16 y 17 de Mayo de 2020
ANAJU
- Hoy te dejo dormir sola pero mañana te quiero de nuevo en mi cama
Fue decirme eso y no poder parar de reírme. Necesitaba dormir en mi cama, procesar todo lo que había pasado. Habíamos pasado de ser amigos, hermanos de sangre como dice él, a estar juntos, como si fuéramos pareja. Nunca me sentí su hermana porque siempre hubo sentimientos de por medio. Des del principio Hugo se convirtió en mi debilidad, a pesar de no haberlo reconocido hasta la dichosa cuarentena. Jamás me habría imaginado que las cosas tomaran ese rumbo y no me apetecía pensar en todos los miedos que tenía. No podía permitírmelo. Quería disfrutar de lo que teníamos, al menos hasta que ambos quisiéramos.
Estuve un rato escuchando los coros que había grabado para Rota. El rumbo que le estaba dando a la canción me gustaba. Era la primera vez que algo tan mío me parecía bueno. Poco después noté una mano tocándome el hombro. Pensé que sería él y sonreí. Pero al darme la vuelta no lo encontré a él. Encontré a Gèrard, con sus ojos hinchados de haber llorado. Me descolocó. Pensé que Eva estaría con él durmiendo como la noche anterior pero la pequeña se había acostado con Nia para dormir.
Gè era tan importante para mí que me daba la sensación de haberlo descuidado un poco esos días. Estaba nominado con Hugo y cualquiera de los dos podía irse y eso me dolía. Supongo que había levantado un muro hasta el día de la gala para no sufrir antes de tiempo. Le hice un hueco en la cama.
- ¿Qué pasa Gè? -le dije dándole un abrazo
- No estoy siendo yo, Anaju... Creo que me voy a ir el miércoles y, aunque me gustaría seguir viviendo esto, quiero irme
- No digas eso
- Sí, estando en la cuarentena he sido más yo, me he sentido libre, sin presiones, sin que me juzguen y aquí dentro no lo soy
Le di un abrazo y estuvimos un rato charlando, riendo. Vi una pequeña cabeza asomándose por la litera y supe que Hugo nos había visto. Al parecer no le hizo ni pizca de gracia porque resopló tumbándose al instante. Ya hablaría con él por la mañana. Me apetecía disfrutar de Gèrard y de las que podían ser sus últimas horas en la Academia. Tenía tan interiorizado el hecho de que Hugo se quedaba, que si finalmente no era así me destrozaría.
Al poco rato, Gèrard se fue a su cama y yo caí rendida. Cada vez dormía menos y al final acabaría pasándome factura, por lo que agradecí tener una noche tranquila. Al despertar, él seguía durmiendo. Parecía un bebé. Quería subir a su cama, abrazarlo para despertarle con besos pero me daba tanta penita que decidí dejarle dormir. Salí de la habitación y me fui al baño, a lavarme la cara. Gè ya estaba en la cocina sacando los platos del lavavajillas. Parecía que quería disfrutar cada segundo de los que le quedaran ahí dentro.
Escuchamos voces y por lo que parecía ya estaban despertando el resto. De pronto apareció por la cocina. Me acerqué y con mi voz más sexy, saludé.
- Hola, buenos días
Pero él pasó de largo hacia la encimera. Gèrard le dio los buenos días y tampoco dijo nada. Estaba enfadado, se le notaba. Y lo habría matado ahí mismo pero preferí darle su espacio y su tiempo. Me senté a su lado y mientras me estiraba noté su mirada sobre mí. Al menos parecía estar preocupado de mi dolor de espalda. Preguntó por Bruno, aún serio. No entendía nada. Hasta que explicó que había soñado lo mismo que el día anterior. Sueño que me había explicado conmigo abrazada en el que tenía dos caminos y en los dos acabábamos montándonoslo de alguna manera. Casi escupo el café cuando dijo que le había parecido guapo el sueño. Por fin se reía.
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Todo
Hayran KurguSolo quiero verte, mirarte y decirte que sentirte entre mis brazos me hizo reflexionar de lo dulces que son tus labios Solo quiero verte, mirarte y besarte que brillen nuestros ojos que no pares de escuchar tengo que contarte todo Todo, tu lo eres...