Capítulo 14: ¿He hablado ya de incomodidad?

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Desperté bastante amodorrada cabe decir, en estas primeras horas de la mañana mi cama me parece más cómoda que en ningún otro momento. Me senté y retiré los cabellos rebeldes de mi rostro, pero dejé mis manos en mi cabeza, recordando lo sucedido anoche. Besé a Jackson, eso tenemos que admitirlo pero… estuvo mal, realmente mal. ¿En qué estábamos pensando? Somos hermanastros por dios, los hermanastros no se besan… Pero… ¡Demonios! Tengo que admitir que me gustó besarle, qué digo, me encantó. Pero estuvo mal _____, estuvo pero que muy mal y se trata de una acción que ni puede, ni debe volver a ocurrir.

            Otra cosa que me corría la mente era saber cómo iba a poder mirar a Jackson a los ojos, ¡A la cara siquiera!  Dios mío, eso me pasa por dejar que mis poco elocuentes hormonas hablen y callen a las neuronas. Esto iba a ser muy incómodo.

            Después de haberme vestido y arreglado me pongo frente a la puerta con la mano en el pomo, suspiro profundamente, ¿Qué se supone que voy a decirle cuando baje? ¿Voy a decirle algo? Hombre, creo que debería, aunque vaya a morirme de la vergüenza, pero a mi edad ya debería saber que toda acción tiene su consecuencia y debería saber afrontarlas… debería…

            Decidida giro el pomo y salgo de mi habitación. Escucho cierto ruido de cubiertos provenientes de la cocina, ya sé dónde tengo que dirigirme. Mientras bajo las escaleras mis piernas me fallan y mis manos sudan en frío, estoy nerviosa, bueno, nerviosa es quedarse corta, estoy muerta de miedo. Me asomo a la puerta de la cocina y le veo sentado, leyendo un libro, o intentándolo ¿De dónde provenían los ruidos de cubiertos? Dios, creo que me estoy volviendo loca.

-Buenos días-como si nada, me lo dice como si nada. ¿Lo habré soñado?

-Hola…-intento parecer natural, recalco, intento.- ¿Qué haces?

-Aburrirme, ¿Quieres? ¿Nos aburrimos juntos?-¿Puede haber alguien más tierno que él? Extiende su mano hacia mí y yo la tomo con una sonrisa, sin esperarme que él tire de mí y me regale un suave beso de buenos días. Pongo mis dos manos en sus hombros para separarme de él.

-¿Qué haces?-él sonrió.

-Besarte

-Ya, hasta ahí llego yo solita. ¿Por qué me besas?

-Porque me gustas-si hasta ahora me había dejado muerta, este era el golpe de gracia.

-Jackson… ¿Te das cuenta de lo que dices?

-¿Y tú _____? ¿Tú te das cuenta de lo que sientes? ¿De lo que yo siento? ¿De lo que ambos sentimos?

-¿Y tú? ¿Te das cuenta de que somos hermanastros y esto está mal?

-Eso lo hace aún más interesante ¿No crees?-yo negué con la cabeza.

-Es una completa locura…

-Respóndeme a algo-alcé mi mirada para encontrarme con la suya- ¿Yo te gusto?- barajemos opciones. Si le digo que no, haré lo correcto, pero me cargaré la relación que habíamos construido hasta ahora y sobre todo… le estaré engañando a él y a mí misma. Si le digo que sí, quien sabe, tal vez encontremos un modo de llevar a cabo esta pecaminosa relación. ¿Me arriesgo?-_____...-inquirió una respuesta.

-Sí Jackson…

-Mira…-bajó su mirada hacia nuestras manos, que ahora se encontraban unidas- sé que es algo que no está bien, pero… creo que… ambos nos merecemos ser felices ¿no? Cada uno por sus motivos. Encontraremos la manera, de eso estoy seguro.

-No quiero fallar a mi padre…-solté en un débil susurro- pero no quiero renunciar a ti-confesé mirándole.

-Hallaremos el modo-dijo con una sonrisa que logró relajarme.

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