Ardath, un pueblecito al Oeste de Australia, más específicamente, el pueblo natal de Katie. Mientras pensaba algún tipo de maquinación para sacar todos sus teje manejes a la luz me percaté de que no sabía nada, absolutamente nada de ella, y eso no me iba demasiado bien. Si quiero desenmascararla, he de conocerla, saber sus puntos débiles y conocer la manera de pillarla sin que ella consiga pillarme a mí primero. Esta situación se asemejaba bastante a una carrera, la que llegara última, no tendría un muy buen futuro.
Había probado en el ayuntamiento, pero no había podido conseguir que me dieran ningún tipo de información por más escusas que me inventé, así que solo me quedaba probar suerte en la biblioteca ya que la mayoría de los vecinos de éste pueblo, o al menos los que yo había alcanzado a ver, eran demasiado jóvenes como para conocer a Katie.
-Buenos días-me saludó la bibliotecaria, una mujer de unos cuarenta años, con una maraña de pelo rubio tras una diadema azul marino a conjunto con su desgastado vestido de los años cincuenta, una apariencia un tanto enigmática. -¿Puedo ayudarte?
-Eso espero. Verá estoy buscando información sobre Katie Rathbone.
-Oh si Katie, la recuerdo. Hace tiempo que no la vemos por el pueblo. ¿Qué habrá sido de ella?-preguntó para después quedarse en el limbo, pensando, supongo. Carraspeé- ¡Oh perdona, me he ido a mi mundo! Katie Rathbone… pues sígueme por favor.-salió de detrás de la mesa y empezó a caminar conmigo detrás.
Es una pena que una biblioteca, un lugar lleno de tantas historias, y no solo las que están impresas, esté tan desolado. Por lo visto la gente de hoy en día ya no tiene tiempo para dedicarle a la cultura y la lectura.
-Aquí tienes, ficheros y el ordenador con todas las bases de datos. ¡Espero que encuentres lo que busques!-me deseó cuando casi me empujaba a sentarme en la silla. Qué mujer tan extraña.
-Gracias…-le respondí mientras ella volvía a su mesa a hacer… lo que quiera que fuese.
Empecé a buscar en los ficheros. Katie Rathbone… Katie Rathbone… busqué en unos veinte ficheros hasta que di con una información útil, lo extraño es que solo encontré información de cuando ya era mayor. Nada de su juventud y mucho menos de su niñez. La información de los ficheros, al final, no fue de demasiada utilidad, así que me decanté por empezar a buscar en la base de datos del ordenador, tal vez ahora tenía más suerte.
De nuevo, todo muy reciente, nada de su juventud pero… ¡Sí! Una foto suya, parece del instituto pero… es extraño, no corresponde a Katie Rathbone, si no a Lillian McFeth, así que empecé a buscar información con ese nombre y ¡Bingo! Ahora sí.
“Lillian McFeth contrae matrimonio con Monroe Jackson y se une a la familia junto al pequeño Jackson”
Con razón parecía darle igual tener que quitarse de encima a Jackson, como que no es su hijo. ¿Pero por qué él la considera su madre? Esa pregunta quedó respondida cuando indagué un poco más y localicé que, cuando “Katie” se unió a los Rathbone, Jackson tenía meses apenas de vida. Monroe y Evana se habían divorciado siete meses atrás, poco antes de que Jackson naciera… menuda faena para ambos.
Seguí buscando información sobre Lillian, cuando encontré algo que no me esperaba…
ESTÁS LEYENDO
Suddenly
RomanceLa familia Sinclair había vivido siempre en el pequeño pueblo Australiano Daylesford, allí eran una importante familia a cargo de importantes asuntos del pueblo. Todo parecía feliz y próspero para la familia hasta que Julie Sinclair murió en un acci...