Capítulo XLV

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A. J. Phoenix

Olga bajaba esas escaleras con Helga en sus brazos, atrás ellas aquel guardia las escoltaba fuera; mientras la bulla de aquella masa de gente frente a la televisora no paraba y era como estar cerca de una sala de motores industriales. Tras llegar a la calle el grupo siguió avanzando, varias cuadras más llegaron a aquel restaurante, y ellas entraron.

Paúl bajó hasta el auto más abajo, se quitó la chaqueta de guardia, no quería asustar a los comensales dentro y se puso sobre todo lo que llevaba una camisa suelta y amplia; ya se quitaría el disfraz de guardia completo al llegar a casa; se hacía la ilusión de que esa noche jugaran al policía que detiene a la infractora y a cambio de no ponerle la multa ella le ofrece hacerlo dentro de coche, eso tras acostar a Helguita. Entró y fue a comprar la comida y las bebidas, mientras sus amores ya estaban sentadas en una mesa esperándolo. La televisión estaba encendida y todos los presentes miraban como se iniciaba aquel programa especial que la presentadora Sofía Meller señalaba en las propagandas del show iba a ser donde revelaban todos los secretos.

Mientras Paúl traía las bandejas de comida, hamburguesas para ellos y perros calientes para la niña; Olga se desvivía en alabanzas a la pequeña por su actuación en esas escaleras. Paúl luego la felicitaba por el gran puntapie que le había dado a la bruja mala. Había, hasta ese momento, resultado la cosa mejor de lo esperado. La idea era que la mujer intentara algo contra la niña y ahí la madre sería quien la golpearía por haberlo hecho; pero Helga no sólo le dio la patada, sino que la tumbo. Bien, ahora a esperar, mientras comen y ven el 'gran evento' en aquella pantalla.

Casi una hora después se escuchan las sirenas que llevan detenida a la mujer. Ellos empiezan a salir para ir al carro a hacer tiempo a que lleguen los otros dos. Están llegando a la puerta cuando alguien dice.

—Мы снова встретились, хорошенький хорошенький (Nos volvemos a ver, bonita bonita)

Paúl se voltea y se encuentra con aquel grupo de matones, todos apuntándoles. Olga agarra la niña aterrada, es el desgraciado chófer que tantos años atrás le disparó y la dio por muerta.

Les indican que suban a una camioneta Van. A Paúl le lanzan un golpe en la cabeza con la culata del arma; cae al suelo y empiezan a golpearlo. Uno de los sujetos agarra una cinta de embalaje plateada, lo amarra y amordaza. La niña sigue en los brazos de su madre, está muy asustada y llora; Olga sólo puede abrazarla para tratar de tranquilizarla, sabe que estos desgraciados no están jugando. Rato después el teléfono suena, es Claude y los sujetos le dan instrucciones. Los separan, a Paúl lo suben en una SUV vecina, mientras ellas siguen dentro de aquella camioneta que empieza a avanzar alejándose. Ella sólo mira como al pasar, a Claude lo empujan dentro del otro vehículo y a Paúl lo lanzan a la calle y le disparan. Cierra los ojos y aprieta a Helga contra ella, en un intento más de calmar a la pequeña y que no vea como estos malditos han matado a su padre. Una hora más tarde, llegan a un galpón en las afueras del puerto. Primero la Van, luego la SUV. Las bajan y tras ellas viene Claude, lo han golpeado también en el camino; va atado, pero sin mordaza, aún.

—La puta y el marica juntos otra vez, —dice otro más en ruso. Ella lo reconoce, era aquel socio del padre del Claude, aquel al que ella confirmó la verdad del chico.

—Déjalas ir, me tienes a mi, —pide Claude.

—La puta no me importa realmente, pero niña valdrá mucho, conozco casas donde las tienen para atender a sujetos con gustos finos, yo y mi chófer tendremos el honor de ser los primeros en entrenarla, —se ríe el sujeto.

—Si la tocan, eres hombre muerto, —le advierte Claude.

—Y un marica al que voy a castrar para convertirlo en eunuco me lo va a impedir, —el sujeto vuelve a soltar la carcajada, mientras el chófer le da un golpe al chico en el abdomen.

Sólo Negocios - Serie: Agencia Matrimonial - 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora