Capítulo 59

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Gulf se había quedado profundamente dormido en los brazos del alfa, todos esos días de falta de sueño estaban siendo recuperadas, su omega se había consolado después de ese encuentro, Mew lo seguía acariciando con adoración, amándolo tanto, su alfa por fin estaba en paz "gracias, Madre Luna" suspiro silenciosamente consciente de que al estar ahí con su omega en sus brazos con un hijo suyo en camino solo podía tratarse de un verdadero milagro.

Abrigo bien a su omega y se levanto para ir a prepararle algo de comer, sabía que su Gulf al estar solo en ese lugar se habrá estado alimentando con comidas espontaneas y nada nutrientes, se puso el suéter que alguna vez fue suyo, y que vestía en la mañana su precioso omega ya que no tenía nada para ponerse arriba, por suerte había traído con él ese jean oscuro.

En la cocina no había nada para cocinar, todo el refrigerador estaba lleno de preocupante comida enlatada e instantánea, y aunque también había frutas aquello no lo tranquilizó.

Salió de la cocina, estudiando con más atención la cabaña que adora su omega y le dio la razón para amarla tanto, era muy acogedora, hacía que uno se sienta tan a gusto en ella, sonrió viendo los retratos familiares, y recordó las palabras de la Nana Agatha, aquella mansión solo era una máscara, esta cabaña era el verdadero reflejo de su omega.

Ahora entendía porque no había ni una sola foto en su habitación todo lo había traído a ese lugar y noto algo más interesante, el nido no solo era su habitación, el olor del omega marcaba fuertemente todo el territorio, los cuadros familiares estaban esparcidos por toda la casa, había mantas y infinidades de almohadas en la sala junto a la chimenea, descubriendo así que toda la cabaña era el nido de Gulf, y sonrió con ternura.

Volvió donde aun dormía lo que más amaba en su vida, no iba a dejar que se siga alimentando con esas cosas, más ahora sabiendo que estaba un bebe en esa linda barriga, se sentó al lado del omega y beso repetidas veces su rostro tratando de despertarlo, pero el menor estaba exhausto, después de días de luchas todo su cuerpo cayo rendido descansando profundamente influenciado al olor de su alfa.

—Cariño iré al pueblo un momento— le susurro tratando de no asustarlo.

—Ok—murmuró apenas, aún profundamente dormido, abrazando la almohada que había usado Mew y hundiendo su rostro en ella.

Agarro la llave del auto del omega y salió de la cabaña manejando en dirección al pueblo más cercano, compro todo lo necesario para poder ofrecerle una maravillosa cena esa noche, se compro de paso algo de ropa más cómoda para usarla en la cabaña, cuando hizo las compras que quería salió del lugar para regresar junto a Gulf, pero sus ojos divisaron una floristería volviendo a estacionarse en frente, sabía muy bien que clase flores pedir.

Cuando estaba regresando al auto con el ramo en brazo sintió una punzada en el pecho, la desesperación de Gulf le indico que debía manejar a toda velocidad.

Manejo tan rápido como pudo llegando en minutos a la cabaña, vio a Gulf afuera con la desesperación en su rostro, se estaciono rápidamente saliendo de ella y el omega corrió hacia él en cuanto lo vio.

— ¿Amor que pasa?—pregunto asustado envolviendo el tembloroso cuerpo.

— No me dejes Mew— pidió el menor entre su imparable llanto— por favor no me dejes solo— rogo aferrándose al cuerpo del alfa—ya no quiero estar solo— suplico sollozando.

El mayor sintió la mayor tristeza al saber que Gulf creyó haber quedado solo nuevamente—ooh cariño— le susurro protectoramente besando varias veces su cabeza— Nunca más mi amor, te lo prometo Gulf, nunca te volveré de a dejar— le aclaro mirándolo a los ojos ahuecando el rostro, dándose cuenta que la herida que dejo en su omega era mucho más profundo de lo que había pensado—perdóname por todo Gulf, por lastimarte tanto mi pequeño valiente— pidió con la voz cortada, abrazando con mas posesividad al menor.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora