Corina Herrera, conocida como una mujer mediterránea alegre e independiente, es la mujer del prestigioso inspector de policía Leónidas Cron. Un joven matrimonio, perdidamente enamorado, con toda una vida por delante.
Aquella noche se apagó la luz de...
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Paso de nuevo el trapo por la dorada y antigua copa de vino, guardada en una de las grandes cajas de madera oscura, en la bodega. Me he prestado como voluntaria para limpiar los utensilios que se utilizaran para el gran día. En mi mente sigue la extraña conversación que mantuve con Scarlett, no conseguí entenderla y tampoco pude preguntarle nada porque Anthony requería de su presencia lo más pronto posible. Al parecer los preparativos están pudiendo con todos. Admiro la elegancia de la copa. En ella están bordadas unas iniciales en cursiva.
P and C
Son las iniciales de los nombres de los padres de Rubí. Esta copa fue por donde bebieron el vino sagrado el día de su enlace matrimonial y se la prestarán a su hija para que haga lo mismo. Es una tradición muy hermosa y pura. Levanto un poco mi cabeza y miro hacia las dos puertas de madera desgastada de la entrada principal. Una de ellas está abierta, dejando ver la alta e imponente figura de Jen. Su respiración agitada y su penetrante mirada me hace saber que algo no anda bien. Me levanto bajo su atenta mirada, dejando la copa de nuevo en la caja. _Jen_pronuncio su nombre, volviendo a mirarlo_Contigo yo quería hablar_camino hasta llegar hacia él, pero tan solo llego al centro de la pequeña bodega al ver su insistente e intimidante mirada_¿Qué pasa?_pregunto preocupándome al ver que no veo ninguna señal por su parte. Toma el atrevimiento que tanto estaba esperando para acercarse hasta donde me encuentro. Dejo de respirar al ver los movimientos duros y serios que hace. No me muevo. Su mirada clara y profunda recorre cada parte de mi rostro hasta acabar en mis ojos. Sus facciones de suavizan al instante y sus labios se curvan un poco, pero enseguida se transforma en una mueca llena de tristeza y angustia. Lleva sus manos temblorosas hacia mis hombros. Acaricia con sus pulgares la fina piel de estos, produciéndome un cosquilleo inocente. No entiendo su comportamiento, cada vez lo entiendo menos. _Tú..._murmura con sus ojos preciosos puestos en mis labios. Levanto una ceja confundida_Mírame_con una de sus manos levanta mi barbilla para que obedezca su orden al momento de haberlo dicho. Su mirada muestra su desesperación y múltiples de emociones mezcladas, descontroladas. _Jen, me estás asustando_le confieso, consiguiendo que curve sus labios hacia arriba con toda la ternura que puede. Su atrevida y placentera acción hace que nuestros cuerpos vayan hacia atrás debido al impacto. Nuestros labios han vuelto a encontrarse una vez más en este alocado día. Me agarro de él para no perder el equilibrio y caer al suelo de piedra. Sus manos se aferran a mi cuerpo con necesidad y su boca devora la mía con lujuria, pero también consigo distinguir amor puro. Mis emociones surgen desordenadas y revolotean en mi estómago con energía. Trato de separar nuestros labios, pero su insistencia me lo impide. Sigo un poco más su apasionado beso, gustosa y sin remordimientos, hasta al fin separarnos. Nuestras agitadas respiraciones se mezclan como si se conociesen de toda la vida. Agarro con una de mis manos su camisa azul un poco más fuerte hasta arrugar la un poco, sintiendo su cálido pectoral debajo. Su corazón late sin ningún control. Acerca su nariz hacia la mía para rozarla de una forma sumamente tierna que consigue arrancarme una pequeña sonrisa. Sus ojos profundos me observan con detenimiento. Capto a tiempo su intención de besarme una vez más, pero lo freno antes de que eso suceda. Su confusión se refleja nada más verme. Antes de que pueda reclamarle algo, su grave y varonil voz me detiene. _¿Es cierto que estás recordando cosas?_su pregunta cargada de verdadera emoción consigue revolver algo dentro de mí. Lo miro confusa.
¿Cómo lo sabe tan rápido?
_Contéstame por favor_sus manos vuelven a coger las mías con suma delicadeza. _Jen..._su mirada se oscurece un poco al escuchar su nombre. _No era cierto, ¿verdad?_su pesada respiración y su mandíbula en tensión reflejan su malestar_No puede ser_lleva sus grandes manos a su cabellera en busca de apoyo. Respira varias veces con pesadez mientras camina de un lado a otro, pero siempre sin la menor intención de abandonar la bodega. _No te estoy entendiendo_confieso, juntando mis manos, también en busca de apoyo. Detiene sus frustrados pasos. Nuestros ojos vuelven a conectarse a la perfección. _¿Me recuerdas? ¿O tan solo han sido sospechas de mi madre?_coloca ambas manos a cada lado de su ancha cadera. Levanto una ceja, sin seguir entendiendolo. Espera impaciente mi respuesta. _Sigo sin entenderte Jen y la verdad es que mi paciencia se está acabando_empiezo a caminar, con la intención de salir primera de esta bodega, pero él no me lo permite. Su mano más cercana a mi sujeta con firmeza mi brazo al descubierto. Lo miro. Recorro su brazo con la mirada hasta llegar a sus ojos azules. _Me llamas todavía Jen_asegura pensativo. Bufo sin ninguna gracia. _¿Y cómo quieres que te llame?_pregunto divertida. Sus ojos me miran incrédulos, dolidos. Niega un par de veces sin mirarme. Suelta mi brazo. Vuelvo a escuchar su pesada respiración. Lo veo tragar con amargura. _Tan solo eran sospechas_vuelve a confirmar_No recuerdas nada_cuando sus ojos miran los míos consigo ver las lágrimas que se acumulan en ellos. Mi corazón se parte en pedazos, por alguna extraña razón, al verlo. Quiero ir a su lado para tratar de consolarlo, pero al saber mis intenciones no me lo permite. Intenta tragar el pesado nudo que se le ha formado, desviando por escasos segundos su bonita mirada. _Está bien_susurra. Me mira con tristeza_Fue un error haber intentado ayudarte a recordar algo_suspira con pesadez_Fue un error haberte besado_mi respiración se corta al escucharlo_Tú estás ahora con mi hermano y yo estoy con Rubí, si...eso es_asiente moviendo su cabeza. Relame sus labios al sentirlo secos_Pido perdón, buenas noches_el sonido de la pesada puerta de madera es lo último que escucho. Mi mirada triste y dolida viaja perdida por las maderas de esta.
¿Fue todo un error?
Pues entonces yo también estoy cometiendo un error, el error de empezar a amarlo.
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/JEN/
Ya está...todo está acabado para mí. Mi hermano se ha quedado con la persona que más amé en toda mi vida. Corina Herrera ya no estará más a mi lado, ya no volveré a besarla cuando yo quiera, cuando lo necesite porque mi hermano lo hará en mi lugar.
