Bienvenida.

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Era día miércoles, no tenía mucho que hacer así que después de una entrevista que tenía me fui al estudio de los chicos.

 —¡Caroline! ¡Qué sorpresa! —dijo Brian cuando llegué.

—Hola, Brian. —Lo saludé. —Eh...¿les molesta si me quedó aquí? Yo...

—Claro que no nos molestas. —Sonrió Brian invitándome a pasar. —Es un gusto tenerte aquí.

—Muchas gracias, Brian —dije con una sonrisa cordial.

Brian era un hombre muy simpático. Parecía serio, pero no era así. Eso sí, era muy extricto. Me invitó a sentarme mientras los chicos grababan. Decir que Brian regañó al menos unas 5 veces a John y unas 3 a Paul era poco. No paraban de bromear. Ringo y George solo reían, a Ringo lo regañó por reírse demasiado. Yo observé todo muy divertida, con razón Brian era extricto, porque debía serlo.

—Amor —dijo Paul saludándome desde lejos con la mano cuando habían terminado.

Luego corrió y me besó.

—No cuenten dinero delante de los pobres —dijo John señalando a George que estaba muy concentrado comiendo unos pasteles.

—¡Eh! A mí no me importa —dijo George al notar que John lo señalaba. —Yo sólo quiero comer algo.

Paul no le dio importancia a esto y me volvió a besar.

—¡Hey, chicos! —dijo Ringo con una carta en la mano.

Todos nos volteamos a mirar. Él levantó la carta.

—Es de Astrid —dijo con su simpática sonrisa.

—¿Y qué dice? —preguntó John.

—Viene a Inglaterra, llega mañana, al parecer la carta tardó en llegar. —Miró la carta. —Quiere vernos a todos. —Sonrió.

—Podríamos juntarnos en casa del cerdo —dijo John señalando a Brian.

—¡Oye, Lennon! —gritó Brian enfadado y se acercó a John.

—Calma...—dijo Paul poniéndose en medio de ambos. —John, compórtate. —Lo señaló.  —Brian, creo que es buena idea lo que dice Lennon, aquella casa es más grande —dijo Paul intentando calmarlos.

—Sí, bien.

—Nosotros iremos a recogerla —dijo George.

—Está bien —dijo Brian. —Entonces mañana todos en la casa a las 14:00

Todos asintieron.

—Iré por mis cosas y nos vamos —dijo Paul y yo asentí.

—Brian, casi lo olvido. —Rebusqué en mi bolso. —Ten, es la copia del adelanto del libro que querías. —Se lo di.

—Muchas gracias, Caroline. —Lo tomó. —Lo leeré a penas llegue a casa. Seguro que está genial —sonrió.

—Cuando lo termine serás de los primeros en leerlo —le sonreí y miré a los chicos. —No creo que a ustedes les interese.

—Yo no tengo tiempo —se excusó Lennon.

—Yo quisiera una —dijo Ringo. —Leí la copia anterior que le diste a Brian y me gustó mucho. Es el primer libro sin dibujos que me gusta —bromeó ensanchando una sonrisa.

Yo reí.

—Bien, mañana te llevaré una —le dije.

—Deberías ser modelo y entregarnos fotos tuyas, en vez de libros —dijo pensativo John. —Sería más interesante. — Se encogió de hombros.

Words of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora