❧ Estado: Completa y en futura edición.
❧ Fanfic basado en el juego de Harry Potter : Hogwarts Mystery.
❧ Toda la historia base es original del juego.
❧ No es necesario haber jugado al juego para leer la historia.
❧ Portada hecha por: -PORTADAS-
❧...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A una semana de acabar el curso, Natalia corría por los pasillos de Hogwarts para reunirse con Charlie en el patio. Por el camino se cruzó con Tulip y tuvo que detener su carrera al escuchar la voz de la pelirroja.
Tulip: Lo siento, Natalia Salas. No he vigilado a Rakepick como me pediste.
Natalia: -casi sin aliento- No te preocupes, Tulip.
Tulip: Quería vigilar a Rakepick, pero algo extraño ocurre con los elfos domésticos...
Natalia: Hablaremos sobre los elfos domésticos en otro momento, ¿vale?
Tulip: ¿A dónde vas con tanta prisa, Natalia?
Natalia: A hablar con Charlie.
Tulip: -con el ceño fruncido- ¿Tanta prisa por hablar con Charlie?
Natalia: -nerviosa- ¡Luego te lo explico!
Filch: Eres tan mala como Rakepick.
Pero Natalia no tenía tiempo ni de Tulip, ni de Filch. La Gryffindor volvió a retomar su carrera para dirigirse hacia el patio.
Cuando llegó, rápidamente vio a Charlie sentado en la fuente esperándola. Natalia sonrió ampliamente e iba a comenzar su último sprint hacia el pelirrojo, pero la voz de Hagrid la detuvo.
Hagrid: ¿Cuándo volverás a visitarme, Natalia? Te prepararé mi famoso caramelo de melaza.
Natalia: Pronto, Hagrid. Lo prometo. -corrió hacia Charlie-
Charlie: ¿Tienes la poción embellecedora para repeler al gorro rojo?
Natalia: Sí. Por suerte, Snape reparó mi escoba y me la devolvió.
Charlie: -con una sonrisa- ¿Estás lista para volar?
Natalia: Aún no. No estamos seguros de que la poción servirá con el gorro rojo. Y, si funciona, tampoco estamos seguros de que la punta de flecha esté en su guarida... Incluso, si la encontramos, no sabemos dónde encontrar a Torvus ni si podremos convencerlo para que nos muestre la bóveda...
Charlie: -riéndose- Has olvidado mencionar que lo que esté cuidando la bóveda tal vez intente matarnos.
Natalia: Si el mago que me atacó no me mata primero...
Charlie: -riéndose- No te preocupes, Natalia. Lo resolveremos...
Natalia rodeó con sus brazos a Charlie y hundió su cabeza en el cuello del chico. Charlie se sorprendió por ese repentino gesto pero rápidamente acarició el pelo de la chica, embriagándose con el característico olor a fresa que desprendía.
Natalia: -aún apoyada en su cuello- Gracias, Charlie. No sé cómo aguantaría toda esta presión sin tu ayuda. -Charlie sonrió aunque ella no lo pudo ver- No sé cómo podré compensarte todo esto.
