Capítulo 60

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Gulf se metió en la cocina para ayudar al alfa a preparar la comida, a pesar de las quejas del mayor no logro convencerlo, y sabia que había hecho lo correcto al estar ayudándolo en pequeñas cosas y riendo feliz en compañía de otro.

Habían estado coqueteando, liberando feromonas para molestar al otro, dedicándose sonrisas traviesas, atrapado al otro en el momento que lo miraba deseoso, se habían dado el gusto de darse piquitos a cada rato, olvidando todo, simplemente siendo ellos y nadie más importante que ellos.

Mew propuso comer al aire libre y Gulf eligió el lugar del almuerzo siendo éste bajo el árbol de roble.

Llevaron una manta para acomodarse sobre ella, llevaron los cubiertos que necesitarían, sus bebidas y la pasta que habían preparado juntos, Gulf se sentó primero sobre la manta ordenando todo y empezando a servir para los dos, Mew decidió que sería el mejor momento de entregarle su ramo de flores, aprovechando que el menor le daba la espalda en donde el auto quedo estacionado.

— ¡Mew apresúrate!— pidió el menor—la comida se va...— cuando giro para buscar al alfa, quedo sorprendido con la mirada clavada a un enorme y hermoso ramo de girasoles que era sostenida por Mew.

—Mucho gusto, me llamo Mew Suppasit, futuro alfa suyo, disculpe mi osadía, estaba pasando por aquí cerca y vi un hermoso ángel y quise pasar a enamorarlo— bromeo al alfa mirando la reacción del menor.

El rostro de Gulf empezó a sonrojarse dejándose ver más adorable, y los ojos emitían un brillo de emoción, miro a Mew y sonrió en grande tomando lentamente el ramo.

—El gusto es mío— siguió el juego el menor— Me llamo Gulf Kanawut y realmente no estoy interesado en una relación con un alfa por el momento— lo molesto sonriendo mas grande.

—Soy multimillonario—movió ambas cejas sonriendo coqueto.

—¡Hazme un hijo!

—Me temo que ya lo hice—rio el alfa acercándose al omega.

Gulf no pudo evitar reír sonoramente, acomodo su ramo a un lado y rodeo el cuello del alfa subiendo su regazo acomodando las piernas a cada lado atrapando los labios en un tierno beso- te amo- susurro una vez que se separaron.

—También te amo mi precioso omega—respondió el mayor.

Estaban siendo muy fogosos, demasiado, pero que se podía decir si después de largos y torturadores días se volvieron a encontrar, contantemente necesitaban tocarse, besarse, ni siquiera sus miradas no podían despegar de la otra persona.

Tal vez fue una pequeña conversación en broma, pero los dos sentían que era un nuevo comienzo a esta nueva etapa en la que estaban empezando nuevamente.

Habían comido juntos sin poder borrar sus sonrisas del rostro, no podían pedir más, la dicha que los envolvía parecía mágica, pero estaban seguros de que todo era real, estaban sintiendo toda la felicidad del otro, todo el amor, tanta adoración.

Después de haber comido todo, diligentemente habían llevado todo los cubiertos usados en la cocina, mientras Mew lavaba los cubiertos, Gulf había dividido su ramo de girasoles para ponerlos en varios jarrones esparciéndolo por toda la casa, cuando termino se quedo parado admirando como sus flores favoritas decoraban todo su nido y con la emoción chillo de felicidad — que lindo— elogio solito en medio de la sala sonriendo en grande.

Mew solo rió silenciosamente viéndolo enternecido, estaba descubriendo que el embarazo había sacado mucho el lado omega de Gulf, haciéndolo ver más adorable.

Volvieron bajo el árbol de roble donde aun estaba la manta extendida en el pasto, Gulf se quedo con un girasol en la mano cada rato mirándolo y sonriendo pensando el hermoso significado que contenía esa flor, se recostó en el pasto cerrando los ojos dejando que los pequeños rayos de sol que traspasaban las ramas acaricien su cara, levanto los brazos cruzándolos bajo su cabeza, Mew lo miraba con adoración sentado a su lado, el abrigo de Gulf se había levantado un poco dejando ver un poco de su vientre.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora