Lo mejor para los dos.

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“En menos de un mes, todo estará arreglado”. Esas fueron las palabras de Paul. No obstante, no fue así. Cada vez nos vemos menos. Las cosas han empeorado desde entonces.

Me encontraba en un reunión con la gente de la editorial. No prestaba mucha atención a lo que hablaban. Últimamente tenía la cabeza en otra parte.

—¿Y bien, señoritaCaroline? ¿Qué le parece? —preguntó el barbón director de la editorial sacandome de mis pensamientos.

Todos me miraban. Comencé a balbucear algo, Lucy rió por lo bajo.

—Perdón...—dije algo avergonzada—. ¿Puede repetirme la pregunta?

El director sonrió amablemente.

—Le preguntaba que le parecía marcharse a Mánchester unas semanas para escribir su nuevo libro.

—¿Mánchester?

Ellos asintieron a la vez. Me quedé algo pensativa. Mánchester quedaba a unas 4 horas de Londres. Casi a la misma distancia de Liverpool.

—Nosotros pagaremos su estadía y todo lo que necesite —añadió un tipo de la editorial.

—¿Por cuánto tiempo? —pregunté.

—El que haga falta.

Solté un suspiro y desvíe la mirada. Necesitaba pensarlo. Era una buena oportunidad. A veces es mejor ir al lugar y ver el espacio en el que se desarrollará tu historia. Pero...Paul. Las cosas no iban bien entre ambos, cada vez estábamos más distantes y ahora yo tendría que viajar por quien sabe cuanto tiempo.

Me miraban esperando una respuesta.

—Yo...creo que debería pensarlo primero...

—Recuerde que esta es una gran oportunidad para su carrera.

—No hay mucho que pensar.

—El tiempo es oro, señorita. Cuanto antes viaje, mejor.

—Caroline, es una buena oferta, te vendrá de maravilla.

Comenzaron a bombardearme con comentarios como aquellos. Sentía que mi cabeza iba a explotar. Todo me daba vueltas. Me paré rápidamente, todos guardaron silencio. Caminé hasta la puerta, corrí hasta el baño. Cerré la puerta y unas náuseas enormes me vinieron. Me agaché y comencé a vomitar.

Me miré al espejo mientras lavaba mi cara y mi boca. Un calor me invadió. Me mojé nuevamente la cara. Lucy golpeaba la puerta preocupada.

—¿Estás bien?

No respondí. Todo esto me sobrepasaba. Me sentía presionada. Solté un suspiro y me senté en suelo. Tomé mi cabeza entre mis manos. Quizás, este viaje fuera bueno para nuestra relación. Era lo único que me impedía hacer el viaje, pero quizás fuera lo mejor, darnos un tiempo para pensar bien todo. Dar un tiempo para que todo se solucionara.

—¡Caroline!

Me levanté y abrí la puerta para encontrarme con Lucy preocupadisíma.

—¿Qué pasó?

—Necesitaba pensar las cosas, me ahogaban sus comentarios. Pero ya tengo todo claro —sonreí.

Caminé hasta la oficina en la que se realizaba la reunión. Todos me miraban, tomé asiento.

—Siento lo anterior. No me sentía bien —suspiré.

Todos guardaban silencio mientras me observaban. Tomé una bocanada de aire.

—Iré a Manchester.

—Una gran decisión —dijo el director mientras aplaudía lentamente.

Yo sólo sonreí. Hablamos sobre el viaje y todo aquello. Una vez terminó la reunión me marché a mi despacho.

Words of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora