Capítulo 3.0

976 164 101
                                    

Melsy y Saori se bajaron del auto, a lo que Adora arrancó el motor y se marchó camino de vuelta a su casa.

Subió por el porche, buscando la llave de la puerta principal, pero fue abierta apenas su llavero tintineo. Una cabellera morena se asomó con una sonrisa pícara, a lo que Adora sonrió risueña.

—Hey, Adora.

—Hey... ¿Puedo pasar?—preguntó riendo, al ver que Catra tapaba la entrada.

—Sólo si me das un beso—. Dicho esto, Adora suspiró acompañada de una sonrisa, para terminar acercándose y plantando un suave beso en los labios de su novia. Luego de unos largos segundos, se separaron, sin romper el pequeño lazo que se había creado en tal romántico aire—. Ahora sí puedes pasar...—. Catra dejó un pequeño espacio a su lado para que la rubia pueda entrar a su casa. Cerraron la puerta y ambas quedaron apoyadas en esta, mirando a los ojos de la otra, como si no pudieran creer lo lejos que habían llegado luego de tanto tiempo.

—Sigue sin gustarme la idea de que vayas a Londres...—se atrevió a mencionar Adora, viendo cómo su pareja no reaccionaba en absoluto a sus palabras y la miraba embelesada, lo que le recordó a un momento en particular que habían pasado los primeros días juntas—. Hey... ¿Recuerdas la primera vez que me viste cambiando mi ropa?—. La morena asintió, sin cortar el contacto visual—. ¿Qué era tan interesante en mi espalda? La mirabas como si hubiera algo demasiado llamativo, como si hubiera una herida o-

—No tenía nada, en realidad—interrumpió. La rubia se desconcertó un poco. ¿Qué era tan interesante, entonces?—. Sólo tenía mi cabeza perdida en lo que somos hoy. Y observando tu espalda desnuda pensaba en lo lindo que sería que fuera una de las primeras cosas que vea cuando despierte—. Adora sonrió, bajando la mirada hacia sus manos. Su pelo se había interpuesto frente a su rostro, a lo que Catra tomó el mechón y lo colocó detrás de su oreja, aprovechando la posición de su mano y atrayendo su rostro hacia el de su pareja, uniendo sus labios en un suave y profundo beso.

—No te has ido—fue interrumpida por los labios de la morena, pero siguió intentando hablar—. Y ya te extraño...—. Catra frenó el beso, tomando a la rubia de las mejillas y mirándola a los ojos.

—Yo también. Por eso mismo te estoy besando, ¿sabes?—. El beso continuó, a lo que Adora decidió dejarse llevar, terminando ambas encerradas escaleras arriba y algunas prendas de ropa esparcidas en la sala.

_______________________________

—Hey... Uhm, mi hermano me dejó en el recreo una mochila con mi ropa, así que te traeré mañana lo que me prestaste ya lavado—. Melsy se sorprendió bastante por la repentina salida de conversación de la pelinegra, aclarando el hecho de que había aparecido de la nada misma.

—Oh... No hay problema, no te preocupes—. La rubia sacudió sus manos frente a su rostro sonriente, quitándole importancia al asunto. Viendo que Saori seguía parada frente a ella luego de aquellas palabras, quiso seguir el hilo de la conversación—. ¿Tu hermano te dijo algo? Sobre tu hermano más pequeño...—. A la pelinegra se le iluminó el rostro como si estuviera ante pleno sol, a pesar de estar dentro del colegio en pleno pasillo.

—¡Sí! Me dijo que pasara a visitarlo luego de clases. Según él, preguntó por mí luego de verlo—. Melsy sonrió de manera sincera ante las nuevas noticias. Sin notarlo, varias miradas comenzaron a colgarse en ella, perdidas.

—¡Eso es genial! Espero que puedas recuperar el tiempo con él. Les deseo lo mejor, Saori—. Apenas terminó de decir estas palabras, pareció que la pelinegra iba a responder, pero una gran figura se interpuso en su camino, bloqueando su vista de la rubia, a lo que ambas se quejaron.

—Hola, bombona—. Bee, enojada, lo tomó de la chaqueta del equipo escolar, estrellando el cuerpo de Jaden contra los casilleros.

—Basta. Elimina mi presencia de tu cabeza. Me tienes harta. Tengo novia, no estoy dentro de tu ligue. Supéralo antes de que recurra a la fuerza, idiota—. Todos en el corredor parecieron callarse para escuchar y observar la escena con atención. Melsy se marchó hacia la biblioteca cuando confirmó un resultado afirmativo de parte del castaño, siendo seguida por un pequeño colorado. Saori quedó estupefacta, pensando en el gran cambio que aquella rubia había causado desde el día anterior que pasó en su casa hasta hoy, ¿o serán las personas con las que trata?

Espera un segundo. ¿Novia?

La rubia había declarado gustar de niñas frente a todas las personas presentes en el corredor, incluyendo a la pelinegra y al playboy de tercer año, Jaden.

—Melsy... ¡Espérame!—gritó el de mejillas pecosas, tomando a su amiga por la playera para que frene el paso—. Caminas... Muy rápido—. Bee se sonrojó, apenada, esperando a su pequeño amigo. Pues claro, no sólo era rápida sino que sus piernas eran mucho más largas que las del colorado, provocando que un paso de ella sean equivalentes a dos pasos de él.

—Lo siento, Zek..

—Está bien... Sólo vamos a la biblioteca...

El día pasó. Los alumnos parecían más tranquilos que en la mañana, lo que le pareció raro a la rubia, pero lo ignoró. 

Se estaba dirigiendo hacia la salida del hall, dispuesta a esperar a su madre para buscarla, pero algo le llamó la atención. Se sentía observada, a lo que frenó en su lugar y buscó entre los grupos de personas que estaban ahí, encontrando un grupo de 4 chicas mirándola. Levantó una ceja, confusa de recibir atención de gente desconocida. Las muchachas reaccionaron de diferentes maneras, una se sonrojó, dos gritaron por lo bajo entre ellas y la última guiño un ojo. Bee, completamente perdida en sus pensamientos, decidió pasar de largo aquella... extraña respuesta de parte de ese grupo de chicas y se subió al auto de su madre, dispuesta a volver a casa lo más pronto posible.

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora