Todo

XXVI

          ANAJU

Eran las 22h y no tenía noticias de Hugo. Algo en mi interior quería creer que aparecería pronto por la puerta, tan enérgico como siempre, demostrándome que lo que me decía era verdad. Pero tenía la certeza de que no sería así. Estaba con ella y no podía hacer ver que no. Dolía. Mucho. 

         HUGO

Pasamos la tarde riendo, tocando la guitarra, haciendo fotos... Pero no me sentía completo. Mi cabeza me decía que ese era el lugar donde debía estar. Darnos la oportunidad de intentar crecer juntos pero mi corazón gritaba su nombre. Quería volver junto a ella. A su hogar. Siempre lo ha sido. Le había dicho a Anaju que por la noche nos veríamos. Empecé a vestirme al ver que se acercaba la cena. 

- ¿Dónde vas? -dijo Eva, tumbada en la cama, con una simple camiseta

- Me voy a mi hotel, Eva... Es tarde y mañana tengo lío en el estudio 

- ¿Qué? Pensaba que te quedabas a dormir conmigo -intentaba poner pucheros

- No, ya te dije que volvía a mi hotel

- ¿Vas a ir corriendo a buscarla para pasar el rato juntos cuando aún hueles a mí? -sus cambios de personalidad me volvían loco

- ¿Quieres comenzar otra vez la misma discusión? Estoy harto

- No no... perdón

Se levantó de la cama abrazándome, intentando besarme en el cuello. Sabía lo que hacía. Sabía donde besarme para que me dejara llevar por mis instintos más primarios. Y así fue... Era débil y ella sabía cómo jugar sus cartas. Poco rato después dormía a mi lado y, de nuevo, esa sensación de culpabilidad que recorría todo mi ser. ¿Cómo podía sentirme así? Después de todo no estaba haciendo nada malo... Pero no sabía entender porqué lo vivía de esa manera. Cogí el teléfono, necesitaba escribir a Anaju. Pedirle perdón, otra vez. 

Vi la canción que compartió en Twitter... Definitivamente lo había hecho fatal. 

[03/07 22.31]: Anajus!! Perdóname que al final no he ido al hotel! ¿Nos vemos mañana para desayunar? Te compensaré

Quería salir de ahí, corriendo. No era donde quería estar. Volví a cotillear lo que decían en las redes. Un montón de fotografías de Eva y mías corrían por ahí... No era capaz de entender cómo se enteraban de todos nuestros pasos, si días atrás nadie sabía dónde ni con quién estaba. Pero eso es algo que entendí días después. 

Me metí a la cuenta de Anaju, ver a qué daba me gusta o con quién hablaba. De nuevo ese tal Xavi... Me enfermaba que su tonteo fuera cada vez más evidente. Pero no tenía derecho a decir nada. Ella merecía ser feliz y si ese chico lo conseguía, no podía hacer más que apartarme aunque me doliera. 

Me dormí con el móvil entre las manos, teniendo la misma pesadilla una y otra vez. La única que se repetía desde que estaba con Eva y era que Anaju desaparecía de mi vida para siempre. Me despertaba sobresaltado, llorando, gritando... No dormí nada. Me vestí para marcharme. Quería cumplir lo que le había dicho. Quería desayunar con ella. 

[04/07 09.24]: Hugo. Al final no puedo desayunar contigo. Tengo faena en el estudio y me llevan a desayunar. A la próxima. Un besico