Capítulo 42

3K 309 89
                                    

♥ Capítulo final ♥


 Los días pasaron en una lenta procesión, se hicieron semanas y luego meses. Las estaciones cambiaron varias veces y, sin notarlo siquiera, transcurrieron dos años.

 Fueron dos años en los que mucho pasó, pensó ensimismado Lan WangJi, sin atreverse a hacer una aproximación de cuánto en realidad. Aunque varios destellos fugaces pasaron por su mente.

 La revista finalmente llegó a la cúspide y no había descendido, ni siquiera temblorosamente, desde que lo hizo. Se sintió inmensa y vastamente satisfecho, y no solo por sus logros en el empleo, sino también por la sonrisa radiante y hermosa que Wei Ying le regaló al oír las noticias y que sacudió de forma violenta el suelo bajo sus pies.

 Luego, como era habitual cuando sus intensas reacciones lo superaban, y finalmente a solas, Wei WuXian lo llevó de inmediato a la habitación a celebrar la ocasión de la manera en la que solo él podía hacerlo.

 Su relación se solidificó a pasos agigantados, y decidieron de mutuo acuerdo vivir juntos. Es más, ya lo hacían mucho tiempo antes de darse cuenta, solo alternaban entre sus departamentos según las circunstancias.

 El par no se habían separado una sola noche desde la proposición de Lan Zhan, pero eso también podría ser debido a que, de alguna forma Wei Ying prometió algo que no debió, y Lan WangJi que nunca antes había faltado a sus promesas, lo haría mucho menos ahora. Por eso mismo, sus noches se llenaban de gemidos obscenos y ruegos enronquecidos mientras hacían una y otra vez el amor, porque todos los días eran todos los días, sin excepción.

 Aún no habían dado el último paso, pero eso sentían era más bien una mera formalidad. Según Wei Ying bien podrían casarse en Las Vegas, Corea o Argentina y él sería probablemente la persona más feliz del planeta. Sin embargo, Lan WangJi quería una ceremonia sencilla e íntima.

 Aunque ahora mismo estaba temblando.

 Su corazón latía desenfrenadamente en el pecho, dolorosamente consciente del gran paso que estaba por dar.

 Miró a su lado y vio a Wei Ying con el rostro drenado de todo color, aún más conmocionado que él y eso lo hizo sonreír dulcemente al final. Tomó su mano y sus ojos temerosos se encontraron. Había nerviosismo en su mirada. Había un pequeño destello de temor y mucho, mucho cariño concentrado en ella.

 Presionó ligeramente sus dedos y lo jaló lentamente con él. Avanzando juntos, un aterrador paso a la vez.

 El sol comenzaba a ocultarse suave en el horizonte y las diminutas luces que llenaban el paisaje empezaban a darle su toque de ensueño, brillante y cálido al lugar. Se hundía la hierba fresca bajo sus pies, mientras se dirigían sin titubear por el sendero recto que los llevaba al centro de la ceremonia.

 Wei WuXian vio rostros familiares a su paso, todos completamente deslumbrantes y entusiasmados, con sus ostentosas ropas flotando por la suave brisa. Vio a casi todo el personal de la empresa. Al presidente luciendo extrañamente desfigurado, e inmensamente contrariado por la decisión de su sobrino, pero aún así había asistido sin quejarse demasiado. Vio a su hermana con los ojos llenos de lágrimas de felicidad, radiante y hermosa, a Wen Qing y la señorita Luo, cogidas de las manos sonriendo ambas secretamente satisfechas. También a Lan JingYi genuinamente entusiasmado e incapaz de quedarse quieto en su lugar, y a su lado la madre de Lan Zhan totalmente bonita, aún con el rostro manchado de lágrimas. Verla a ella hizo que su corazón dejara de latir por un escaso segundo.

 La ausencia de una de las personas más importantes para él, aún rompía en pedazos su estúpido corazón. Además de la ausencia de sus propios padres, no tener a Jiang Cheng en un día tan significativo lo destrozaba inevitablemente por dentro.

Caos en la oficinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora