Corina Herrera, conocida como una mujer mediterránea alegre e independiente, es la mujer del prestigioso inspector de policía Leónidas Cron. Un joven matrimonio, perdidamente enamorado, con toda una vida por delante.
Aquella noche se apagó la luz de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
__________________
El sonido insistente de las sirenas de las ambulancias retumban en mi cabeza, sin dejarme un solo instante en paz. Han pasado más de tres horas desde que la ambulancia nos trajo a mi hijo y a mí al hospital más cercano. El resto nos siguió en sus coches. No puedo calmarme, trato de hacerlo, pero no puedo. Siento todo mi interior roto, despedazado. Si algo grave le llegara a pasar...no sé qué haría. Junto mis manos, formando un gran puño, y así colocarlo debajo de mi barbilla, sujetando el peso de toda mi cabeza. Mis pies están clavados en el frío mármol de uno de los cientos de pasillos de la sala de espera. Hace horas que nadie sale para informarnos de nada.
¡Siento que en cualquier momento voy ha explotar!
Me muro de la angustia, al igual que los miembros de la familia Cron y Ágata. León ni siquiera ha podido aguantar más de una hora en esta sala de espera, desesperado por no recibir noticias de su hijo. El sonido de unas apresuradas pisadas se hacen escuchar ya que retumban por el frío mármol. Giro mi cabeza hacia la derecha para ver de quién se trata. Mis ojos rojos, debido a las incesantes lágrimas, observan con dolor y rabia al verdadero Jen correr hacia donde nos encontramos. No dudo en levantarme nada más tenerlo junto a nosotros. Consigo atraer las adoloridas miradas de todos. Camino, sacando fuerzas para hacerlo, hasta llegar a estar frente a este pedazo de mentiroso. Aquél hombre quien me besó y juró que me amaba como a nadie. Aquel que también jugó con mis sentimientos.
Los hermanos Cron se han estado burlando de mí todo este tiempo.
Mi mano sale disparada con fuerza hacia una de sus mejillas, consiguiendo que su cabeza gire debido al fuerte impacto. Mis ojos atraviesan los suyos, desconcertados y tristes, con furia, con verdadero asco. _Eres un miserable_murmuro con frialdad, acusándolo con mis ojos_Un completo patán_termino de escupir en su cara. No me alcanzará la vida para repudiarlo, a él y a su hermano.
No tienen perdón.
Agacha su cabeza, sabiendo de lo que le estoy hablo. La vergüenza y culpabilidad comienzan a pesar sobre sus hombros. Tensa su mandíbula. _¿Hasta cuándo pensábais seguir burlándoos de mí?_ _Corina_la repentina y rápida voz de Scarlett se hace escuchar para callar mis verdaderas acusaciones. La miro, cruzando mis brazos a modo de protección_No sigas por ese camino. No es el correcto_sus cejas fruncidas, debido al dolor que le provocan mis palabras, no consiguen hacer efecto en mí. La encaro. _Tú también lo sabías, ¿verdad?_bufo al ver como calla y baja su mirada, escondiéndose de mí_Todos lo sabíais. Fantástico_doy tres palmadas mientras asiento moviendo mi cabeza. Todos sabían sobre esta farsa, sobre esta burla hacia mi persona y nadie fue capaz de decírmelo o al menos de protegerme. Me dejaron sola cuando más necesité que me contaran la verdad. Y encima la salud de mi hijo corre grave peligro. Suspiro con pesadez, cansada de no despertar de esta horrible pesadilla.