Capitulo 19

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Mew estaba tan metido en su trabajo que sin darse cuenta la hora pasó volando, se sorprendió cuando miró  por la ventana y ya era de noche.

Quería ir a ver a Gulf en la tarde como le había prometido, pero se le escapó el tiempo entre los trabajos apilados que tenía, salió del edificio, se despidió del guardia y entró en su auto pensando que lo mejor es ir a su casa, el omega seguramente ya estaba dormido.

En el camino, su alfa no lo dejaba en paz, quería ir a ver y asegurarse que se encontraba bien, el susto que le dio en la mañana lo tenía muy inquieto, tenía que verlo, olerlo, abrazarlo una vez más.

Salió de la avenida dando una vuelta en U, un tanto imprudente, para su suerte el camino ya no estaba siendo transitado y se dirigió a la casa en donde estaba viviendo su omega.

Cuando dio la vuelta en la cuadra del vecindario, vio un lujoso auto negro estacionarse frente a la casa de los dos omegas, frunció el ceño y bajo la velocidad acercándose lentamente con la mirada clavada al vehículo desconocido.

Del lujoso auto bajó un joven, no muy alto pero lleno de músculos, desprendiendo lujos y riqueza por donde lo miren, era extraño ver a esa clase de persona en esa ciudad, era el tipo de gente que vive al otro lado de la región del país, donde los ricos eran empleados de los magnates, donde la clase media eran pordioseros y la palabra pobre era desconocido en su diccionario.

Pronto vio a Gulf salir por la puerta y fue directo a los brazos de aquel que para el instinto de Mew era un alfa.

Gruño celoso al verlo abrazarse tan cómodamente, era la primera vez que ve que actúa cariñoso, deseaba que Gulf lo abrace de tal manera, vio como el más fornido lo levanto levemente del suelo y lo bajo nuevamente separándose y sonriéndose.

Aquel alfa era unos 20cm más alto que su omega, y le molestaba de sobremanera todo ese trato tan afectuoso, tal vez físicamente arrasaba con el recién llegado pero no iba a poder competir contra él en cuanto a riqueza, ese extraño seguro nació en cuna de oro y él estaba empezando desde cero sin ayuda de nadie.

Sus manos se volvieron puños y apretó los dientes, molesto por presenciar aquello y su mente empezó a crear cualquier loca teoría.

"¿Es por esto que Gulf se niega a mí, porque ya tiene alfa? ¿Porque un Alfa  más rico se intereso en él? " su lobo gruño desde lo profundo de su pecho, sus ojos se estaban llenando de ira "no... él es mío... " —mi omega— dijo con un gruñido posesivo.

Pero se aguanto la rabia, y siguió mirando, si Gulf se negaba a hablarle de su vida, él lo iba a descubrir a como dé lugar, tenía que saber qué clase de persona era su misterioso destinado.

Vio al alfa sacar un portafolio y entrar con Gulf dentro de la casa, y golpeo el volante cegado por los celos.

***

Por otro lado Gulf bajó las escaleras corriendo a abrazar a Champ, verlo lo consolaba, después de tanta angustia alguien de un rostro familiar calmaba su tormento.

Ellos dos se apoyaron desde jóvenes, se pasaban la mano y se daban fuerzas en los momentos difíciles, Champ ha sido paño de lágrimas para Gulf desde que enterró a su abuelo, es su amigo... más que eso, su hermano.

Cuando entraron a la casa lo invitó a sentarse en la sala— ¿jugo o agua?— ofreció el menor dirigiéndose a la pequeña cocina.

—Agua— respondió el alfa.

Cuando Gulf desapareció en la cocina, Champ pudo cerrar los ojos y aspirar esa cautivadora esencia que ocupaba todo ese lugar, sintió su alfa removerse y buscar el dueño de ese dulce olor, se levanto y camino lentamente buscando el lugar de donde el olor era más intenso, llego a una puerta y agarro la perilla girándola lentamente.

VALIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora