Capítulo 53

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Mew sintió un dolor punzante en el momento que Gulf descubrió que la muerte de sus madres nunca fue un accidente, retrocedió dejando caer todo a su paso apretando con fuerza el pecho hasta chocar contra la pared.

Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, el pecho empezó a arder y la cabeza sentía que iba a explotar, su alfa estaba desesperado, algo terrible estaba pasando con su omega, podía sentirlo, las lágrimas que Gulf estaba liberando se reflejaron en él empapando todo su rostro.

- ¡MEW! - Grito Kaownah yendo a ayudar a su amigo, asustándose de lo terrible que se veía- ¡¿te encuentras bien?! - pregunto sacando el celular para llamar una ambulancia.

- Mi... omega- dijo su alfa jadeante, un fuerte rugido hizo que el beta retroceda cayendo de espaldas mirándolo cada vez mas asustado.

El alfa se adueño completamente del cuerpo de Mew, su omega se iba apagando, ya casi no lo estaba sintiendo, creyó que sentirlo tan melancólico era horrible, pero que ese único sentimiento vaya desapareciendo era una verdadera pesadilla.

Cayo a suelo de rodillas, con la boca abierta tratando de respirar pero se estaba ahogando, sus ojos se tornaron de un tenebroso amarillo advirtiendo un cambio inminente, sentía los huesos de su pecho retorcerse, algo le estaba pasando, todo su cuerpo tuvo un dolor insoportable, pero nada de eso importaba cuando lo que en verdad dolía era ese sufrimiento desgarrador que le transmitía su amado omega.

Kaownah se empujo con los pies arrastrándose hacia atrás, cada vez más asustado con lo que estaba viendo.

Mew empezó a crecer rasgando la ropa, su cuerpo empezó a deformarse escuchándose los huesos modificándose, todo su cuerpo empezó a llenarse de pelos y las garras afiladas y poderosas se clavaron en el piso de madera, rompiéndolas y hundiéndose con su peso.

Kaownah estaba estupefacto, la boca no la podía cerrar y por instinto sus pies querían seguir empujando su cuerpo buscando seguridad al presenciar esa épica transformación.

El pecho del enorme lobo subía y bajaba violentamente por el terrible esfuerzo que hizo para salir por primera vez al exterior.

El beta se levanto lentamente con ayuda de la pared, el cuerpo temblaba y no sabía si era por el miedo o por el intenso asombro.

La enorme criatura dirigió su brillante y amenazadora mirada a él, los ojos eran completamente amarillos, un brillo salvaje e inhumano reflejado en él, sus pelo tan negro que encandilaba la vista, las garras salieron del piso y avanzó lento e intimidante a su dirección, los músculos de su cuerpo se movían al compas de sus movimientos.

- Me... ¿Mew? - hablo lentamente sintiendo su pecho subir y bajar con fuerza, la criatura simplemente lo miro y paso a su lado, era tan grande y aterradora en cada paso que daba el lobo negro causaba más pavor, su tamaño tenia la altura del beta, echó la puerta en un zarpazo sin esfuerzo alguno, y bajo corriendo por las escaleras.

Kaownah solo escucho los gritos de pánico de los empleados y sabía muy bien la razón, pronto en la calle se escucho bocinazos y chillidos de llantas tratando de frenar pero al final solo impactaron contra algo. Todo fue un caos y en su mente solo golpeaba una y otra vez que presencio la transformación de un alfa.

Salió de la zona urbana entrando en los pequeños bosques y frondosos pastizales, las aves volaban despavoridas cuando sorpresivamente un gigantesco y monstruoso lobo aparecía frente a ellas, salió en las vías del tren y empezó a seguirlas dirigiéndose a la otra región del país, iba a una velocidad increíble, y en cada paso dejaba monstruosas huellas que arrancaban la tierra del suelo.

De pronto alcanzo el lugar donde Gulf se lanzo del tren meses atras y como un viejo recuerdo la imagen fugaz de aquello paso por sus ojos, y escucho el grito de dolor que libero su precioso omega al impactar al suelo, aquel recuerdo ajeno lo entorpeció e hizo que baje la velocidad sacudiendo la cabeza sin entender que le pasaba.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora