Todo

VI

En el capítulo anterior....

De pronto apareció su nombre en la pantalla. En cuanto descolgué y le vi la cara sabía que algo no andaba bien.

- Huguito... - estaba tan triste... - mi amor

- Anaju... me ha dejado... se acabó

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- ¿Cómo? ¿Qué ha pasado? - no entendía nada

- Me ha dicho que no está enamorada de mí, que nos equivocamos y que cree que fui un parche por la marcha de Rafa 

- ¿Cómo que no está enamorada de ti? Si estabais bien, ¿no? No entiendo

- Yo tampoco entiendo nada... 

- Ayy... Huguito - lo único que me apetecía era atravesar la pantalla, darle un abrazo y quedarme ahí

- Anaju... 

- Dime cariño 

- ¿Tu crees que nos hemos equivocado?

Me quedé en shock. Hugo nunca me había preguntado por mi opinión con respecto a su relación con Eva. No le había hecho falta. ¿Pero cómo decirle lo que pensaba realmente? No quería hacerle más daño. No hoy.

- Eso es irrelevante, Hugo. Apostaste por lo que decía tu corazón y eso nunca es un error. Puede salir bien o puede salir mal pero siempre será la mejor opción

- Ya... - nos quedamos en silencio y lo veía tan indefenso, tan achuchable

- Ojalá existiera el teletransporte para darte un abrazo

- Ojalá. Eres la única que me quiere

- Ya... y siempre va a ser así - susurré

- Gracias por escucharme y animarme siempre -ni cuenta se había dado de lo que le había respondido

Conseguí que se animara y estuvimos hablando horas. Las 6 de la mañana de nuevo. Era una costumbre ver el amanecer mientras hablábamos. Y veía que se estaba quedando dormido.

- Huguito, mi amor, deberíamos colgar para dormir. Mira que hora es

- Es que el tiempo contigo pasa to rápido, illa

- Que tonto

- ¿Te puedo pedir un favor? 

- Claro, el que quieras

- ¿Podemos dormir hoy como el otro día? De estar en la academia me habría fugado a tu cama a que me hicieras cosquillitas pero ya que no podemos esto es lo más cerca que puedo estar de ti - me dejó parada su petición

- Por supuesto que sí

¿Cómo podría describiros lo que fue el confinamiento? Definitivamente, su nombre y apellidos lo resumían a la perfección. Desde ese día, al que las fans, mis limonas, habían apodado tortillagate, Hugo y yo parecíamos inseparables. Directos en Instagram, clases con Ivan, directos haciendo el cardio de Cesc, videollamadas de horas y horas... Así eran nuestros días. No sé en qué momento empezamos un juego cifrado de recomendación de canciones que escondían mensajes. Cualquier canción que encontraba acababa teniendo un significado especial para mí y mi relación con Hugo. Y al parecer las que él compartía también. Al menos así las interpretaba yo.

Llamadme loca si queréis. Y sí, muchas pensaréis que lo estaba. Mai no se cansaba de decirme que estaba jugando con fuego pero a mí me gustaba estar en llamas. Así éramos él y yo puro fuego como nos decían en Señorita. En llamas... cómo la canción. Ay... esa canción se convirtió en una especie de himno para mí con él.