Capítulo 21: Vidas cambiadas

48 3 0
                                    

~ Cuatro meses después ~

Estábamos de nuevo en el pueblo vecino, tranquilidad, el frío del ahora reciente invierno, una terraza con calefacción de una preciosa y humilde cafetería, esto es perfecto para estar los cuatro juntos.

            Habíamos ocupado una mesa pequeña, a un lado estábamos Jackson y yo, enfrente teníamos a Maica y Taylor. Habíamos cogido la costumbre de hacer pequeñas excursiones juntos, era muy agradable pasar las tardes o tal vez, en algunas ocasiones, el día entero con ellos. Entre nosotros nos entendíamos muy bien, ambas relaciones debían mantenerse en secreto así que no solo nos comprendíamos, sino que también nos ayudábamos si surgía algún problema o riesgo para que nos pillaran.

-¿Sabéis qué podríamos hacer?-preguntó Taylor mientras Maica acariciaba la mano del moreno que colgaba por su hombro.

-A ver, sorpréndenos-dijo Jackson mientras acariciaba mi pulgar aprovechando que teníamos las manos entrelazadas.

-Deberíamos hacer un pequeño viaje estas navidades, o antes o después de noche vieja claro- todos parecían encantados con la idea pero a mí sinceramente no me hacía demasiada gracia. No, no malinterpretéis, una salida con ellos de varios días, eso sería realmente genial pero… ¿Dejar a mi padre solo? Durante estos cuatro meses, desde que habían vuelto de esa excursión que jamás me gustó… no ha mejorado demasiado. No es que esté postrado en una cama y no pueda salir de ella, gracias a Dios, pero las toses eran más frecuentes y hacía casi cinco semanas que había cogido un resfriado y le estaba costando horrores quitárselo de encima, eso en mi padre jamás había sido normal. Él siempre había tenido un sistema inmunitario envidiable… me preocupaba.

~

-Vamos, seguro que no es nada-íbamos en el tren de vuelta a Daylesford. Sí, éramos un pequeño pueblo con tren, la estación era una auténtica monada, antes había servido de casa para los refugiados de guerra pero restaurada era un auténtico primor.

-Mi padre siempre ha sido de recuperarse en apenas dos semanas y lleva cinco con éste último resfriado, eso no es normal.

-Tal vez la edad le esté jugando una mala pasada o tal vez cogió algo raro en su última salida.

-No me extrañaría nada… estoy segura de que Katie ni siquiera se preocupó-agradecí en esos momentos que Jackson se viera inmerso en su conversación con Taylor, sabía que ese comentario no le hubiera hecho mucha gracia pero no pude callármelo.

-¿Ha ido al médico?

-Lo he intentado, pero es cabezota como él solo, creo que ya lo sabes.

-Bueno, tú no te preocupes, no será nada.

~

-No me ha sido nada difícil acostumbrarme a encontrarnos así cada día- ya fuera en mi habitación o la suya, el porche o la azotea, cada noche nos dedicábamos unas horas a pasarlas juntos.

-Demos gracias a que mi padre y Katie tienen el sueño profundo- a mí me resultaba algo extraño, pero a Jackson no le importaba lo más mínimo que llamara por el nombre a su madre, en vez de referirme a ella de un modo más… consentido, como si la aceptara, cosa que ni ha pasado, ni va a pasar.

-Me encantaría que aún fuera verano para poder dormir fuera juntos… así no sería extraño-sonreí y le besé, es cierto, ahora que era invierno, pasábamos bastante más tiempo en casa, eso significaba menos horas para nosotros. Esto era una cuesta arriba, y muy empinada. 

SuddenlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora