Capitulo 07

9.1K 1K 165
                                    

¡Gulf necesitaba urgentemente salir!

Nunca fue un ser que se mantenga quieto por tanto tiempo, y realmente piensa que al segundo siguiente, si no se pone a barrer o fregar algo, va a terminar resultado a parte de fugitivo un omega completamente desquiciado.

Aquello le hace pensar seriamente de su inminente locura si por desgracia llega a ser encarcelado.

Niega con la cabeza alejando malos pensamientos y vuelve a mirar con reproche al pequeño omega que con una terquedad increbrable lo había atado al sillón de su sala.

Mild había hablado con su madre después de su maravilloso encuentro con Gulf, y la muy preocupada mujer le había encargado a su intrépido criollo la más importante misión de mantener en reposo por lo menos tres días al mayor para que el tobillo sane.

Ha sido una tarea bastante difícil, pues al más mínimo descuido, Gulf estaba saltando con su pierna sana con una escoba en las manos.

Fue dificil, sí, pero no imposible. Pues para aquel pequeño omega no había quien le lleve la contraria cuando se proponía algo... Y una vez más sonreía orgulloso de sí mismo cada vez que ve a aquel peculiar y poderoso omega sentado obediente a sus exigencias.

"Lo domestique" piensa con travesura.

Aunque los pucheros inconscientes de Gulf secretamente lo derretian completamente.

— No me dijiste como fue que te lastimaste el tobillo —comento Mild pasándole al más alto una taza de café humeante y algunas medialunas para desayunar.

Gulf se llevó el dulce líquido a los labios, después de un trago reconfortante responde— Cuando estaba escapando de la policía.

Mild lo mira con escrutinio— ¿Que?—se burló— no me digas que te tiraste de un edificio como en las películas de acción!— tomó una de las media lunas y lo sostuvo frente su boca — porque te juro que te voy a creer si me dices que sí— después de decir aquello metió todo en su pequeña boca inflando los cachetes.

Gulf rio de la cara de curiosidad de más joven, y sus rosados cachetas tan llenos, levantó nuevamente la taza pensando en aquellas películas; le hubiera gustado algo así, el protagonista siempre salía ileso — No— respondió con simplesa riendo ante la idea, luego le dio un sorbo al café.

— ¿Enbonfej cjomo?— preguntó aún con la boca llena.

Gulf lo miró de reojo volviendo a mirar los notieros, las comisuras de sus labios se estiran hacia arriba por la simpatía del curioso omega— Me tiré sobre un tren en movimiento— dijo; seco, abrupto, sin detalles.

¡Lo más normal del mundo!

Y Mild escupió su masa de media luna masticada en la cara de Gulf.

— ¡Mild! ¡Que asco! —gritó levantándose del taburete de la cocina, olvidando su adolorido tobillo retrosedio buscando un trapo con que limpiarse, pero cuando se apoyó de pie equivocado el dolor punzante en la zona lastimada lo hace perder el equilibrio terminando en el suelo de la cosina, y un nuevo dolor en el trasero.

Mild reía a carcajadas, a veces tosia, y cuando volvía a juntar aire en sus maquiavélicos pulmones nuevamente se carcajeaba. Y el que yacía en el suelo sobandose el trasero lo miró molesto.

***

Gulf se quedo en la antigua habitación del anterior compañero de Mild.

Notó que el pequeño omega no tenía gran cosa en la casa. Solo lo indispensable, un omega estudiante universitario con un trabajo de medio tiempo no tenía mucho que ofrecer, él lo comprendía, pero aquello le hacía pesar en el pecho la creciente preocupación de que su presencia allí sería un gasto que al pequeño omega tal vez le cueste sobrellevar.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora