Capítulo 34: Mentiras dañinas

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Estoy frente a la puerta de la casa que da al jardín trasero. Pienso cómo voy a decírselo y ya estoy a punto de llorar. No quiero dejar a Jackson, no quiero hacerle daño, no merezco nada de lo que me está pasando.

            Tengo que hacerlo, por el bien de todos… no puedo ser así de egoísta, Katie es capaz de cualquier cosa, ahora me queda mucho más claro. Dirijo mi mano hacia la manilla, mis dedos tiemblan, no quiero hacer esto, pero sé que no me queda otra opción.

            Cuando le veo en el jardín, está embelesado de nuevo con su guitarra, sonrío inconscientemente al verlo, pero inmediatamente me pongo seria, no debe notar nada. Debo fingir que no siento nada por él, pero me es tan difícil… le quiero, le quiero muchísimo y debo dejarle, hacer que me odie… Pero prefiero eso a tener que asistir a su funeral.

-Jackson…

-¡Hola cielo!-me saludó mientras yo me sentaba en el banco frente a él. Intentó besarme pero le aparté.- ¿Pasa algo?-preguntó confuso. Miré levemente hacia arriba y vi a Katie asomada en la ventana, con su sonrisa cínica.

-Jackson yo…

-¿Te pasa algo?-por si la ocasión no era suficientemente difícil va y me acaricia la mejilla con su suave mano

-Para por favor-cojo su mano y la quito del sitio donde él la tenía.- Jackson yo no puedo seguir con esto.

-¿Seguir con esto?

-Con lo nuestro-digo por fin con la mirada gacha- No puedo…

-_____ si he hecho algo mal dímelo pero por favor… no me dejes

-Jackson está decidido… esto ha de terminar.

-¿Y a qué se debe?-me pregunta levantándose bruscamente del banco- Creía que todo estaba bien entre nosotros.

-Creo… que me confundí Jackson… confundí sentimientos.

-¿Y lo de la otra noche?-me pregunta cogiéndome de las muñecas, zarandeándome levemente- ¿Por qué te entregaste a mí entonces? ¿Mentiste entonces también?

-Fue entonces cuando me di cuenta de todo…

-No te creo, no puede ser. ______ mírame a los ojos, dime que no me quieres y te creeré.

-Jackson por favor…-dios, esto es tan complicado, más aún cuando cogió mi rostro y me hizo obligarle a mirarle a sus verdosos y lindos ojos.

-Dímelo.

-Jackson yo…-iba a fallar, a decirle que todo era mentira, pero volví a ver a Katie, mirarme amenazadoramente. Iba a sufrir mucho más si no hacía esto.- No te quiero- prometo y juro que ésas tres palabras han sido las que más me ha costado pronunciar en toda mi vida.

-Entonces… supongo que se acabó. Que ya está. –cogió su guitarra y volvió a entrar en la casa, dejándome en el banco, llorando por él.

~

-Ha sido tan doloroso-cuando llevaba unos quince minutos sentada allí escuché la voz de Katie- de veras, me ha dolido. Parece que os queréis y todo.

-Eres despreciable.

-Esas son palabras mayores.-suspiró y se sentó a mi lado- ¿No te sientes mejor sabiendo que ahora está a salvo? Has hecho bien.

-¿Por qué haces esto?

-Si te lo dijera… la cosa ya dejaría de tener ningún tipo de gracia. ¿No?

-Encontraré la manera de hacerte pagar por todo esto Katie, te lo prometo.

-Cuando quieras ______, te estaré esperando, y no tendré miramientos…

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