Me miré en el cuadrado espejo del baño y me eché un poco de agua fría en la cara para que ésta se llevara las rebeldes lágrimas que habían conseguido escapar de mis ojos. Suspiré fuertemente, seguía sin ser capaz de superarlo, en mi opinión, la muerte de un ser querido no es superable, no lo harás jamás, únicamente puedes acostumbrarte a su dura ausencia y fingir delante de los demás que estás bien cuando únicamente lo que sientes es dolor por no tenerla más a tu lado y saber que no la tendrás jamás.
Me puse recta nuevamente y sacudí mi cabeza para dejar atrás los pensamientos tristes y negativos, además, no quería ni que nadie se preocupara por mí, ni sentir la lástima de las personas, es algo que me puede.
Me dispuse a salir del baño, cuando al salir, como no, choqué con Jackson.
-No-dijo riendo- desde luego todos nuestros encuentros serán así.
-Lo siento-dije con la cabeza gacha.
-Eh, ¿Estás bien?-cogió mi barbilla y alzó mi cara para que le mirara, pero desvié mi mirada de la suya, me ponía demasiado nerviosa.
-Sí, perfectamente-intenté volver a caminar hacia la mesa, pero él me cogió del brazo.
-Sí y yo nací ayer y hoy me he caído de un guindo. ¿Qué pasa?
-Nada Jackson… enserio
-______, ¿Esto tiene algo que ver con la feria medieval y con tu padre?-¿Por qué tenía que meter el dedo en la llaga?
-Será mejor que volvamos a la mesa-entiendo que se preocupe, pero me había molestado. Puede parecer borde, pero cuando estoy mal, decaída o enfadada, lo último que me apetece es que vengan personas a preguntarme, estén realmente preocupadas o no.
~
Maica y yo estábamos sentadas junto al ventanal, Clarck sentado al lado de su hermana y Jackson al mío, la tensión entre ellos dos seguía vigente, muy vigente.
-¡Oh cierto!-exclamó Clarck de buenas a primeras- En breve, abriré una tienda de mecánica en el pueblo, ya sabéis, para modernizarlo un poco, he pensado que tal vez os gustaría venir- Cualquiera hubiera dicho que era un detalle que el castaño invitara a Jackson a la apertura de su tienda, pero no era más que otra absurda manera de intentar marcar territorio mostrando sus logros empresariales.
-Claro, será todo un placer asistir a la apertura de tu negocio-Jackson sabía mentir, pero de poco le servía, todos los presentes en esta mesa sabíamos perfectamente que a Jackson no le importaría demasiado que la tienda de Clarck saliera ardiendo el día de su inicio.
-Entonces perfecto-miré a Maica y ambas rodamos los ojos. Clarck es muy maduro cuando quiere, pero cuando le da la vena… es peor que un niño.
~
Mientras intentábamos mantener una conversación ajena a todo tipo malas vibraciones entre los participantes, me fijé en que delante del ventanal donde nuestra mesa estaba ubicada, apoyado en la fuente, se encontraba aquel chico moreno tan atractivo, aquel a quien se le podría denominar, el admirador de Maica. Le di una leve patada en la pierna a la rubia, quien enseguida me miró, yo le hice un leve gesto con la cabeza para que mirara fuera de la cafetería, en cuanto lo hizo, una sonrisa dulce se dibujó en su rostro, igual que en el del moreno. Mientras ellos dos se dedicaban a flirtear con sus miraditas, yo me fijaba en Clarck y en que no mirara a su hermana, si había tensiones entre la familia de Maica y la del tal Taylor y Clarck veía a su dulce hermanita compartiendo miradas con el joven, el señor Benson iba a tardar cero coma en enterarse, Clarck tenía muchas facetas, y la de ser un poco rastrero era una bastante apreciada.
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Suddenly
RomanceLa familia Sinclair había vivido siempre en el pequeño pueblo Australiano Daylesford, allí eran una importante familia a cargo de importantes asuntos del pueblo. Todo parecía feliz y próspero para la familia hasta que Julie Sinclair murió en un acci...