Capítulo 39: Primer intento

21 1 0
                                    

-Vamos seguro que un poco de compañía no te hace ningún mal-dije riendo. Al parecer, el Joker se había tomado en serio eso de comerle el coco a mi padre y meterle sus insulsas e incoherentes ideas en la cabeza.

-Bueno, pero no quiero pegarte nada- Querido papá, el único peligro de esta casa es tu querida… Katie, no tú.

-Tranquilo papá, no creo que vaya a pasarme nada.

-Eso es lo último que quiero cariño-dijo cogiendo mi mano- ¿Puedo preguntarte algo?-me cuestionó antes de toser.

-Acabas de hacerlo-le dije, como siempre, era una broma que me gustaba hacerle siempre que podía.

-Otra pregunta entonces.

-Procede-dije riendo.

-Incluso estando postrado aquí, he podido notar que tu relación con Jackson se ha enfriado, ¿Ha pasado algo?- balde de agua fría. ¿Enserio? – Y no lo niegues, te noto algo más apagada.

-Tú me tienes preocupada-le contesté, intentando evadir el tema.

-Cielo, tarde o temprano acabaré poniéndome bien, ya lo verás.

-Más te vale, o me enfadaré contigo.

-¡_______!-de nuevo esa irritante voz.

-Dime… Katie-me giré hacia ella con una expresión que la dejó confusa, fue divertido ver su rostro en ese momento.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Pues unos minutos, solo he venido a ver a mi padre un rato. No es ningún delito ¿no?

-Ya sabes…-la voz empezaba a cambiarle, creo que se estaba enfadando- que deberías dejarle descansar.

-No te preocupes cielo… la compañía no me hace ningún mal.

-¿Seguro?

-¡Claro!

-Bueno… en ese caso probaré yo. ____ ¿Por qué no me ayudas a preparar la cena?

-Claro… cómo no-dije sonriéndole de una manera cínica que aún la descolocó más.

~

-¿Qué es lo que pretendes ____? ¿Acaso quieres acabar con tus seres queridos tan pronto?-preguntó mientras empezaba a picar trozos de pimiento.

-Para nada…

-¿Entonces qué pretendes _____?-preguntó claramente enfadada, la tabla de cortar donde clavó el cuchillo con tantas ganas pudo notarlo perfectamente.

-Yo nada… Lillian- por el rabillo del ojo pude ver cómo empalidecía.

-¿Cómo me has llamado?-ahora la voz le temblaba.

-Lillian…-dije encogiéndome de hombros- Así es como te llamas ¿no?

-¿Cómo demonios sabes tú eso?-dijo cogiéndome por el brazo y amenazándome con el cuchillo que estaba usando.

-Me… lo ha contado un pajarito. Y te recomiendo que bajes ese cuchillo, no me gustan las amenazas y tampoco te soporto a ti.

-Mira niña no te atrevas a…-no la dejé continuar

-No Lilly, verás ahora, ambas estamos entre la espada y la pared, más bien… tú lo estás así que si no cesas en tu incansable trabajo de acabar con mi padre… tu secretito saldrá a la luz y creo que eso no te gustaría, llámame perspicaz pero con lo que te ha costado mantenerlo oculto… 

SuddenlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora