Words of love.

Sorpresa.

Acababa de comprar mi billete para ir a Birmingham. El vuelo sería al otro día, saldría en la mañana.

Tomé un taxi hasta el estudio de los chicos. Paul me había dicho que nos juntáramos ahí y que luego nos iríamos juntos a casa.

—Muchas gracias —dije bajándome del taxi.

Caminé hasta la entrada.  Iba a entrar pero escuché mi nombre.

—¿Caroline? —preguntó una voz detrás de mí.

Me volteé y me encontré con el rubio que me había llevado a casa la otra vez, Brad.

—Brad —dije sorprendida y sonriendo. —¿ Cómo estás? —lo saludé.

—Bien ¿y tú? Qué gusto verte.

Me sonrió.

—Bien, gracias —imité su acto.

—¿Qué haces por estos lados?

—Vine a ver a Paul —dije señalando hacia dentro—, ¿y tú?

—Hacía unos trámites. —Me miró. —Te ves muy linda.

Sonreí por cortesía. Brad me miraba fijamente sonriendo. Se produjo un silencio algo incómodo hasta que la puerta se abrió. Me encontré con Paul. Le sonreí.

—Hola, cariño.

—Mi amor, ya llegaste. —Paul me tomó por la cintura y me besó. —Oh, hola...¿Matt, verdad? —preguntó Paul mirando a Brad.

—Soy Brad —dijo él

Paul asintió. Tenía su brazo alrededor de mis hombros. Me acercó a él y bajó su mano hasta mi cintura.

—Bueno, Caroline, fue un placer volver a verte. Y a usted también Sr. McCartney —dijo Brad con su típica amable sonrisa. —Adiós. —Se despidió con la mano.

—Adiós —dije yo.

—Adiós, Matt —dijo Paul.

Brad solo rió y se marchó. Paul me volteó hacia él. Lo miré con una ceja levantada.

—Casi me dejas sin cintura...—dije quejándome por lo fuerte que Paul me había sostenido ese rato.

—Es que no me gusta ese chico...—dijo algo molesto.

—Claro, eres hombre y heterosexual, no tiene que gustarte —dije yo, Paul me miró  serio. —No te pongas celoso amor —reí y acaricié su cabello. —Yo solo tengo ojos para ti —lo besé.

—Y yo para ti. 

Paul me besó apasionadamente.

—Además es rubio... —dije yo, Paul me miró confundido. —Las señoritas los prefieren castaños oscuros —dije levantando mi dedo índice, haciendo una controversia a la película de Marilyn Monroe "Los caballeros las prefieren rubias"  —O al menos esta señorita lo prefiere castaño oscuro — sonreí.

Paul rió y me besó.

—Y de ojitos hazel caídos —dije mirando sus ojos que a cambiaban su tono según la luz y él parpadeó repetidamente. —Con una nariz como esta —le di un toque en la nariz y él la arrugó sonriente—, unos labios como estos —los rocé con mis dedos. —Y si no es mucho pedir, que se llame James Paul McCartney Mohin —susurré en sus labios.

Él sonrió y me besó.

— Te amo —sonrió y pegó nuestras frentes. —Te amo, te amo, te adoro, te adoro...Y podría estar así todo el día —me dijo él.