Epílogos

1.4K 133 54
                                    

—¿Dónde fue mamá?, —preguntó un molesto Paúl.

—Ya venía, —respondió la niña.

—¿Sabes dónde se metió?, —volvía a preguntar Paúl, esta vez a Gaius, quien salía con Gladys y Gemma del salón de actos de aquel instituto; en su mano el chico llevaba el tubo con su recién adquirido título de bachiller.

La ceremonia fue algo sencilla, apenas unos veinte graduados en aquellos cursos para adultos que realizaba la institución como parte de su oferta para capacitar a los que por un motivo u otro no pudieron estudiar cuando jóvenes.

—Dijo algo de una inscripción, que hoy cerraban los cupos para el nuevo semestre; —respondió el chico.

—¿Inscripción? ¿cupos? ¿Semestre?, no, dime por favor que no es cierto lo que dices; —gritó Paúl visiblemente asustado.

—Ahí viene de regreso, —dijo Gaius apuntando a la mujer que bajaba por uno de los pasillos.

Olga iba con una cara de felicidad que no cabía, Paúl empezaba a asustarse más.

—Listos, nos vamos amor, —dijo Olga al llegar y darle un beso al marido en el cachete.

—¿Dónde estabas?

—Te lo dije, inscribiéndome, me faltaba el título de bachiller en los recaudos, así que fui a mostrárselo a la administración del programa y me dieron plazo para sacarle copia fondo negro una semana más; —respondió Olga. —Mira Gaius, conseguí los trípticos para los cursos de técnico en construcción; inician el próximo mes y tienen todavía cupos disponibles, —completo sacando de la cartera los papeles y copias que le pasaba al chico.

—Gracias Olga, —respondía el chico con una gran sonrisa agarrando los mismos.

—Hay uno corto de un semestre para paisajismo y jardines; te lo anexe, —dijo Olga.

—Qué jardines y que ocho cuartos, qué demonios es eso de inscribirte en qué demonios, —gritó un Paúl ya molesto.

Olga lo miró unos instantes, era la cara de 'esta noche duermes en el sofá'. 

—Te lo dije antes, voy a estudiar Licenciatura en Educación, nunca escuchas, —respondió pausada Olga.

—¿Y cuánto dura esa vaina?

—Cinco años, cuatro si me apuro.

Paúl se puso pálido, sintió que se desmayaba, cinco años sin sexo normal en las noches; cinco años de tener que esperar que Olga tuviera un hueco en los fines de semana y no estuviera que estar preparándose para algún examen, o sacando un trabajo, o algo así; cinco años más.

—¿Estás bien amor?

Paúl se puso a llorar.

—Si, —fue su respuesta, ya sabía bien lo que implicaba decir no.

—¿Seguro?

—No, —termino de llorar.

—Vamos, vamos, que no es para tanto, ven vamos todos a la heladería a celebrar la graduación.

—Si, —dijo Paúl tratando de ponerse firme y aguantar estoico.

—¿Puedes conducir?

—No, —respondió, sacando las llaves y pasándosela a Olga.

Olga sonrió agarrando las llaves del carro, ella tenía para esa noche un conjunto nuevo que había comprado para celebrar en privado en la cama; pero no se lo iba a decir a Paúl todavía; alguna alegría debía darle al hombre o se suicidaría.

Sólo Negocios - Serie: Agencia Matrimonial - 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora