Capítulo 11: Giros y cambios

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~Dos meses después~

-Bueno chicos, espero que cuidéis bien la casa-No puedo evitar estar de morros en ésta situación. Mi padre se va con la repelente de Katie dos semanas de viaje, unas pequeñas vacaciones románticas, asco, eso es lo que sentía ahora mismo. Mi padre me dio un fuerte abrazo fuerte a modo de despedida- Sabes que cualquier cosa que necesites tendré el teléfono a mano.

-Sí papá-Lo que me acababa de decir era un pretexto perfecto para llamarle con la excusa más tonta posible y sus vacaciones con el Joker habrían finalizado en cero coma.

-Bueno ____-Katie se acercó a mí con intención de darme un abrazo, pero yo no estaba dispuesta a dárselo, así que tuvo que conformarse con dos besos, y ya puede dar gracias, si por mí fuera cada vez que tuviera que tocarla lo haría con un palo.

~

-Dos semanas casi sola en casa, eso no está nada mal-había invitado a Maica a pasar la tarde en casa, necesitaba apoyo moral.

-No es eso, ¿Sabes la grima que me da que “eso”-dije haciendo las comillas refiriéndome a la mujer que se había metido en mi casa como si nada- esté con mi padre? No soporto esa idea.

-No entiendo por qué te cae tan mal-cogió una de las pequeñas galletas del plato y le dio un mordisco mientras yo apoyaba mi cara en la mano- ¿Te has planteado que tal vez sean celos? Ya sabes, que no quieres que te quite a tu padre-bufé.

-Cómo si tuviera la más mínima posibilidad de hacer eso. No. Desde el primer momento que la vi no me gustó, para nada. Tiene… tiene algo que me escama, que no me deja confiar en ella por más dulce que parezca, a mí no me la cuela.-Miré por la ventana de la cocina, la cual daba a la calle, así que pude ver a Jackson, quien volvía de correr como cada día, así que le hice una seña a Maica dando esa conversación por finalizada. Vale, él sabe que su madre no es de mi agrado, pero tampoco quiero que escuche y sepa todo lo que pienso de ella, sería excesivo.

-¡Hola chicas!-entró en la cocina con una enorme sonrisa, como no, y jadeando del cansancio-Maica-saludó pasando por su lado, la rubia le sonrió como respuesta- _____- a mí se permitió el lujo de darme un beso en la sien, detalle que hizo que mi amiga sonriera.

-Oh, me siento especial-dije riendo mientras él sacaba la botella de agua de la nevera para beberse casi la mitad de una sentada.

-¿No lo eres?-me guiñó un ojo antes de salir por la puerta de la cocina que daba a las escaleras. Volví mi mirada hacia Maica, que me miraba con las cejas levantadas y una sonrisa enorme en la cara.

-¿Te ha dado una parálisis?-pregunté jugando con el hielo de mi vaso de té.

-Muy graciosa… No-reí- lo que pasa es que parecéis una pareja más que hermanos.

-Qué cosas dices…-dije riendo.

-Bueno, sintiéndolo mucho tengo que irme, ya sabes.

-Toque de queda-dijimos a la vez.

-No sé cómo tu padre no te lo quita de una vez-dije levantándome para acompañarla hasta la puerta.

-Seguiré intentándolo-dijo ella mientras se colgaba su bolso del hombro. La acompañé hasta la puerta, me despedí de ella con un abrazo y se marchó hacia su casa, aunque tal vez, sin que nadie más lo supiera, se encontraba con alguien por el camino…

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