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Eren veía por la ventana de el auto, la música era agradable, el azabache conducía despacio, de vez en cuando veía de reojo al castaño.

- ¿Tienes el día libre mañana?

Eren: ¿Qué?

- ¿Tienes el día libre mañana?

Eren: No realmente.

- Ya veo.

Eren: ¿Por qué?

- Quería invitarte a comer, disculparme de buena manera por lo de esta mañana.

Eren: No es necesario.

- Lo es para mi.

Eren: Mañana es un día complicado, debo esperar a mi hijo.

- ¿Tienes un hijo?

Eren: Si, se llama Alois.

El desconocido sonrió, escuchar la emoción en la voz de el castaño al hablar de su hijo le provocó sonreír.

- Lindo nombre, supongo que es tan lindo como tú.

Eren miro al azabache, se sonrojo al ver como le guiñaba un ojo.

Cuando llegaron al edificio de el castaño, Eren tardó un poco en salir de el auto.

Eren: Salgamos el siguiente viernes, ¿qué dices?

- Perfecto, ve con cuidado y portate bien.

Eren asintió, antes de salir recibió un beso en la mejilla.

No es amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora