No es amor.

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Eren y Alois veían con atención el enorme jardín de aquella casa, el niño intento tocar las flores siendo detenido por su padre.

- Déjalo que toque, no pasa nada.

Eren: Señora.

- Dime abuela, el debe ser tu hijo.

Eren: Sí, el es Alois.

Alois: B-buenas tardes.

Taiki: Abuela.

- Niño, los dejaste solos esperando, vengan vamos a tomar un poco de limonada.

Eren asintió, siguieron a la mujer hasta el interior de la casa, Alois vio con atención todas las decoraciones, en especial un avión.

Taiki: El abuelo colecciona aviones, el fue piloto.

Alois: ¿De verdad?

Taiki: Te los mostraré más tarde.

Alois asintió, sonrió al recibir un plato con galletas que comió con gusto.

Todos estaban sumidos en una platica agradable hasta que el abuelo de Taiki llegó.

Taiki: Abuelo.

- Muchacho.

Taiki: Abuelo, el es Eren y el su hijo Alois.

El hombre miro a los castaños, su mirada regreso a su nieto.

- ¿Qué esperas para darme nietos igual de lindos que el niño?

Taiki: Abuelo.

- Abuelo nada, sus hijos serían lindos, además me hago viejo.

- Viejo ya eres.

- Mujer.

Eren: Es un gusto conocerlo.

- El gusto es mío.

El resto de la tarde la pasaron conociéndose, en cierto punto Taiki, Alois y el anciano escaparon de la plática para ir a una de las habitaciones, Alois se sorprendió al ver varias figuras de aviones.

Taiki: ¿Recuerdas que te dije que el abuelo fue piloto?

Alois: Sí.

Taiki: El fue piloto de un avión caza, le gusta coleccionar los aviones para recordar sus tiempos de gloria.

- Fueron buenos tiempos, ¿quieres escuchar alguna historia?

Alois asintió, Taiki sonrió al ver a Alois tan atento y a su abuelo omitir ciertas partes de sus historias.