No es amor.

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Eren estaba sorprendió, aquel lugar sin duda era hermoso, viendo a su acompañante no dudo en entrar.

- Bienvenido a el restaurante del cielo.

Eren: Es hermoso.

- Me alegra que te guste, eres el primero en conocerlo.

Eren: ¿De verdad?

- Sí, oficialmente este lugar abre en un mes, pero hoy y por está noche es sólo tuyo.

Eren miro al azabache, sobre todo cuando lo tomo de la mano y lo dirigió a una de las mesas justo en el centro de el lugar.

- Mira hacia arriba.

Eren hizo lo que el desconocido le pedía, se maravilló al ver el hermoso techo de cristal que permitía ver las estrellas.

Eren: Insisto, es maravilloso.

- Bien Eren, tomemos asiento.

Eren asintió, cuando los dos estuvieron sentados, un camarero llegó, dejando la carta frente al castaño espero hasta que ordenara.

Eren: El menú es variado.

- Se seleccionó de acuerdo al comensal, hay gusto para todos.

Eren: Los postres son los más interesantes.

- Preferecias dulces, bien pide lo que quieras, el dueño invita.

Eren: ¿De verdad?

- Sí, digamos que el dueño está encantado con tan maravillosa compañía.

Eren: Ya veo.

Eren reviso el menú una vez más, el camarero tomo su orden dejándolos solos.

Eren: Bien desconocido extremadamente amable y roba besos, ¿me dieras tu nombre?

- Que buena descripción diste de mi.

- Me llamo Taiki, tengo 32 años, soy soltero y espero poder ser tu amigo.

Eren miro al azabache, tenía esa sonrisa que podía encantar a cualquiera.

Eren: Dime Taiki, ¿qué buscas de mi?

Taiki: No te voy a mentir, me agradas.

Eren: No contestaste mi pregunta.

Taiki: No busco nada, Eren, no se  por lo que pasaste antes de conocernos, pero te aseguro que jamás haré algo para hacerte sentir mal o incómodo.

Eren: Taiki.

Taiki: Eren, permíteme conocerte.

Eren: Esta bien.