Hoy es un día caluroso en Daylesford, de esos que el sudor parece más bien una gelatina espesa y densa que se te pega a la piel dejándote una sensación de lo más desagradable, en los que te metes en la ducha a refrescarte con agua helada pero nada más salir ya estás empapada en sudor de nuevo. Por suerte, tenemos la solución. Esta mañana he recibido una llamada de Maica, invitándonos a Jackson, mi padre y, por desgracia, a Katie además de a mí a pasar el día en el lago con Clarck y sus padres.
-¿Lista?-estaba acabando de cerrar mi mochila cuando Jackson irrumpió en mi habitación.
-Sí-respondí cargando con ella hasta llevarla a mi espalda. Pasé por delante suyo, detalle que aprovechó para pasar uno de sus brazos por mis hombros, le miré, él me esbozó una sonrisa… no puedo negarme si me mira y me sonríe así.
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Después de caminar unos veinte minutos andando cuesta abajo desde nuestras respectivas casas hasta el lago, donde bastante gente ya había anidado colocando sus cosas, y pude oler el refrescante aroma que siempre reinaba aquí.
Coloqué mi colorida toalla en el suelo, el cual era algo incómodo al estar hecho de gravilla, para después poner mi mochila en el inicio de éste. A uno de mis lados se colocó Maica, como era costumbre. Al otro se quiso sentar Clarck, pero Jackson se le adelantó para después sonreírle con sorna, detalle que me hizo sonreír a mí también.
-¿Qué esperamos para ir al agua?-no puedo evitarlo, nada más llegar a un sitio como éste, sea el lago, una piscina o, en pocas ocasiones, la playa, nada más llegar necesito ir al agua. Tardé cero coma en quitarme la camiseta y los shorts y correr junto a mi amiga hacia el agua. Al lanzar el short a mi toalla pude percatarme de las miradas de Jackson y Clarck hacia mí. ¿Quién habló de incomodidad?-Mira quién está ahí-le dije a la rubia- tu atractivo acosador-dije con una mirada pícara, ella se sonrojó al ver a Taylor metido en el agua hasta la cintura, lo cual nos daba una perspectiva demasiado sugerente de todo su torso desnudo.-Anda ve, nadie se dará cuenta.
-¿Me cubres?-ella me sonrió, yo asentí-¡Gracias!-me dio un leve abrazo antes de salir casi corriendo hacia él, quien sonrió ante la respuesta de la rubia en verle allí.
-¿Un “amigo”?-casi se me para el corazón, hasta que vi que se trataba de Jackson.
-Tienes que prometer que no dirás nada a nadie-dije señalándole con el índice.
-Si señora-dijo con sus manos en alto, yo sonreí.-¿No te metes?-me preguntó.
-Estoy bien aquí-dije cruzándome de brazos.
-Discrepo-antes de que me diera tiempo a preguntar él ya me había cogido en brazos y nos encaminábamos hacia la zona más profunda del lago. Pataleé y le rogué que me bajara no sé cuántas veces, pero fue inútil. Pocos segundos después noté el frío agua rodear todo mi cuerpo. Salí del agua y le vi en la misma situación que yo, solo que riendo.
-Te vas a enterar-dije riendo yo también.
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-¿Sabes? Tus constantes acosos están empezando a asustarme-dijo la rubia sonriéndole al moreno- tengo que admitir que eres bueno-ambos se encontraban tras de una roca que les resguardaba de las miradas de los familiares de la joven, quienes pondrían el grito en el cielo si les vieran juntos.
-Ya te lo dije…-Taylor apoyó su brazo en la roca donde ella estaba apoyando, disminuyendo la distancia entre los dos- cuando quiero algo, me esmero en conseguirlo.
-Lo… lo estoy notando.-la pobre estaba nerviosa perdida, él le creaba esa sensación sin ni siquiera proponérselo.
-Ésta es una de las cosas que más adorable me parece de ti. Me encanta saber que la razón de tus nervios soy yo.
-Eres demasiado modesto…-dijo ella con ironía, lo que le sacó otra sonrisa al joven.
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Suddenly
RomanceLa familia Sinclair había vivido siempre en el pequeño pueblo Australiano Daylesford, allí eran una importante familia a cargo de importantes asuntos del pueblo. Todo parecía feliz y próspero para la familia hasta que Julie Sinclair murió en un acci...