Capítulo 30

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Era una batalla campal, la afilada mirada del omega dio su golpe letal pero la enorme y hermosa sonrisa del alfa lo esquivó sin un rasguño, un pequeño y demasiado adorable gruñido fue liberado y el alfa cayó rendido.

Levanto del suelo al omega y llenó su cara de besos, ignorando que quejas que susurraba el menor.

Se encontraban frente la enorme puerta de la mansión de los padres de Mew, era una edificación al estilo antiguo con un hermoso jardín alrededor y una fuente en la entrada.

Mew ya había tocado el timbre y esperaban que la puerta le sea abierta

—Mew!!!... bájame— susurró el omega escuchando unos pasos acercarse.

Mew rio silenciosamente, amaba molestar a Gulf, su rostro se tornaba de un leve carmesí y aunque intentaba lucir serio no podía evitar sonreír, lo bajó al suelo y el omega se acomodo la vestimenta al mismo tiempo que la puerta era abierta, la empleada dio un paso al costado y los dos ingresaron.

De las escaleras bajó apresurada una hermosa mujer, con el pelo suelto sin una pisca de maquillaje y un vestido blanco suelto, muy hermoso y cómodo a la vista

—MEW! Hijo! Te extrañe tanto— expresó emocionada, con una suave y femenina voz lanzándose en los brazos de su hijo.

El alfa se encorvó completamente para que su madre pueda abrazarlo y Gulf sonrió con ternura, notando de quien heredó los rasgos de sangre pura.

La mujer se separó de su hijo y acarició amorosamente su rostro dedicándole una mirada llena de amor maternal, luego posó sus ojos en el omega quien estaba al lado de su hijo, y ladeo la cabeza curiosa.

Era la omega más hermosa, y peculiar que Gulf haya visto.

— ¿Quién es esta hermosa criatura?— pregunto la omega mayor acercándose a mirar de cerca el rostro del menor, ahueco su rostro con sus pequeñas manos y sus comisuras se elevaron mirándolo detalladamente

—Tienes los ojos con un brillo lleno de pureza y bondad, pero ahogado en tristeza — comentó haciendo un gesto melancólico, pero pronto ese gesto desapareció reemplazándola con una sonrisa traviesa — es tu aroma lo que esta impregnado en mi hijo— bromeó sonriendo de lado.

Mew se sintió un poco avergonzado, tal vez la actitud liberal y pacifista de su madre incomode a Gulf.

—Ma, él es Gulf... mi omega— lo presentó abrazándolo por la espalda y descansando el mentón en el hombro de éste.

—Mucho gusto— dijo el omega con una leve reverencia.

La mujer los miro a los dos y sonrió enormemente —Bienvenido a esta loca familia, hermoso omega— dijo suavemente y pronto su atención fue puesta en otra cosa—Ariel! déjame ayudarte con el postre!— dijo y se dirigió hacia la cocina.

Mew se enderezo y se rasco la nuca, Gulf la estaba siguiéndola con la mirada

—Lo siento...— dijo apenado— mi madre es...

—Maravillosa—termino el omega en un susurro, por un momento creyó ver a una ninfa o un ángel, tan solo le faltaba un par de alas.

Aún mantenía la mirada por donde la mujer se perdió de vista y una pequeña sonrisa nació en su rostro.

Mew calmó su inquietud y amo un poco más a Gulf, normalmente la gente señala a su madre de loca, o de hippie pero su omega parecía haber presenciado una deidad, el omega giro para mirarlo y puso su mano en su pecho incapaz de ocultar la emoción en sus ojos

—Quiero creer que mi mami Camila pudo haber sido así— confesó sintiendo demasiado anhelo.

El corazón del mayor latió mas fuerte y su alfa se alegró inmensamente "es el indicado" dijo su lobo, ya que si aceptaba a su madre tal y como era, nada mas importaba.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora