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XLIII

En el capítulo anterior... 

         HUGO

Y como por arte de magia los meses pasaron volando y ya nos encontrábamos en noviembre de 2021, a punto de celebrar nuestro primer aniversario juntos. ¿Quién me iba a decir a mí que ese día se transformaría en un sueño del que no querría despertar? 

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         ANAJU

Era jueves 25 de Noviembre de 2021. Podía parecer un día más en el calendario pero para mí era especial. Nuestro primer aniversario. Hacía un buen rato que me había despertado entre los brazos de Hugo. Observaba su rostro, fascinada por su piel de porcelana y sus perfectas facciones. Me preguntaba cómo era posible querer tanto a una persona. A veces me sentía abrumada por todo el amor que entre nosotros existía. Reconozco que en muchas ocasiones el pavor a romperme de nuevo aparecía en mí pero su sonrisa conseguía ahuyentar mis demonios. 

Nuestra relación era extrañamente perfecta. El respeto, la comunicación y el amor eran la base de nuestra vida juntos. Todo resultaba fácil con él. Nos entendíamos tan bien como en la Academia. Ambos respetábamos nuestros tiempos y nuestro espacio. Ni siquiera discutíamos porque cuando algo nos molestaba, lo hablábamos al instante. Era la relación que siempre había querido, el ideal del que todos hablan y el que yo estaba viviendo, aún sin creérmelo. 

No tenía ni idea de qué me depararía ese día pero sabía que esta vez quería ser yo quién sorprendiera a Hugo. Él siempre ha sido detallista en todos los sentidos, por lo quería recompensar de alguna manera lo bueno que era siempre conmigo y lo mucho que me demostraba día a día. 

Lo tenía todo planeado. ¿Qué raro, verdad? 

Ambos íbamos a estar toda la mañana en el estudio, componiendo nuevos temas y cerrando algunas cosas para el lanzamiento de nuestro segundo disco. Llevaba días preparando lo que quería que fuera un fin de semana inolvidable y trabajé más horas de las que debía para poder salir antes que él. Estaba agotada. Hacía días que no dormía más de 4 horas seguidas y los nervios se habían apoderado de mí. Pero merecía la pena demostrarle a Hugo lo mucho que lo quería. 

Acabé antes de comer con las entrevistas y por fin era libre hasta la siguiente semana. Al llegar a casa empecé a preparar las maletas, tanto la mía como la suya. Nos esperaban varios días por delante llenos de sorpresas. Aún no se cómo se me hizo tan tarde y tuve que comer a la velocidad de la luz para que Hugo no me sorprendiera con las manos en la masa. Todo estaba listo, solo faltaba lo más importante. Él. 

          HUGO

La mañana en el estudio se me pasó volando. El disco estaba quedando increíble y me sentía tan satisfecho del trabajo que no podía esperar a que viera la luz. De nuevo, contaba con la colaboración de grandes artistas pero para mí lo más importante era que en muchas de las composiciones había participado Anaju. De hecho, Sony nos ofreció hacer otro dúo y no dudamos en ningún momento en hacerlo. Poder compartir algo así con la que es la mujer de tu vida, sin duda, es algo impresionante. 

No os engaño si os digo que estaba especialmente nervioso. Ni siquiera entendía el porqué. Era nuestro primer año juntos. Aunque para mí era más que evidente que Anaju había sido mi persona desde mucho tiempo atrás. Ambos habíamos hablado que lo celebraríamos el fin de semana con algún plan especial y que simplemente dejaríamos ese día para cenar juntos y disfrutar de nuestro amor como tantas otras noches. 

Comí algo rápido antes de la última entrevista del día. Estaba agotado pero por fin iba a poder descansar ya que tenía libre hasta el siguiente lunes. Y lo que más me apetecía era llegar a casa, poner una peli de Netflix, hacer palomitas y comerme a Anaju hasta sentirme extasiado. En ese mismo orden.