Suddenly

Capítulo 16: Recompensa

-¿Ves cómo no está tan exageradamente fría?-el moreno pasó sus manos por la cintura de la rubia cuando ésta llegó hasta él.

-Lo dirás tú-Taylor sonrió, acto seguido acercó el cuerpo de la chica al suyo tanto como le fue posible.

-¿Mejor?

-Mucho mejor- ella no puedo evitar amoldarse a los fuertes brazos que la estaban rodeando tan concienzudamente. Por su mente pasó el hecho de que todos los pasos hasta ahora los había dado él, acercarse, hablar, pedirle la cita… le asustaba la idea de que él la tuviera por una mojigata, no era una, simplemente le asustaba salirse de los límites establecidos, hasta ahora- Taylor- la llamada captó la atención del moreno, quien enseguida bajó su cabeza, momento que ella aprovechó. Juntó sus labios con los del moreno, los cuales enseguida formaron una enorme sonrisa. Sus manos se aferraron más aún al delicado cuerpo de la chica mientras que ella acariciaba el moreno rostro de su chico con dulzura. La cita había merecido la pena.

~

-Bueno _____-Clarck me acompañó hasta la puerta de mi casa. En realidad, no había sido una velada para nada desagradable, había echado mucho de menos al Clarck con el que se puede hablar, el que no es tan arrogante, con el que te ríes y el que se queda al margen de los amigos.- Gracias por la velada.

-Ha sido un placer Clarck-abrí mis brazos, él sonrió y enseguida me otorgó el abrazo que le pedía. Este es el Clarck al que aprecio y quiero. Ésta vez no me importó que me abrazara por varios segundos, pero a alguien más sí.

-¿Interrumpo?-nos separamos y vimos a Jackson en la puerta. Sinceramente, ni me había percatado de cuando la abría.

-No, tranquilo-Clarck levantó sus palmas en señal de inocencia.-Bueno ____-dijo dándome un beso en la mejilla- Jackson, ya nos veremos.- Me despedí de él con la mano antes de entrar en casa donde el señor “soy un hermanastro autoritario aunque lo que me pasa es que me corroen los celos” estaba ya con los brazos cruzados.

-¿Solo una cita de amigos? Pues no es eso lo que parecía porque…-no tenía ganas de su sermón, tenía ganas de besarle, y así lo hice. Me lancé a su cuello y a sus labios como un animal hambriento hacia su presa. Él tardó cero coma en devolverme el beso del mismo modo en que yo se lo estaba dando. Suave y dulce, pero con un cierto matiz de salvajismo que a mí, particularmente, me estaba encantando. Me cogió de la cintura y me alzó, momento que yo aproveché para poner mis piernas en su cintura. Jackson caminó hasta el sofá donde se sentó, aún conmigo encima.

-¿Mejor?-pregunté jugando con el pelo de su nuca, estirándolo y soltándolo.

-Ese abrazo… puede haber sido muy significativo para él.

-Se ha comportado muy bien esta noche Jackson, enserio no parecía ni él.

-¿Con eso estás tratando de decirme que es culpa mía que se vuelva un mezquino?-le aplaudí.

-Vaya eso lo has cogido con rapidez-reí y él puso una cara rara. Se abalanzó a mi cuello para empezar a morderlo  y hacerme cosquillas, provocando que yo me carcajeara.

-Más le valía no hacer nada raro.

-Estás tan mono cuando te pones celoso-dije pellizcando sus mejillas.

-Te estás pasando-contestó riendo.

-¿No puedo decirte lo guapo que eres?

-Eso lo sé yo perfectamente.

-Modesto

-¿Dormimos en la terraza?

-Voy a ponerme el pijama-besé la punta de su nariz y me escabullí para subir las escaleras. Me sentía como una colegiala de nuevo.