SI/NO
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Reviso el interior de mi mediana maleta una última vez, comprobando que tengo todo lo necesario para dos días en la montaña. Produzco un sonido con mi lengua al haberme dado cuenta de que no he metido mi crema solar ya que el sol también es fuerte por allá arriba en esta época del año. Miro mis contactos en el teléfono móvil. Releo la conversación que tuve ayer con la psicóloga Del Valle anunciándole de la pequeña excursión. Le pareció una muy buena idea para desconectar. Omití el detalle de que Jen también vendría. Asiento, tengo todo bajo control. Antes de apagar el aparato miro el contacto de mi madre, no está en línea. Lo apago y lo meto en el bolsillo de mi pantalón deportivo fino. Cojo la maleta azul clara que me han dejado, de la cama, y la arrastro, ya que tiene ruedas, hasta llegar al hall. La dejo a un lado de la entrada. Vuelvo a sacar mi móvil al sentirlo vibrar.
Mamá (en línea)
(escribiendo)
...
(Desconectado hace 0 segundos)Miro la pantalla dolida. Lo vuelvo a guardar en mi bolsillo. Dirijo mi atención a lo alto de las escaleras encontrándome con un Leo enérgico y emocionado.
_¡Mamá!_grita, sin ser molesto, al verme. Su sonrisa se ensancha, dejando ver sus dientes. Le devuelvo el gesto.
_¡Leo!_grito al igual que él mientras me acerco a lo bajo de las escaleras abriendo mis brazos para envolver con ellos su pequeño cuerpo. Nada más verlos extendidos, baja las escaleras con rapidez, mirando los escalones para no tropezar. Lo abrazo con ternura y aflojando un poco mi agarre para evitar cualquier daño. Siento sus calurosos labios en una de mis mejillas, besándome con amor. Abro mis ojos por la sorpresa, no me había dado un beso hasta el día de hoy. Nos separamos un poco. Sus ojos avellana me miran con brillo propio. Lo miro tratando de volver de mi ensoñación. Consigo sonreirle del mismo modo que él lo hace.
_¡Que tiernos sois!_la alegre voz de Rubí al principio de las escaleras hace que la miremos con una sonrisa. Esta mujer es realmente encantadora_Estáis para haceros una foto_comienza a bajar por estas sin borrar su característica sonrisa. Su vestimenta consiste en ropa deportiva, al igual que la nuestra_¿Tenéis todo preparado?_
_Si_respondo mientras me pongo en pie_¿Leo?_lo miro. Asiente_Muy bien_le revuelvo un poco el flequillo, provocando que se aleje unos pasos de mí para evitar que le revuelva todo el pelo. Río por su expresión infantil de molestia.
_Estupendo, iré dejando las cosas en el coche_nada más pronunciar sus palabras, Rubí comienza a coger las maletas que ve junto a la entrada para llevarlas al todoterreno oscuro que está aparcado justo en las puertas.
_¿Iremos en dos coches o solo en ese?_pregunto preocupada por el espacio.
_En ese_eleva un poco su voz para que pueda escucharla ya que está cerca del maletero.
_Leo_capto rápido su atención _espéranos en las escaleras del porche y no te muevas de allá. Enseguida saldremos_asiente comenzando a andar, pero para antes de salir por completo.
_¿No queréis mi ayuda?_
_No te preocupes cielo, ya casi está todo_le sonrío cerrando mis ojos en el proceso. Asiente una vez más con una gran sonrisa y sale dando saltos_¡Con cuidado Leo!_le digo elevando un poco mi voz. No quiero que le pase nada malo justo antes de irnos. Se pondría muy triste y a mí me daría un ataque.
Cojo mi maleta y otra de color negro más grande que la mía. Formo una mueca al intentar moverla con dificultad, parece que lleva ladrillos.
_¡Rubí, te traigo más! _
_¡Vale!_
Arrastro las dos maletas como puedo. La parte más difícil son las escaleras del porche.
_¡Leo aparta!_grito histérica al ser consciente de que la maleta negra está cayendo por ellas con velocidad y mi hijo se encuentra en medio. Rápidamente se da la vuelta y mira sorprendido la maleta. Se aparta justo a tiempo. Suspiro aliviada.
_¿Estás bien?_le pregunto corriendo hacia él, dejando las maletas en el suelo, y comprobando si tiene algún rasguño o herida más grave.
_Si, no te preocupes mamá _una vez habiéndome asegurando que estoy bien, lo miro a los ojos comprobando la sinceridad de sus palabras.
_Vale_susurro todavía con el corazón encogido. No sé si es una buena idea irnos a la montaña, por muy seguro que sea ese camping lleno de cabañas encantadoras.
_Aquí tienes_digo una vez colocadas las maletas al lado de Rubí.
_Perfecto, ¿queda alguna otra cosa más?_me quedo quieta mientras hago memoria.
_Oh si,quedan dos mochilas y la maleta de León_miro las puertas de la entrada_Que por cierto debería haber llegado_la miro_Iré a por ellas_asiente sonriéndome.
Subo las escaleras con ligereza y vuelvo al interior de la casa. Los señores Cron y Ágata se quedarán aquí, resolviendo asuntos de trabajo y cuidando del hogar.
_Cora_la encantadora y varonil voz de León llegando hacia donde me encuentro hace que lo mire con una gran sonrisa.
_León, ¿dónde estabas? Enseguida vamos a irnos y..._dejo de hablar al verlo. Su vestimenta no es deportiva, sino que viste de traje y corbata y no hay rastro de maletas_¿Por qué estás todavía así?
Traga, mostrándose avergonzado. Termina de llegar a mí.
_Verás, hay algo que tendría que haberte dicho, pero no encontraba la ocasión y los días han pasado tan rápido..._
_Al grano, Cron_me cruzo de brazos empezando a molestarme. Ríe nerviosamente.
Coge mis manos para envolverlas entre las suyas. Las besa, sin apartar sus ojos de los míos en el proceso. Mi molestia no desaparece por eso. Levanto una ceja esperando su respuesta.
_No puedo ir_
_Creo que eso he podido deducirlo_respondo seca.
_Por favor, no te enfades_me acerca a él aprovechando que tiene mis manos entre las suyas.
_¿Que no me enfade? Podrías habérmelo dicho antes_lo interrumpo antes de que se defienda con alguna excusa_Y no me digas que no has encontrado el momento, has tenido tres días para hacerlo_
_Lo sé y lo siento_mira hacia nuestras manos. Trato de zafarme de su agarre, pero me lo impide atrayéndome una vez más hacia él.
_León_lo regaño como si se tratase de un niño pequeño.
_Tengo que quedarme con mi padre, el negocio familiar empieza a perder ganancias y necesitan mi ayuda_
Respiro tragándome mi enfado.
_Si es por eso está bien, quédate. Para la próxima, si es que la hay, avísame de cualquier imprevisto con antelación _
_Descuida, lo haré _besa mi frente aliviado_Pasarlo muy bien_y sin más se va corriendo por donde ha venido. Su forma de actuar me ha resultado algo extraña, al igual que su poca cercanía.
_Estupendo_murmuro calamándome mientras giro sobre mi misma para coger las tres pequeñas mochilas de acampar._Aquí están. Ya no queda nada más _las coloco en el maletero para ahorrarle trabajo a la pobre Rubí quien ha hecho la mayor parte del trabajo.
_¡Estupendo! ¿Dónde está Leónidas?_cierra el maletero con fuerza. Sonrío un poco incómoda.
_No va ha poder venir..._hablo juntando mis manos para darme apoyo.
Su expresión de asombro hace que sonría para ocultar mi incomodidad.
_¿Cómo que no va ha venir?_la voz masculina y seria de Jen me hace saber que se encuentra cerca del todoterreno y no me había dado ni cuenta. Miro en la dirección de su voz, al igual que su prometida. Mis nervios crecen. Se me había olvidado otra vez que vendría con nosotros y encima León no estará.
_Me ha dicho que tiene asuntos importantes que requieren de su presencia_le respondo tratando de evitarlo. Sale de la parte del conductor, ya que estaba esperando allí, y camina con un poco de dificultad ya que no trae consigo su bastón hacia nosotras.
_Bueno, no pasa nada_habla Rubí dejándonos atrás _Iré a buscar a Leo, creo que ha ido a despedirse de los abuelos y de Ágata_
La miro desaparecer con gracia por la puerta. Aún con ropa deportiva se la ve elegante. No me atrevo a mirar a Jen. No se ha movido. Ambos permanecemos, con las vistas en diversas partes, cerca del maletero. Meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón deportivo. Hago contacto con la templada pantalla de mi móvil.
_¿Te gusta la montaña?_la repentina voz interrogante de Jen hace que deje de mirar las escaleras blancas y lo mire. Sus profundos y fríos ojos azules me traspasan.
¿De verdad está hablando conmigo?
Bueno, vamos a pasar dos días en los que evitarnos será casi imposible y creo que hablar para calmar el ambiente no estará nada mal.
_Si_respondo sin dejar de mirarlo. Me gusta su color,pero lo que me transmite me deja petrificada. Tanto dolor, furia, rechazo,... No puedo entenderlo_¿A ti?_me animo a preguntarle. Puede ser el comienzo de una amistad. Sonrío con esos pensamientos.
_No_responde seco. Vuelve su vista al arbusto que estaba viendo. Me quedo como una tonta mirándolo. Retiro todos mis pensamientos. Pues que bien oye._¡Adiooos!_la aniñada voz de Leo me resulta muy graciosa. Se despide con la mano de sus abuelos y de Ágata desde la ventana del coche,la más cercana a su asiento.
_¡Adiós! ¡Pasadlo muy bien, hacer fotos!_la voz de Scarlett se hace escuchar con fuerza mientras acerca sus manos a cada lado de su boca para imitar a un megáfono.
_¡No lo dudéis!_grita de vuelta Rubí despidiéndose con la mano igual. Jen simplemente mueve su mano cercana a la venta del conductor en forma de saludo. Sus profundos ojos están cubiertos por unas gafas de sol oscuras y cuadradas. Miro por la ventana de Leo ya que por la mía da a otro lugar. También me despido moviendo mi mano con energía. Sonrío de la mejor forma posible, recibiendo lo mismo por sus partes. No veo a León por ninguna parte. Suspiro ocultando mi descontento con él. Vuelvo a mirar a Leo.
_¿Estás listo?_le pregunto con una gran sonrisa.
_¡Listísimo!_
_¡Pues vamos allá!_reímos ambos con energía. La risa de Rubí se nos une y el coche comienza a moverse.
Menuda aventura._________________________________________
MICA🌹
¿Te atreverías a no escuchar las malas palabras de quienes quieren verte hundido y salir adelante por ti mismo?
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No me olvides ✔
RomanceCorina Herrera, conocida como una mujer mediterránea alegre e independiente, es la mujer del prestigioso inspector de policía Leónidas Cron. Un joven matrimonio, perdidamente enamorado, con toda una vida por delante. Aquella noche se apagó la luz de...