Capitulo 09

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Los dos se quedaron sin palabras al mirarse por primera vez, sus lobos estaban llamándose uno al otro reconociéndose al instante en el que sus miradas cruzaron, y todo pareció ir en cámara lenta, necesitaron horas, días, años tal vez para terminar de adorarse solo con la vista.

Sus propias almas llamaban a su mitad.

Gulf tragó, sintiendo como su cuerpo e instinston reaccionaba al presencia de este alfa. Agachó la cabeza, mordiéndose los labios para no emitir un gemido de dolor, aquel omega malvado lo tomo desprevenido empujándolo contra los trabajadores, sintiendo dolor nuevamente en el tobillo, se sintió estúpido sentado en el piso y se levanto con un poco de dificultad.

Art sentía celos de ese omega, Mew ni siquiera lo escuchó, su atención solo recaía en el omega, es por ello, que cuando vio a Gulf salir lo empujó contra las personas, comportándose como el niño malcriado que es.

—Si, estoy bien— respondió una vez que se enderezó con un puchero inconsciente en los labios.

Mew parece haberse quedado hipnotizado mirándolo maravillado. Cada gesto, cada puchero, cada parpadeo era simplemente sublime.

Era la criatura más hermosa que había visto y para su orgullo su alfa lo reconoció al instante.

Gulf buscaba una escapatoria, sabía que ese alfa era muy peligroso, debía alejarse de él antes de caer en los deseos de su Omega.

Mew reaccionó cuando el omega dio un paso tratando de caminar con una mueca de dolor casi cayendo nuevamente si no fuera porque el alfa lo atrapo de la cintura.

—No lo estás — determinó preocupado — te lastimaste—susurro protector — ven conmigo, tengo algo para el dolor en mi oficina— dijo, no espero respuesta levantándolo del suelo llevándolo en sus brazos.

Gulf estaba abochornado, no está acostumbrado al contacto físico, nunca alguien lo había llevado en sus brazos y menos un alfa, solo su abuelo cuando era pequeño.

Se hubiera negado rotundamente y hubiera escapado de aquel alfa antes de que lo toque, si su omega no le hubiera traicionado a tal manera al dejarse manejar tan sumisamente.

Mew lo llevó a su oficina, subió tan lentamente las escaleras concentrado solo en el omega que cargaba orgullosamente y deseó que su oficina estuviera muy lejos para seguir manteniéndolo en sus brazos oliendo su maravilloso aroma y sintiendo como esos delicados brazos rodeaban su cuello agarrándose de él para no caer, para su mala suerte habían llegado.

Bajó a Gulf con delicadeza sobre su sillón de cuero y se le quedo mirando nuevamente. Parecía un niño embelesado con algo sorprendente. El omega podía sentir su emoción.

Gulf carraspeo, y se rasco la nuca por la intensa mirada del Alfa — creo... que debería irme—comentó incómodo.

Mew pestañeo suavemente, saliendo de su ensoñación, miró el rostro de Gulf, y sonrió inconsciente, miró sus labios y lamio los propios.

Gulf se movió.

— No, te lastimaste— contestó negándose a dejarlo ir fácilmente, tomó su mano suavemente— ¿cómo te llamas? Omega— susurró, observándolo.

El vello de la nuca del menor se erizo al escuchar al alfa llamarlo de esa forma.
De pronto el Alfa bajó la mirada a su pierna inspeccionandolo.

—Gulf— respondió, aprobechando el momento para admirar la belleza del Alfa.

—Lindo nombre— comentó el mayor, dedicándole una sonrisa, lo que provocó que el menor se ponga levemente colorado— Me llamo Mew —se presentó, los ojos del Alfa brillaban de emoción— ¿donde te duele?— preguntó suavemente.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora