QUIERO RECORDARTE
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Respiro con lentitud mientras con mis manos sujeto la taza de té.
Miro hacia el frente, disfrutando de las preciosas vistas hacia el mar.
Vuelvo a escuchar el sonido de mi teléfono móvil. Decido de una vez por todas contestar.-¿Si?-respondo sin mirar.
Nada.
-¿Hola?-
Suspiro largo y pesado.
-¿Hay alguien?-
Silencio.
Cuelgo.
Miro la pantalla extrañada.(Número desconocido)
Intento hacer todo lo posible por saber quién me ha llamado,pero no lo consigo.
Bufo con fastidio.-Lo que me faltaba-murmuro molesta.
Escucho el impacto de unos nudillos en la madera blanca de mi puerta.
Dejo mi taza y carraspeo para que el líquido que baja por mi garganta lo haga más rápido. Me doy media vuelta en la silla.
-Adelante-
La puerta se abre poco a poco,pero no llega a ser abierta del todo.
-¿Cora?-pronuncia mi nombre una voz varonil desde el marco de la puerta. Hago un esfuerzo con mis ojos para dislumbrar la silueta, pero la oscuridad de la noche no hace nada...encima dentro está más oscuro que aquí en la terraza.
No veo nada.
-¿Si?-
Por un momento pienso en Jen anunciandome que mañana podré ir con Leo sola y que me viene a explicar todo acerca de la enfermedad, pero esa esperanza se esfuma al ver entrar a una silueta recta y alta sin ningún problema al andar.
Mis labios forman una fina línea.
-¿Quién eres?-pregunto levantándome de la cómoda silla de caña blanca.
Escucho como la persona, a tan solo unos metros de mi, ríe.
Lo miro extrañada en la oscuridad,me acerco un poco más, pero sin llegar a él.
Me da un poco de desconfianza no saber quién es.
Escucho sus pasos.
Me tenso enseguida.-No puedo creer que aún no puedas reconocer mi voz después de dos días-
Muevo mi cabeza negando.
-¿Qué?-
Siento unos finos labios rozar los míos. Enseguida me altero y lo aparto con mis manos haciendo una inmensa fuerza, pero las suyas grandes cogen mis muñecas para frenarme.
Veo con esfuerzo su blanca barbilla, donde le asoman unos cortos pelos rubios.
Lo miro seria por unos segundos hasta que siento como me lleva a su pecho.
Reconozco de inmediato su fresco perfume y la fina tela de su camisa, seguro que es clara.-¿Leónidas?-pregunto obteniendo como respuesta su risa. Asiento mentalmente, cerrando por unos segundo mis ojos y respirando profundamente, calmandome.
-No tiene gracia, me has asustado-le doy un golpe suave en uno de sus hombros cubierto por una tela más dura,su americana dorada por lo que me deja ver la tenue luz de la luna.
Lo miro molesta y avergonzada por no haberlo reconocido antes.
Me acuerdo enseguida de la tensa situación de antes, cuando sentí sus labios rozar los míos, tal vez no me vio como yo a él.
Me da igual, aún así ha sido vergonzoso.
-Lo siento, perdóname-finge arrepentimiento mientras escucho como su risa quiere salir.
Le doy otro golpe un poco más fuerte.
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No me olvides ✔
RomanceCorina Herrera, conocida como una mujer mediterránea alegre e independiente, es la mujer del prestigioso inspector de policía Leónidas Cron. Un joven matrimonio, perdidamente enamorado, con toda una vida por delante. Aquella noche se apagó la luz de...