Gulf es un omega fuera de lo común.
Su abuelo se encargo de entrenarlo para saber defenderse y no ser el típico omega sumiso, al moldear a su omega para ser fuerte e independiente su lobo fue adquiriendo características que se habían perdido con el...
Mew estaba con la mirada perdida en su oficina, pensaba en Gulf, el omega simplemente no hablaba de su vida ni de su pasado, era reacio a abrirle su corazón, lo que provocaba más irritación en el alfa.
Jamás se atrevería a forzarlo pero tampoco quería quedarse sentado con los brazos cruzados esperando que ocurra un milagro.
Pensó en las pocas informaciones que sabia del menor, y empezó a enumerarlos tratando de descubrir algo mas.
Sabía que por alguna razón huyó su hogar. Comentó algo sobre haber sido entrenado, ¿pero para que entrenarían a un omega y qué clase de entrenamiento le habrán aplicado? Y tales entrenamientos han influenciado mucho en su lobo.
Descubrió que tiene un recuerdo traumático que intenta reprimir con todas sus fuerzas, que tenía que ver con el abandono de su madre, lo escucho claramente cuando suplicó que no lo deje y fue la cosa más triste que escucho en su vida, y fue más desgarrador viniendo de su omega, quien nunca debía llorar, él tenía que asegurarse de que Gulf no llore, de rodear su vida de paz y tranquilidad, pero nada de eso era posible si se le negaba el derecho de ser su alfa.
El omega no habló de nada después de lo que pasó en el auto, se disculpó y agradeció pero se negó a explicar nada. Simplemente se mantuvo abrazado a él escuchando sus latidos hasta que la lluvia paró.
Arrugo la frente y golpeó la mesa con el puño, frustrado, no tenía idea de lo que estaba pasando pero tenía una insoportable necesidad de ir a protegerlo y calmar su angustia, la incertidumbre era el sentimiento que mas odiaba.
—Tranquilo lobo!!!— expresó Kaownah entrando a la oficina de Mew con unos papeles en la mano.
El alfa suspiró — lo siento— dijo restregando las manos en la cara, bastante estresado.
— ¿Que te pasa?... Gulf te rechazó?— preguntó el beta sentándose frente al escritorio de Mew.
—No es eso... él me corresponde, no de la manera que quisiera... pero está permitiendo de a poco que me acerque a él... es solo que se niega a que lo ayude en nada, tiene problemas, quiero conocerlo pero simplemente no me cuenta nada— se quejó dejándose caer sobre el sillón de cuero.
Kaownah quedo pensativo viendo la manera de ayudar a su amigo, la información personal que le dio el omega no tenia absolutamente nada, aunque... —Mild— mencionó con una sonrisa.
Mew lo miró confundido— que le pasa a ese pequeño, le sucedió algo malo?
—Noo idiota, Mild es su amigo, viven juntos y el omega le tiene tanta confianza que hasta deja que su sueldo sea cargado a la cuenta de Mild—
—Claro! ese pequeño sabe todo de él, hoy justamente casi se le suelta la lengua enfrente de mí; pero, ¿cómo hago para conseguir que me cuente cosas de Gulf?
Kaownah rio irónicamente —tu mismo lo has dicho, Mild solito suelta la lengua
Mew asintió pensando en cómo podría persuadirlo para que hable.
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