XXXII

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           HUGO

Me lancé a la piscina. Tenía la necesidad de gritarle al mundo que la amaba, que estaba enamorado de Anaju desde el primer día que la vi. Tenía miedo de dar ese paso, no solo por los miles de fans que se nos iban a echar encima, sino por ella. Por volver a atraer esos demonios que llenaban su cabeza de inseguridades. Pero como siempre conseguía sorprenderme. Parecía haber querido dar ese paso igual que yo. Habíamos dicho al mundo que nos queríamos y nada podía hacerme más feliz. Por fin me sentía libre, por fin podía ser natural, por fin podía compartir mi amor por esa mujer. 

El equipo y los profesores decidieron regalarnos la fiesta de después del concierto. Era la última vez que íbamos a estar todos juntos. Habían alquilado un local y habían montado una especie de chat, como los viejos tiempos. Tras el beso en el escenario, Anaju y yo no nos habíamos separado en ningún momento. Sentir nuestras manos entrelazadas, ver su sonrisa o notar lo rápido que le latía el corazón cada vez que la besaba sin importarme quien hubiera delante, era mi razón para ser feliz. 

Y a pesar de estar en mi mejor momento, había algo que no me dejaba estar completo al 100%. Necesitaba arreglar las cosas con alguien que fue uno de mis mejores amigos. Aproveché que Anaju se había ido a bailar con Nia y Eva, para acercarme. 


- Rafa... -su mirada aún gritaba lo decepcionado que estaba conmigo- ¿Podemos hablar?

- Dime... -incluso su tono era más frío de lo que nunca pude imaginar

- Quiero pedirte perdón. Discúlpame. Fui un idiota y un egoísta

- No tienes que... -lo interrumpí

- Sí, lo necesito. Necesito pedirte disculpas porque la culpa me pesa. Lo hice fatal y es algo que llevo cargando desde el momento en que te fuiste. Incluso antes. No pensé en ti, no pensé en Aurora, no pensé en mi familia, no pensé en Anaju... Y me culpo cada día por ello, porque la cagué. Creí estar enamorado de Eva pero me engañé. La única que ocupaba mi corazón y siempre fue así era Anaju y me negué a ver la realidad, dejándome llevar por el cariño y la atracción que sentía por Eva

- Lo sé, no tienes que darme ex...

- No tengo porqué pero quiero hacerlo, Rafa. Eras... eres una de las personas que más me ha cuidado ahí dentro. Te consideraba mi mejor amigo y te fallé. Sé que te hice daño y por eso quiero disculparme. No pretendo que volvamos a tener la misma relación de antes o siquiera que me perdones, yo no lo haría porque fui un mierdas. Pero necesitaba decirte todo esto porque te quiero. Y porque quiero que lo tuyo con Eva funcione y que lo mío con Anaju dure toda la vida... Por eso. Perdón 


No decía palabra. Me miraba atento, procesando todo lo que había expresado. Decidí que lo mejor era marcharme. Por fin me sentía liberado de ese peso que me mortificaba día tras día. Pero me paró. 


- Gracias illo. Por tus palabras. Obviamente me hicisteis mucho daño los dos pero eso es el pasado y he aprendido a perdonaros. Al fin y al cabo no teníamos nada serio y, en cierta parte, entendí que acabarais juntos. Ven aquí anda -y me abrazó


No os miento si os digo que consiguió arrancarme alguna lágrima. Había recuperado a mi mejor amigo. Y, de corazón, quería que todo le fuera muy bien con Eva. Ambos se hacían mucho bien y se notaba que derrochaban amor por los cuatro costados. 


- Pero bueno... mira que cuquiños nuestros chicos -dijo Eva, abrazada al cuerpo de Anaju

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