Capítulo 9.0

875 151 37
                                    

Melsy había quedado tan fascinada con la idea de celebrar su cumpleaños que había hecho una lista de juegos que amaría experimentar, aquellos típicos de adolescentes traviesos que sus amigos de Nueva York le habían comentado.

Llegó al colegio en el auto de su madre, ansiosa de comentar aquellas ideas con su grupo, pero una ausencia notable le llamó la atención.

—Zek, ¿viste a Nahomi?

—¿No vino contigo?—. La rubia negó con el ceño fruncido. ¿Dónde estaba la peliceleste?

El primer bloque pasó con la ausencia de la mayor, a lo que Bee no pudo evitar sentirse algo perdida. Se había acostumbrado a la presencia incondicional de su amiga, pero no pensó que la falta de un día a clases le llamaría tanto... 

No sólo a ella, sino al azabache sentado a su lado también. Se veía... perdido en su cabeza, completamente ido, más de lo normal. Decidió hablarle. Tal vez, si se trataba de ella, le contestaría.

—Asher... ¿Sabes algo de Nahomi?

—Te estaba por preguntar lo mismo...—. Melsy ya no sabía qué hacer. Aunque su amiga odiase ir al colegio, solía hacerlo sin falta alguna. Siempre presumía de su libreta de presentes intacta, reclamando que, aunque no sea una cerebrito, se comprometía con algunas cosas.

Sacó el celular cuando el primer recreo llegó, enviándole un mensaje.

Melsy♥ (09:16 am)
Nami, ¿dónde estás? ¿Vienes hoy?

Melsy♥ (09:16 am)

¿Acaso estás enferma?¿Te encuentras bien?

Nami♠(09:18 am)
Lo siento, creo que llegaré al tercer bloque. Tengo una excusa...
Estoy bien, no te preocupes.

Al ver a su amiga escribiendo en respuesta se alivió. Al menos seguía al pendiente de su celular como lo hacía normalmente, pero aquellas palabras... fueron bastantes raras. ¿Dónde estaban aquellos pequeños insultos que solía soltar como si respirara? ¿Y el torpe o idiota adicional?

Decidió esperar a verla en persona y conversar con ella sobre la falta a la mañana. Quiso avisarle al ojimiel sobre la noticia de su amiga en común, pero no notó su presencia luego del primer bloque.

___________________

En plena clase de ciencias, la puerta del curso resonó en tres golpes. La profesora abrió, recibiendo un papel de parte de la estudiante parada allí.

Ésta ingresó al aula bajo el permiso de la adulta a cargo, pasando de entre las filas. Melsy observó de reojo, sin notar alguna familiarización a la primera vista. Pero, revisando mejor, notó la mochila y los clips de su amiga, a lo que giró en su pupitre sorprendida.

—¿Nahomi?

—Buenos días a ti también, rubia.

La mayor no sólo había aparecido a cara lavada, lo que la hacía lucir mucho menor a su edad e inocente, sino que su largo cabello celeste se encontraba decolorado en californianas y cortado al hombro, así como ella solía usar.

Mirando más de cerca, notó que sus ojos celestes habían perdido el brillo travieso y pícaro, y sus piercings habían desaparecido.

—¿Qué pasó?

—Sólo quise un cambio...—. Algo había pasado, estaba segura de eso. ¿El repentino cambio en cosas que tanto le habían costado sólo porque quiso? Aquellas pequeñas historias de revelarse contra su padre le llovieron en la cabeza, pensando en la cantidad de situaciones que su amiga podría haber presenciado bajo aquel techo.

Las pocas horas de clases pasaron, llegando a final de día, a lo que Bee decidió tomar cartas en el asunto.

—¿Vienes a dormir a casa?

—No quiero ser una moles-

—Nunca dirías eso, Nami. ¿Segura está todo bien?—. La ojiceleste negó, mirando hacia el suelo con el ceño fruncido. Melsy no necesitó ver más. Tomó la mochila de la mayor, la suya y comenzó a arrastrarla por los pasillos, llegando al salón de enfermería—. ¿Mamá?—. Sin recibir una respuesta, ingresó al lugar, encontrando a la mayor atendiendo el rostro de su amigo, a lo que frunció el ceño en grande.

—Eres un idiota... ¿Qué hiciste?—. No pudo evitar ser invadida por la sorpresa al escuchar a su amiga decir esas palabras ante Asher. El ojimiel tenía el labio cortado y moretones en su rostro, sin mencionar la sangre en sus nudillos.

—Tomé mi parte. No merecen menos que lo que recibieron...

—¿Y qué me dices de ti? No merecías terminar así, no tenías razones para meterte en mis asuntos.

—¡Sí las tenía!—. Ambas rubias cruzaron miradas, completamente confundidas. Ante la tensión del lugar, decidieron retirarse hacia el pasillo, dejando a los adolescentes mayores solos.

—¿Tienes alguna idea de qué pasó?—preguntó Bee a su madre.

—Asher sólo dijo que se había peleado con unos idiotas fuera del colegio. Me pidió ayuda para que lo cure, dejando de lado las obligaciones escolares. No sé... No podía dejarlo sangrando, caminando por los pasillos—. Melsy se sentía cada vez más confundida. ¿Qué había pasado? Su mejor amiga aparecía como si hubiese sufrido un trauma en primera fila y su amigo lastimado de pies a cabeza, producto de una pelea con mayores. 

Odiaba sentir que perdía el hilo de la vida de sus amigos, se sentía una mala amiga.

—Ya te contarán que está pasando, hija—comentó Adora al notar la preocupación de la menor—. Puede que sea producto de sentimientos que florecen... ¿No te parece?

—¿Dices que ellos se gustan?—preguntó Bee, mirando a su madre con un gran ceño fruncido en su rostro.

—Tal vez... Puede que Nahomi haya sido acosada por algunos idiotas en la calle y Asher haya ido a cobrar... Espero que no, pero es lo único que se me ocurre que podría haber pasado.

Ante aquellas suposiciones, podían escuchar las borrosas palabras de la discusión de aquellos dos, notando la gran tensión que ocultaba.

Pasando los minutos, la puerta se abrió, saliendo de ella una Nahomi llorando con el ceño fruncido, reclamando el enojo como su principal emoción en el momento. Mientras, detrás se podía observar un Asher desilusionado, observando sus manos con ojos muertos.

—Terminaré de curarte y podrás ir a casa, ¿sí?—dijo Adora, ingresando al salón. Sacó las llaves de su auto y se las dio a la rubia menor—. Espérenme dentro del auto, enseguida voy.

Respetando las palabras de su madre, Melsy tomó el brazo de su mejor amiga y su mochila, dirigiéndose hacia el estacionamiento donde el auto estaba aparcado.

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora