HUGO
Sin duda, mudarme a Madrid había sido la mejor decisión que podía haber tomado en mi vida. A pesar de haber alquilado un piso a escasos metros del de Anaju, me pasaba los días con ella. Por lo que solo iba a casa para coger algo de ropa o montar los muebles que me iban llegando.
A pesar de haber convivido con ella en la Academia, no podía considerarlo igual. En OT de lo único que debíamos preocuparnos era de poner los platos a lavar o de tener ordenado el baño y los armarios, aparte de poner lavadoras. En ese caso todas las tareas dependían de nosotros y sabía a ciencia cierta que ambos compartíamos esa necesidad de tenerlo todo impoluto. Por lo que, como os decía Anaju en el capítulo anterior, no había lugar a ninguna discusión.
Me sorprendía lo mucho que conectábamos en ese sentido y ya sentía mío su hogar. Por no mencionaros el ámbito sexual. Nos habíamos convertido en puro fuego cada vez que estábamos juntos. Desde nuestra primera vez, no hubo ni un solo día que nuestros cuerpos no se convirtieran en uno solo. Y es que cuando conectas tanto con una persona, no solo a nivel físico sino también a nivel mental y espiritual, todo es felicidad.
La esperaba en el salón con mi guitarra antes de salir a cenar y había tomado una decisión que quizás suponía un cambio en nuestra relación. Pero estaba tan seguro de nosotros que nada podía pararme. Como siempre, la cena se desarrolló entre risas, besos y caricias. Nos importaba poco quién pudiera vernos. Nos habíamos acostumbrado a que nos fotografiaran en cualquier sitio y lo único que hacíamos era mostrarnos naturales, reales.
La miraba fijamente a los ojos, esos en los que tantas veces me he perdido. Contemplé lo mucho que disfrutaba de la comida y sonreía por verla tan feliz. Pensaba en lo completo que me sentía con ella. Siempre ha conseguido hacer que mi corazón bombeé más rápido de lo normal cuando la tengo al lado. Era el momento perfecto.
- Anaju... -agarré su mano con suavidad y fijé mi mirada con la suya
- Dime mi amor
- Pues mira... yo... llevo un tiempo pensándolo... -me quedé en silencio y me impresionaba que fuera capaz de esperar y respetar mis tiempos- Estoy un poco nervioso -dije completamente sonrojado mientras sonreía
- ¿Por qué bebé? -me acarició la cara, con la misma dulzura de siempre, esa que conseguía derretirme
- Hace ya semanas -esta vez cogí ambas manos y la acerqué un poco a mí, tirando de ella- que estamos juntos. Nunca pensé que podría encontrar a alguien que me completara tanto como tu -se mordió los labios y el brillo de sus ojos me deslumbró- Me haces mejor persona -acariciaba mis manos y poco a poco se acercaba más a mí- Y todo este tiempo, hemos estado juntos en tu piso y no sé que te parecerá pero me gustaría que fuera nuestro, quiero decir... me gustaría... -empecé a ponerme nervioso
- A mí también me gustaría que viviéramos juntos, Huguito. Aunque no se diferencie mucho de lo que hacemos ahora pero quiero que todo sea de los dos -me lancé a sus brazos en cuanto la escuché pronunciar lo que yo no había sido capaz
- Sé que es un paso importante para el poco tiempo que llevamos pero contigo me siento preparado para todo ¿sabes? -dije con mi frente pegada a la suya
Sostuvo mi cara entre sus manos para juntar lentamente sus labios a los míos. Si creía que no podía ser más feliz, me equivocaba. Con ella siempre era así. Nunca dejaba de sorprenderme la facilidad con la que conseguía convertir mis días en inolvidables. Todos y cada uno de los que he pasado a su lado lo han sido.
ANAJU
Me había propuesto vivir juntos y no podía estar más radiante. Durante esas semanas, lo llegué a pensar muchas veces. Como os decía, tenía muchas cosas en casa y no nos separábamos para nada, pero mis miedos e inseguridades por estropearlo me hacían querer frenar. Por eso al escuchar su propuesta no dudé ni un segundo.
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Todo
FanfictieSolo quiero verte, mirarte y decirte que sentirte entre mis brazos me hizo reflexionar de lo dulces que son tus labios Solo quiero verte, mirarte y besarte que brillen nuestros ojos que no pares de escuchar tengo que contarte todo Todo, tu lo eres...