Corina Herrera, conocida como una mujer mediterránea alegre e independiente, es la mujer del prestigioso inspector de policía Leónidas Cron. Un joven matrimonio, perdidamente enamorado, con toda una vida por delante.
Aquella noche se apagó la luz de...
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Mi palma sale disparada con fuerza hacia una de sus mejillas, haciendo que su cabeza gire hacia un lado por el impacto. Con lentitud, lleva una mano a la zona herida para rozarla y afirmar lo que acabo de hacer. Le he dado una bofetada bien merecida. Mis ojos, incrédulos, no pueden dejar de mirarlo. Su ofensa me ha dejado sin palabras y su vergüenza no existe. Mi respiración violenta llega a sus tímpanos. _Me repugnas_suelto formando una mueca_Te vas ha casar_apenas siento que puedo seguir hablando con este ser. Sus ojos no miran los míos, sino un punto desconocido para mí, pero cuando lo hacen, me sorprende no ver vergüenza o arrepentimiento en ellos, ¿Cómo se atreve? ¿Cómo ha podido? No veo ningún indicio de lo que ha hecho sea simplemente una broma, no, ha sido real. _No vuelvas a acercarte a mí_sentencio, dando por finalizada esta violenta situación. Su mandíbula enseguida se tensa al escuchar mis últimas palabras. Enfadado, se aleja de mí sin decir palabra alguna. Lo veo desaparecer, todavía sin poder salir de mi animación, ¿Cómo ha podido?, ¿Cómo le ha hecho esto a Rubí y a su propio hermano? _¿Corina?_la voz de Cristina hace que mire al interior de la tienda. Rubí trae una sonrisa de oreja a oreja, satisfecha por su ansiada elección. Me sonríen al verme_Ya estamos_levanto mis pulgares a modo de haberlas escuchado. Les devuelvo una leve sonrisa. Vuelvo a mirar por el lugar en el que se ha ido Jen. Tras él ha dejado una oleada de sentimientos enorme.
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El olor que desprende la barbacoa llega a mis fosas nasales, endulzándome el paladar. Pol tuvo la idea de hacer una para celebrar el futuro enlace de los novios, que tendrá lugar dentro de menos de una semana. Eso me enfurece tanto. Respiro con pesadez, comprobando que nadie me ve, ¿cómo es posible? ¿Cuánta falsedad puede albergar en el interior de una persona? Ni siquiera he podido mirar a Rubí a los ojos. Ella no merece esto, no merece el nulo respeto que le está dando el imbécil de Jen, ¿a qué juega? ¿Cómo es posible que se mantenga tan vivo y energético? Debería esconderse de la vergüenza y culpa, pero no, no siente nada de eso. Escucho su amable y encantadora voz a unos cuantos pasos de mí, hablando amenamente con Pol. Me aferro con fuerza de la mesa metálica, justo donde se encuentra la carne a cocinar. Estoy rabiosa, más que eso...estoy furiosa y muy disgustada con él. Ahora que todo iba bien entre nosotros...ahora, cuando empezábamos una buena amistad va y lo hecha todo a perder. Prácticamente lo ha tirado todo a la basura y no ha sentido remordimientos. Siento como se acerca a mí, con un plato vacío en la mano, sonriente. Como me gustaría borrarle esa estúpida sonrisa de la cara de otra bofetada. _Huele muy bien, ¿no crees?_su alegre y tranquila pregunta me quema los tímpanos. Tenso mi mandíbula mientras mantengo mi furiosa mirada en la mesa metálica. Trato de no saltar para agredirlo aquí mismo, no quiero causar un completo caos. Me atrevo a mirar a Rubí, quien está de espaldas a mí porque está hablando con los padres de los hermanos Cron.
Ella no lo merece
Me armo de una milagrosa paciencia y me alejo, dejándolo solo con su estúpida sonrisa de caballero. Escucho su pesada respiración. Me atrevo a mirar por el rabillo de mi ojo, girándome un poco, su expresión descompuesta.
No le gusta que lo rechacen por lo que veo.
Lo paso por alto. La verdad es que ahora necesito tomar algo, lo que sea, pero lo necesito ahora. Me siento en una de las blancas sillas de jardín de la rectangular mesa que han puesto los Jones en su espléndido y cuidado jardín de piedra blanca. Miro la mesa con urgencia, encontrándome solo con una jarra de agua fresca. Me encojo de hombros, al menos es algo. Me ayudará para calmar mi malhumor. Hecho un poco en mi vaso de cristal transparente y bebo de él hasta vaciarlo por completo, sintiendo como el frío líquido translúcido baja por mi esófago con rapidez, enfriándome con lentitud. _¿Mucho calor?_la conocida e insistente voz de Jen hace que me quede quieta, con mi mirada puesta en el cristal húmedo del vaso. Escucho como arrastra la silla de uno de mis lados con la intención de sentarse en ella para empezar una conversación conmigo. Me levanto nada más escuchar y saber sus intenciones. Necesito estar lo más lejos de él posible. _Cora_atrapa mi brazo para impedir que me aleje de él. Mi cuerpo se tensa al instante de sentir su suave tacto en mi cálida piel. Lo miro directa a sus ojos profundos e intensos, sintiendo un tonto escalofrío al momento. Mi expresión lo hace pensar dos veces en sus palabras futuras. _Para ti, Corina_trato de zafarme de su agarre, pero no me lo permite. Entre abre un poco sus labios para poder tomar oxígeno con mayor facilidad. Sus ojos entristecidos por mis inexistentes ganas por permanecer a su lado calan en mi ser_No vuelvas a tocarme_siseo, matándolo con mis ojos amenazantes, llenos de fuego. Su insistencia no conoce límites, pero antes de que pueda intentar convencerme para quedarme, pego un fuerte tirón y así deshacerme de su necesitado agarre. Le dedico una última mirada, cargada de desconfianza y enfado. Ya no lo quiero tener cerca. Ya no quiero empezar una amistad con él. No lo quiero más a él. Ya no es nada en mi vida y creo que nunca lo fue, tan solo quiso jugar conmigo. Me uno a la conversación tan animada que están teniendo los señores Cron con Rubí. Estos me reciben gustosos. Poco a poco consigo integrarme al completo, olvidando a la insistente y desesperada por alguna rara razón,mirada de Jen. Creo que esto se está convirtiendo en algo más serio de lo que creía.
Debo salir de esta.
_________________________________________ MICA🌹
Si buscas en tu interior con tu corazón verás que allí se encuentra lo que tanto ansiabas.