprendió—. Bien, te dejaré... ¡Auch! —se escuchó que se quejaba—. No fue porque Paul me esté golpeando, te dejaré porque me caes bien —dijo antes de darle el teléfono a Paul.

—¡Caroline! —escuché su voz al otro lado de la linea—. ¿Qué sucede? ¿estás bien? —se preocupó.

—Sí, sólo necesitaba escuchar tu voz. —Me apoyé en la pared—. ¿Cómo estás?

—Ansioso. Quiero que llegue ya la hora.

—Yo también.

Escuché un ruido en la escalera. Anna venía bajando.

—Bueno mamá, después hablamos ¿sí? te amo...

—¿Está Anna ahí? —preguntó Paul divertido.

—Sí. Bien...

Anna me miró mal. Y en un movimiento me quitó el teléfono y se lo puso en la oreja.

—Hola, Paul. —Me miró y negó con la cabeza—. Bien, y ¿tú? —guardó silencio—. Bueno, nos vemos en la tarde, adiós —colgó.

La rubia me miraba con sus grandes ojos azules, con la boca ladeada, y cruzada de brazos. Yo le sonreí. Ella soltó un suspiro.

—Desayunemos para ponernos manos a la obra. —Se fue a la cocina.

Después de desayunar, comenzó el caos. Fuimos por el vestido. Nos encargamos de que todo estuviera listo a la hora.

*

Había llegado la hora. El vestido me quedaba bien. Dejaba al descubierto mis hombros, y era manga 3/4. Tenía un diseño sutil en la parte superior y en los brazos. La caída era delicada, con un poco de movimiento. Salí del vestidor. Mi madre, mis tres amigas y mis dos hermanas se encontraban ahí.

—Te ves preciosa —dijo Jessica con lágrimas en los ojos.

Todas miraban a punto de llorar de emoción. Incluso yo, pero me habían maquillado hace poco así que no podía llorar. Miré a Julie, a mis amigas, a mi madre y a Jessica, se veían hermosas.

Julie llevaría los anillos. Las pequeñas Violet y Rosie caminarían detrás de nosotros con flores. Se veían encantadoras, aunque ellas se encontraban afuera.

—Te dejaremos sola, tienes que darte los últimos retoques —dijo Betty.

Les di un  abrazo a cada una y se marcharon. Me senté frente al espejo. Miré mi rostro y mi cabello. Pensé en Paul y sonreí.

~

—¡Demonios! ¡Demonios! —grité—. Yo no sé hacer esto. —Me quité la corbata enfadado—. Además, mira mis manos. —Le enseñé mis manos temblorosas a John.

—Dámela. —Me quitó la corbata de las manos—. ¿Dónde está Brian? Él sabe hacer esto.

—Caroline también sabe —dije en un suspiro y tomé asiento—. No puedo creer que al fin vayamos a casarnos. —Le sonreí. John estaba concentrado en la corbata.

Words of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora