Todo

XXVII

         ANAJU

Lo vi aparecer por la sala, cogido de la mano de Eva, buscándome con la mirada. Estaba tan guapo que incluso dolía. Rafa se había empeñado en aparentar que habíamos vuelto a tener algo. Quería que tanto Eva como Hugo lo pensaran para ver su reacción. Entrelazó mis dedos con los suyos y empezó a decir tonterías que me hacían reír. 

Hugo había soltado la mano de Eva en cuanto nuestras miradas se cruzaron. Lo vi mirarnos a ambos, miraba nuestras manos, el brazo de Rafa y yo no pude evitar apartar la mirada para seguir riéndome con él. Escuchaba como saludaba a todo el mundo. Cada vez estaba más cerca. De pronto lo vi enfrente nuestro, dándole un abrazo a Nia que se encontraba a mi derecha. Rafa se levantó sin soltarme y se dieron un apretón de manos. Fue tan incómodo que a día de hoy aún recuerdo el escalofrío que recorrió mi cuerpo. 

Me miró y aprovechó el hueco que había entre los dos, para meter su brazo y separarme de Rafa. En cuanto me soltó, Rafa volvió a sentarse y tiró de mí de nuevo, para rodear mi hombro con su brazo bajo la atenta mirada de Hugo, que seguía petrificado delante nuestro. Eva había llegado a nosotros y si las miradas mataran, yo estaría muerta y enterrada desde hace mucho en cualquier hoyo. Noté como se tensaba el cuerpo de mi amigo al sentir la mirada de Eva sobre nosotros. Apreté su mano contra la mía, para que sintiera que estaba ahí apoyándolo, igual que había hecho él segundos atrás. 

Me levanté para darle un abrazo. Nos separamos y se agachó para darle un beso en la mejilla a Rafa, que aún seguía sentado. Era increíble la seguridad con la que se mostraba frente a él. Pablo llegó para interrumpirnos y explicarnos el planning de los ensayos. Tenía a Hugo sentado a mi lado, observando cada movimiento que hacía, mis manos entrelazadas con Rafa... Sentía su mirada clavada en mí. 

Nos explicaron que ensayaríamos las grupales al principio y luego nos separarían en grupos para ensayar las individuales y los dúos. Deseaba con todas mis fuerzas ser de las primeras para marcharme cuanto antes a casa y salir de ahí. Sentía que en cualquier momento me iba a derrumbar y no podía permitir que nadie me viera tan frágil, tan débil, tan vulnerable. Había llorado demasiado ya. 

Si hay algo que define mi vida es la poca suerte que tengo y esa vez no iba a ser diferente. Estaba en dos grupos. El primero me pareció genial con Mai, Bruno, Nia, Jesús, Ari y yo. Pero el último grupo en ensayar éramos Samantha, Flavio, Rafa, Eva, Hugo y yo. ¿Entendéis porqué digo lo de la mala suerte, verdad? Lo peor de todo eso es que también nos dividían en nuestro grupo para ensayar y Hugo y yo íbamos a ser los últimos. Quería morirme. 

Poco a poco todos se iban marchando en cuanto acababan. Hablaba con Sam y con Flavio, que parecían dos adolescentes sin quitarse las manos de encima. Rafa y Eva estaban ensayando en el escenario su single, antes de que llamaran a Fla para el Hey Baby. Y Hugo estaba desaparecido. Necesitaba tomar el aire, escapar de ahí. Pregunté a Pablo si podía salir del recinto pero me lo negó. Aún así me recomendó que fuera a la terraza, allí podría estar tranquila. 

Salí y había un rinconcito parecido al de la Academia, con sofás. Me senté mirando el cielo de Madrid. Intentando coger el aire que luego me faltaría en los ensayos. Intenté evadirme mirando Twitter. Era el momento del día en que mi mente se relajaba y se divertía compartiendo cosas con las fans. 

          HUGO

No podía más. No podía verla en brazos de Rafa otra vez. Y lo que más me dolía era ver que era feliz con él. ¿Cómo había podido ser tan estúpido? ¿Por qué la dejé marchar queriéndola de la manera en que lo hacía? Salí de la sala y me escapé a una terraza a fumar. Necesitaba aire y pensar en todo lo que estaba pasando.